Hungría y Polonia, dos estados denostados por la corrección política reinante en la Unión Europea han obtenido una importante victoria diplomática en el seno del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores de la UE (EPSCO) frente a la imposición de la ideología de género.
Ambas naciones lograron vetar la inclusión del término LGBTIQ en una declaración conjunta de los ministros de Empleo y Asuntos Sociales sobre la «igualdad de género en la era digital».
Las conclusiones oficiales del consejo de la EPSCO reflejan tan sólo la «igualdad de género, juventud y digitalización». Austria, que actúa como titular del Consejo Europeo en estos momentos, añadió una referencia explícita en las llamadas «conclusiones presidenciales» que no tienen la fuerza legal que el documento oficial que recoje las conclusiones del Consejo EPSCO.
No ha sido la única reacción en este sentido. También el gobierno de Malta ha elaborado un documento respaldado por otros 19 países, en el que se hace un llamamiento a la Comisión Europea para que «adopte una estrategia fuerte en la Unión Europea» a favor de los llamados «derechos LGTBI» según LifeSiteNews.