(Amigos del Pueyo/InfoCatólica) La Asociación de Amigos del Pueyo explica en su web la importancia de este Monasterio, la historia del cambio y entrevista a monseñor Alfonso Millán
La historia del cambio
En el mes de mayo del año pasado el P. Manuel Tamargo, Provincial de los Claretianos, comunicó al obispo de la diócesis, Alfonso Millán, que desde el gobierno provincial de la Congregación se había tomado la decisión de que los Misioneros Claretianos abandonaran El Pueyo y pasaran a la Casa de Barbastro, para concentrar esfuerzos en la atención al Museo de los Mártires Claretianos, referencia universal de la Congregación. El P. Provincial explicó entonces que la decisión se había tomado después de un largo proceso de reflexión y consultas que había durado más de dos años y que obedecía a la amplia reestructuración de la nueva Provincia de Santiago de la que desaparecía, a efectos jurídicos, la Comunidad de El Pueyo. Desde que se conoció la noticia, recibida con honda preocupación por parte de todos, el Obispo de la diócesis solicitó que los Claretianos mantuvieran su presencia en El Pueyo hasta que se encontrara un cambio adecuado. Tras intensas gestiones se llegó a un acuerdo con los Religiosos del Verbo Encarnado y ahora ha llegado ya el momento del relevo.
El Pueyo y Barbastro
La historia de la Aparición de la Virgen al pastor Balandrán data del año 1101, año siguiente a la conquista definitiva de Barbastro por obra de Pedro I. En poco tiempo, y según el deseo de la Virgen, se construyó una capilla en la cumbre del monte al lado mismo de donde se hallaba el almendro de la aparición. Así nacía el Santuario de Ntra. Sra. de El Pueyo. La palabra "pueyo" indica altura o elevación del terreno que en este caso es de 603 metros sobre el nivel del mar. Unos años más tarde, en 1251, Jaime I el Conquistador fecha en Lérida un decreto por el que concede al Pueyo de Barbastro una capellanía oficial. En el mismo año de la reconquista de Barbastro por Pedro I llegó el decreto del Papa que trasladaba la diócesis desde Roda de Isábena a Barbastro. El obispo de la diócesis, San Poncio, aprobó la devoción y todo sirvió para que surgiera una sincera piedad mariana en todas la comarca y se iniciaran ya desde entonces las romerías. La ermita resultaba insuficiente y surgió ya un templo románico con su pequeño claustro que posteriormente, y con mayor devoción, dejó paso a otro más amplio de estilo gótico. Después de un tiempo de atención al Pueyo por parte de un Cabildo de cuatro Beneficiados, a las órdenes de un Prior, y dependiente del Capítulo catedralicio de Barbastro, y de una vuelta atrás retornando al sistema de los antiguos capellanes, el 13 de diciembre de 1889, inauguró su vida monacal el El Pueyo la primera comunidad de monjes benedictinos. Estuvieron 73 años hasta que en 1962 llegaron los Misioneros Claretianos en tiempos del Obispo Jaime Flores. Y hasta hoy, 2009, 47 años de permanencia pasando ahora el relevo a los religiosos del Verbo Encarnado.
Los religiosos del Verbo Encarnado
La Congregación de Religiosos del Verbo Encarnado fue fundada el 25 de marzo de 1984 por el sacerdote Miguel Buela en la diócesis argentina de San Rafael de Mendoza. El fundador nació en la ciudad de Buenos Aires el 4 de abril de 1941 y fue ordenado sacerdote el 7 de octubre de 1971. La nueva Congregación cuenta ya con 217 comunidades distribuidas en 37 países -entre ellos España- de los cinco continentes, y es una de las que han tenido más aumento vocacional en pocos años. En estos momentos, tiene 1.700 miembros entre religiosos y religiosas que profesan los votos de castidad, pobreza, obediencia y emiten un cuarto de esclavitud mariana. La familia del Verbo Encarnado está compuesta por una rama masculina, una femenina y una tercera orden secular. Hace pocos días han celebrado sus 25 años de vida, en la basílica de Nuestra Señora de Luján y en la catedral gótica de La Plata, en Argentina. El 25 de diciembre de 1998 se inició la experiencia de la rama contemplativa masculina que se dedica fundamentalmente a la vida de oración, especialmente a la adoración eucarística, con un apostolado de presencia en los lugares donde se insertan. Se privilegia la atención de fieles en los santuarios marianos mediante los sacramentos de la Eucaristía y de la Penitencia.
--El obispo de la diócesis presidirá el relevo
Alfonso Milián ha trabajado duro para buscar soluciones desde que le comunicaron la decisión de los padres claretianos. Ahora, con más tranquilidad al tener asegurado el relevo, va a presidirlo el próximo domingo, día 30 de agosto, una nueva fecha histórica en la historia del Santuario de Ntra. Sra. de El Pueyo.
--¿Cómo han sido, pues, las negociaciones para encontrar solución al problema?
En primer lugar quiero manifestar la profunda tristeza que me causó la decisión del P. Provincial de los PP. Claretianos de suprimir la presencia de la comunidad en el Pueyo. No veía nada fácil encontrar el relevo para prestar este valioso servicio dada la escasez de vocaciones que hoy tienen la mayoría de los institutos religiosos. Lo primero que hice fue rezar a la Virgen del Pueyo: "Ayúdanos a encontrar unos dignos servidores para ti". Esta oración la repetía constantemente e invitaba a muchos a que la hicieran. Después comencé a buscar. Llamé en varias puertas; por supuesto que a los que primero recurrí fue a los Benedictinos de Leire que habían estado anteriormente en el Pueyo. Al no poder ellos lo hablé con algunos obispos, con religiosas, sacerdotes Algunos coincidieron en el Instituto del Verbo encarnado. Una vez informado me dirigí a ellos y, ya en la primera conversación mantenida con el P. Provincial, intuí que había muchas posibilidades de que vinieran. Pronto se desplazaron a Barbastro para conocer más detalladamente el lugar y el ministerio que iban a desempeñar y comenzaron las conversaciones para llegar a un acuerdo satisfactorio para todos.
--¿Qué características importantes ve en esta nueva Congregación para la atención pastoral de El Pueyo?
La principal característica es su amor y devoción a la Santísima Virgen. De hecho están en otros santuarios dedicados a la Virgen María. A esta hay que añadir, en su rama contemplativa, la dimensión orante que caracteriza a los monjes. Destaca la adoración eucarística y la atención espiritual a todos los que necesiten de su ayuda. Estoy convencido que van a prestar un valioso servicio. El Pueyo seguirá siendo un centro de devoción a la Virgen, y tendrá una atención personalizada todo el que necesite un acompañamiento espiritual, quiera recibir el sacramento de la confesión o necesite una orientación adecuada a su situación.
--Una valoración de la labor de los Misioneros Claretianos
El Pueyo es conocido en muchas partes del mundo gracias a los misioneros claretianos que se han formado en él durante muchos años. Y todos guardan un cariñoso y agradecido recuerdo de la Virgen del Pueyo y de Barbastro. Lo he podido comprobar en muchas ocasiones. Pero la diócesis de Barbastro-Monzón y los pueblos cercanos al santuario, sobre todo Barbastro, están, estamos muy agradecidos a su servicio. El Pueyo ha sido siempre la casa abierta para todos. Son muchas las personas que hemos estado ahí en convivencias, encuentros, ejercicios espirituales, jornadas de formación, visitas a la Virgen y siempre hemos recibido un trato exquisito, lleno de bondad y comprensión. Doy las gracias de corazón a todos los PP. Claretianos que durante cuarenta y siete años han prestado con sencillez y abnegación este servicio a todos los que ahí nos hemos acercado. Siempre nos habéis llevado a la Virgen como buenos hijos del Corazón de María. Gracias a todos
--¿Cómo se va a producir el relevo?
El próximo día 30 de agosto, a las 18 horas, celebraremos la Eucaristía para dar gracias a Dios por todo el trabajo que han hecho los PP. Claretianos durante los años que han estado en el Santuario y rezaremos por los monjes del Verbo Encarnado que con esta celebración comienzan su ministerio entre nosotros.
--Unas palabras a sus diocesanos…
Os invito a todos: sacerdotes, religiosos y religiosas, amigos del Pueyo y fieles cristianos de la diócesis, de los pueblos vecinos y devotos de la Virgen del Pueyo. Será una tarde muy hermosa. La Virgen estará feliz de vernos a todos bajo sus pies. Nuestros corazones vibrarán al unísono con el de María. Y todos recibiremos una palabra cariñosa de nuestra Madre que redundará en nuestro provecho y en el de nuestros hermanos. Os espero a todos.
