(InfoCatólica) Mirjam Kovak y Gloria Branciani narraron la historia vivida en la Comunidad Loyola, institución de la que fue confundador el P. Rupnik a principios de 1990.
Branciani explicó la razón de su comparecencia:
«Hoy hemos contado nuestra historia, nuestro deseo es que se reconozca la verdad, el mal que hemos sufrido, que también se nos dé visibilidad porque somos muchas, pero nos piden que guardemos silencio, que desaparezcamos de alguna manera, nos desacreditan y esto no es aceptable».
Ambas dieron todo tipo de detalles de los abusos del ex-jesuita, que no fueron solo de tipo sexual sino también de autoridad y manipulación de la conciencia. Kovak aseguró que cuando el P. Rupnik fue apartado de la Comunidad Loyola en otoño de 1993 «fue una liberación, pero la semilla del abuso permaneció en la comunidad y nuestra libertad personal era cada vez más restringida», motivo por el cual abandonó la institución en 1996. Dicha comunidad fue disuelta por Roma el pasado mes de diciembre.
Todavía no ha terminado la investigación de Doctrina de la Fe
Por su parte, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha informado de que «En los últimos meses, siguiendo el encargo recibido del Papa a finales de octubre, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe se ha puesto en contacto con las instituciones implicadas a título diverso en el asunto para recibir toda la información disponible sobre el caso». El 27 de octubre del año pasado, el Papa encargó al Dicasterio volver a examinar el caso, tras haber decidido "renunciar a la prescripción para permitir la celebración de un juicio". Tomó esta decisión a raíz de los informes enviados en septiembre por la Pontificia Comisión para la Protección de Menores al Papa sobre "graves problemas" en la gestión del caso Rupnik y "la falta de cercanía a las víctimas".
«Habiendo ampliado el radio de búsqueda a realidades no contactadas anteriormente y acabando de recibir los últimos elementos en respuesta, se tratará ahora de estudiar la documentación adquirida para identificar qué procedimiento será posible y útil poner en marcha», explica la Oficina de Prensa vaticana.
El Papa no las ha recibido
Cabe recordar que la diócesis de Roma aseguró que el proceso contra el ex-jesuita había sido irregular, algo que provocó la indignación de las víctimas, que tuvieron que recordar que Francisco no las había recibido, a pesar de haberlo solicitado y de que el Pontífice ha recibido a otras víctimas de abusos, incluida alguna que luego la justicia decretó que no era propiamente una víctima.