(EP/InfoCatólica) Los artefactos, consistentes en botellas de dos litros rellenas de gasolina y conectadas con una mecha, fueron colocados en la madrugada del domingo en el conducto de ventilación de esta iglesia. Debido a algún fallo en el mecanismo no se produjo ni explosión ni incendio. Fue durante la misa de las 11.30 cuando, después de activar el sistema de aire acondicionado, cuando el sacerdote empezó a detectar un fuerte olor a gasolina. "Al acabar la celebración me puse a buscar con algún feligrés y descubrí, conectados al sistema de aire acondicionado que está en el tejado, a cuatro metros de altura, una especie de botellas con algo que salía de ellas", relató Benítez.
Inmediatamente informó del hallazgo a la Policía Local, quien a su vez se puso en contacto con la Guardia Civil. "Me dijeron, 'Padre, tiene usted que desalojar la iglesia, no puede celebrar misa dentro porque esto es más serio de lo que parece'. Llegaron los Tedax, vieron los explosivos y se llevaron muestras", ha añadido. Agentes de la Guardia Civil encontraron en las proximidades los bidones en los que fue transportada la gasolina.
Hasta el desalojo, el sacerdote majariego ofició las misas de 10 y de 11.30 del domingo, con la presencia de "más de 500 personas metidas dentro del templo con eso ahí encima". Tras pedir permiso a la Guardia Civil, el oficio religioso de las 13.00 fue celebrado en el exterior.
Sin amenazas previas
El sacerdote negó que se hubieran producido amenazas previas a este intento de ataque, salvo algún "insulto" o "rotura de flores" del jardín. "Es la primera vez, no había visto esto nunca, ni yo personalmente he recibido amenazas. Estamos en Majadahonda, que es un sitio tranquilo. La zona donde está la parroquia es de futura urbanización, muy aislada y muy poco transitada por las noches", ha informado.
Desde el Observatorio Antidifamación Religiosa, su presidente, Antonio Alonso, denunció este hecho "deleznable y odioso", por suponer "un ataque consumado" a un templo católico y por la intentona de "asesinar a familias que cometían el error de asistir pacíficamente a su culto dominical".
Tanto el alcalde majariego, Narciso de Foxá, como el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, se pusieron en contacto con el párroco de la iglesia de Santa Genoveva Torres para transmitirle todo su apoyo y solidaridad. La Guardia Civil de Majadahonda se ha hecho cargo de las investigaciones.