(Efe/InfoCatólica) El arzobispo caldeo (iglesia oriental en comunión con Roma) denunció que la emigración es el “gran desafío” que amenaza la presencia de los cristianos en la tierra en la que Cristo nació, vivió y murió y agregó que las cifras “son preocupantes”. Los cristianos en Oriente Medio apenas llegan al 1,6 por ciento de la población, una minoría que vive entre los mayoritarios musulmanes y judíos.
Mons. Sako señaló también que los estados de la zona deben garantizar la aplicación de las leyes para que no haya discriminaciones entre mayoría y minorías y todos los ciudadanos sean iguales. “Queremos vivir en paz y libertad en vez de sobrevivir”, dijo Sako, cuya iglesia, la caldea, que está presente sobre todo en Irak, ha sufrido en los últimos años numerosos atentados que se han cobrado la vida de varios sus obispos y sacerdotes.
El arzobispo Sako manifestó también hoy que musulmanes y cristianos deben unirse “para denunciar juntos el gran negocio económico que supone el comercio de las armas”. Mons. Sako agregó que sin diálogo “el mortal éxodo que aflige a nuestras iglesias no podrá ser evitado”.
El segundo día del Sínodo para Oriente Medio
A este primer Sínodo para Oriente Medio, que se prolongará hasta el próximo día 24, asisten 185 obispos y tiene como objetivo “reforzar y confirmar a los cristianos” en una zona, Oriente Medio, donde son una exigua minoría y cada vez quedan menos.
Sobre la situación de los caldeos, el relator del Sínodo, el Patriarca de Alejandría de los Coptos, S.E. Antonio Naguib, denunció que “es lamentable” que la política mundial “no tome en suficiente consideración la situación trágica de los cristianos en Irak, quienes son las víctimas principales de la guerra y sus consecuencias”.
En esa segunda jornada de trabajos del Sínodo intervino también el decano del colegio cardenalicio, S.E.R el cardenal Angelo Sodano, quien dijo que es “urgente” encontrar una solución para el conflicto israelí-palestino y trabajar para detener “las corrientes agresivas del Islam”.
“Es urgente trabajar para detener las corrientes agresivas del Islam y tenemos que pedir siempre respeto para la libertad religiosa de todos los creyentes”, dijo el cardenal Sodano.