(South China Morning Post/InfoCatólica) Según informó esta semana un periódico estatal chino, el Vaticano puede enviar una delegación a China antes de fin de mes. Si el encuentro va bien, ambos estados podrían llegar a un acuerdo sobre el nombramiento de obispos.
El cardenal Zen cree que ambas partes están haciendo un «pacto secreto», aunque reconoció que no tiene conexión con el Vaticano y que está «completamente en la oscuridad».
«Están entregando el rebaño en la boca de los lobos. Es una traición increíble», dijo.
Describió a Parolin, Secretario de Estado Vaticano, como alguien que desprecia a los héroes en la fe. «Debería renunciar», dijo Zen en su casa en una ladera boscosa en la isla de Hong Kong.
«No creo que tenga fe. És solo un buen diplomático en un sentido muy secular y mundano», añadió. Y advirtió «Las consecuencias serán trágicas y duraderas, no solo para la iglesia en China, sino para toda la Iglesia porque dañan su credibilidad. Tal vez por eso podrían mantener el acuerdo en secreto».
Zen, que golpeaba la mesa con los nudillos para recalcar sus palabras, no ha pedido que el papa Francisco renuncie por esta razón: «No saldré a luchar contra el Santo Padre. No cruzaré esa línea».
El Vaticano no ha querido comentar las declaraciones del cardenal chino.