(InfoCatólica) La ley obliga a que «que la identidad de género y los distintos modelos de familia sean respetados en ámbitos educativos» y «se garantizará que a todos los alumnos madrileños se explique la realidad de las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género».
La diputada de Podemos y líder del lobby gay, Beatriz Gimeno, ha asegurado que con la ley «las terapias para curar la homosexualidad serán prohibidas, nunca más habrá adolescentes empastillados y padres engañados, y nunca más se podrá decir que la homosexualidad se puede curar».
El presidente del Foro de la Familia, Mariano Calabuig ha señalado que la ley viola la libertad de los padres para educar a sus hijos y que, de hecho, nadie ha consultado a asociaciones de padres para realizar esta ley ni otras similares en otras regiones españolas.
Para el presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, «la ofensiva contra la familia se extiende como una mancha de aceite y amenaza los derechos de todos».
Con el pretexto de evitar la violencia y prevenir la discriminación, se obligará a todos los madrileños a aceptar y a adherirse a la ideología LGTB que anula la diferencia entre hombre y mujer y destruye la familia natural. «Todo acto de violencia y discriminación debe ser condenado porque se realiza contra una persona, independientemente de su condición. Pero la ley madrileña no pretende combatir la violencia sino imponer la ideología de un grupo minoritario de la sociedad», asegura Arsuaga.