(Katolisch/InfoCatólica) En un artículo en Communio.de, el teólogo moralista constata que el consenso ecuménico ha llevado a muchos textos y declaraciones comunes positivoa, como en el caso de la donación de órganos y la ayuda para morir. La Iglesia Evangélica en Alemania (EKD) también ha participado en la «Semana por la Vida» anual desde 1994 hasta ahora. Incluso en la disputa sobre la diagnóstico genético preimplantacional y la «clonación terapéutica», se afirmaba durante mucho tiempo en el lado de la EKD que «no cabía ni un alfiler» entre las posiciones de ambas iglesias. «Actualmente, apenas queda rastro de todo eso», lamentó Bormann, que es miembro del Consejo Alemán de Ética. Durante años ha habido un «distanciamiento que ha llevado a crecientes disonancias en cuestiones éticas».
Ya durante el debate sobre el manejo de las células madre embrionarias, las similitudes comenzaron a tambalearse. Y también han aparecido graves diferencias en asuntos tan importantes como el enfoque hacia la asistencia al suicidio y el tema del aborto, añadió Bormann. Aquí, es una «provocación ecuménica» que varios teólogos evangélicos hayan abogado por ofrecer asistencia al suicidio en sus propias instituciones. Sin embargo, la ayuda para el suicidio no es una tarea médica ni concuerda con la autocomprensión de las instituciones cristianas.
«Muy desconcertante»
La declaración del Consejo de la EKD de octubre de 2023 sobre el aborto muestra la separación, agregó el teólogo. Desde la perspectiva de una ética cristiana, es «muy desconcertante» que el Consejo, «en obediencia anticipada», abogue por regulaciones sobre el aborto para ciertas circunstancias también fuera del ámbito penal. Aún más preocupante es el «abierto apoyo a un 'concepto graduado de protección de la vida', que parte de un 'aumento continuo de los derechos de vida del no nacido y la obligación de protegerlo a lo largo del embarazo'». Concretamente, esto significa que la protección penal del no nacido solo debería aplicarse aproximadamente a partir de la semana 22 de embarazo.
Esto es «nada menos que un ataque general a la posición defendida por la Iglesia católica», que defiende el derecho a la vida del no nacido desde el comienzo de su existencia y considera las sanciones penales como indispensables. Dado que la EKD también ha anunciado su salida de la «Semana por la Vida», se refuerza la impresión de que «aquí se están abandonando innecesariamente posiciones fundamentales que hasta ahora han sido la base para un entendimiento ecuménico».
Bormann señaló los «grandes conflictos bioéticos» que se vislumbran, como una nueva ley de reproducción asistida y una mayor liberalización de la ayuda para morir. En este contexto, «ambas iglesias deberían coordinar sus posiciones a través de una mejor colaboración, de modo que las similitudes que aún existen se destaquen más claramente en la opinión pública». Además, instó a la Iglesia católica a esforzarse por «formar alianzas con otros grupos sociales que estén abiertos a sus delimitaciones normativas, que se basan en gran medida en la ley natural y la razón».
