(ACI) Alrededor de 200 directivos y representantes de las escuelas católicas de la Arquidiócesis de Buenos Aires participaron de la jornada «La ESI (Ley de Educación Sexual Integral) y la Ideología de Género», organizada por la Pastoral Educativa de la Vicaría de Educación de Buenos Aires.
La jornada de capacitación realizada el 31 de octubre fue liderada por las expertas del Instituto de Matrimonio y Familia de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), Gabriela Mango y Miryam Mitrece.
Las expositoras analizaron el pensamiento de autores como Engels, Marx, Jean Paul Sartre, Simone De Beauvoir, Shulamith Firestone y Judith Butler, para explicar cómo se gestó la ideología de género.
Esta ideología «emergió como una categoría de análisis de la realidad social y política a fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI, como una construcción teórica que pretende modificar la sociedad a través de la intervención política», aseguraron las expertas.
Otro punto importante fue la revisión de la Ley de Educación Sexual Integral vigente desde 2006 y el análisis del documento del Ministerio de Educación sobre la aplicación de la ESI, con una evidente tendencia a favor de la ideología de género.
Asimismo, se analizó el concepto de sexualidad humana a la luz de la doctrina católica y desde la psicología evolutiva.
Otro punto abordado fue la estrategia de comunicación que usan los promotores de la ideología de género, con conceptos amigables como la «no discriminación, tolerancia, igualdad de oportunidades, no violencia, equidad e inclusión».
Los disertantes expresaron: «La sexualidad se entiende como un elemento básico de la personalidad, un modo propio de ser, de manifestarse, de comunicarse con los otros, de sentir, de expresar y vivir el amor humano». Es decir, como una realidad que «abarca toda la persona; es una realidad dinámica y se desarrolla, pero no se construye».
A modo de conclusión, las expertas advirtieron que la ideología de género busca «deconstruir los cimientos de la sociedad», realizar una «reingeniería social» y «cuestionar una verdad básica y evidente: nacemos, como varones o como mujeres, a partir de la unión procreadora de un varón y una mujer», sostuvieron.
Asimismo, enfatizaron que «educar la sexualidad de niños y adolescentes, es un derecho y una obligación de la familia, porque es el primer lugar donde los niños aprenden a vivir» y en esta tarea, la escuela cumple el rol de colaboración.