(HazteOir/InfoCatólica) “La Secretaria de Estado Hillary Clinton ha declarado públicamente que cree que el acceso al aborto es parte de la salud materna y reproductiva, idea que contraría la posición de más de 125 Estados miembros de la ONU que prohíben o, al menos, restringen el aborto en sus leyes y constituciones soberanas”, recuerda Smith.
El congresista explica que “el Objetivo para el Desarrollo del Milenio número 4 sostiene la reducción de las tasas de mortalidad infantil en 2/3 a partir del nivel del año 1990. Resulta claro que una gran cantidad de costosas y efectivas intervenciones requieren ser expandidas a fin de salvar la vida de los niños”.
“El aborto es, por definición, mortalidad infantil, y atenta contra el logro del Objetivo para el Desarrollo del Milenio número 4. No hay nada bueno o compasivo en procedimientos que desmembran, envenenan, inducen el parto prematuro o dejan morir de hambre a un niño. De hecho, el confuso término ‘aborto seguro’ no tiene en cuenta el hecho de que ningún aborto –legal o ilegal– es seguro para el niño y de que todos están llenos de consecuencias negativas para la salud, incluyendo daños emocionales y psicológicos para la madre”, aclara.
Asimismo, precisa que “hablar de ‘niños no deseados’ reduce a los niños a meros objetos, sin dignidad humana inherente y cuyo valor depende de su utilidad percibida o de cuánto han sido deseados. Sólo hay que mirar al azote del tráfico humano y la explotación de los niños en trabajos forzosos o a los niños soldados, para ver adónde nos conduce este desprecio por el valor de la vida”.
El Quinto Objetivo del Milenio
Smith recuerda que el Objetivo de Desarrollo del Milenio número 5 “desafía al mundo a disminuir las tasas de mortalidad materna en un 75% desde los niveles de 1990”.
“Sabemos desde hace sesenta años qué es lo que realmente salva la vida de las mujeres: la atención experta a los nacimientos, el tratamiento para parar hemorragias, el acceso a bancos de sangre seguros, los cuidados obstétricos de emergencia, antibióticos, la reparación de fistulas, nutrición adecuada y cuidados pre y post natales. El objetivo de la próxima Cumbre debería ser un mundo libre de abortos, no el aborto libre en todo el mundo”, sostiene.
Smith cita un estudio, financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates y publicado en la revista científica inglesa “The Lancet” en abril que “subraya que muchas naciones que tienen prohibiciones legales al aborto, poseen incluso algunas de las más bajas tasas de mortalidad materna en el mundo –Irlanda, Chile y Polonia entre ellos”.
“La inclusión del aborto en el documento final de este encuentro de la ONU o en sus implementaciones socavaría los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Las acciones y los programas para alcanzar las mismas deben incluir a todos los ciudadanos del mundo, especialmente a los más débiles y vulnerables. Debemos afirmar, respetar y asistir tangiblemente las preciosas vidas de las mujeres y de todos los niños, incluyendo los que no han nacido”, concluye Smith