(InfoCatólica) De entre todos los jóvenes de la Unión Europea, los españoles son los que más dificultades parecen tener para abandonar el hogar de sus padres y «ser independientes». Según las cifras de Eurostat, los jóvenes españoles abandonan la casa paterna a una edad media de 30,3 años, lo cual supone que muchos lo hacen después de esa edad y, obviamente, ya no son jóvenes. Son casi cuatro años por encima de la media de la UE, que está en 26,4 años.
Las razones son sobre todo de tipo económico. España tiene una tasa de desempleo juvenil del 22,6%, más de 8 puntos por encima de la media europea. A eso se le une que, según la Encuestra de Población Activa, casi la mitad de los jóvenes españoles menores de 25 años que trabajan, cobran importes inferiores al salario mínimo interprofesional. Situación que se ve agravada por el notable incremento del precio de la vivienda en España, especialmente en el apartado del alquiler. Con semejante panorama es imposible que la mayor parte salga de su hogar. No es que no quieran. Es que no pueden.
Sin embargo, el gobierno socialcomunista de España está más preocupado por las relaciones sexuales de la juventud. Con la excusa de que están aumentando las enfermedades de transmisión sexual, que en gran medida son consecuencia de una educación que fomenta la promiscuidad desde la misma adolescencia, la ministro Mónica García ha anunciado que van a repartir gratuitamene preservativos a jóvenes desde los 14 años, quizás sólo desde los 16, hasta los 22 años. Fuentes del ministerio indican que ampliar la franja más allá de ese límite dependerá del presupuesto disponible.
Plaga de ETS
Según el último Informe de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual, elaborado por la Red de Vigilancia Epidemiológica, publicado a finales de enero, España registró en 2022 la tasa más alta de Enfermedades de Transmisión Sexual –sífilis, gonorrea y clamidia– desde que hay registros.
Según García:
«Tras la falsa sensación que nos aportó el descenso en las tasas de incidencia durante el año 2020, a raíz de la pandemia, en 2022 se ha confirmado la tendencia ascendente que observamos desde 2016. Este incremento afecta principalmente a adultos jóvenes entre 20 y 44 años, siendo más llamativo en los hombres entre 20 y 34 años en el caso de la sífilis y la gonorrea, y en las mujeres en el caso de la clamidia».
Hay que tener en cuenta que el uso de preservativos suele ser eficaz para evitar estas enfermedades y que el precio de los mismos no es elevado. Por ello aunque desde el Gobierno se vuelva a rescatar el discurso de la eficacia de aumentar los recursos públicos destinados a la educación sexual de los adolescentes y jóvenes y a facilitar el acceso gratuito a los preservativos en centros educativos, lugares de ocio y fiestas masivas, todo hace pensar que es posible que los jóvenes simplemente no quieran usarlos, por lo que la distribución gratuita de los mismos no cambiará apenas esas cifras.