(InfoCatólica) La carta está firmada por la Gran Inspección de Comunicación, Gran Inspección de Relaciones Institucionales y el V.B. Gran Maestro de la Gran Logia de España.
Gesto desde el corazón de la Curia Romana
Según los masones españoles, el gesto del cardenal «es de una enorme valentía. El reconocimiento desde el corazón de la Curia Romana de una intersección de principios en el sentido comunitario, la beneficencia, la lucha contra el materialismo o la defensa de la dignidad humana encierra el reconocimiento implícito de la bondad de nuestros principios. La Masonería arrastra dos grandes leyendas negras, las del contubernio en nuestros fines y la rareza en nuestros ritos, generadas respectivamente por las dos masofobias que hemos conocido, las del totalitarismo político y el integrismo religioso. En ese contexto, las palabras del cardenal suponen un reconocimiento a la nobleza de nuestros fines, sin entrar en el segundo asunto».
Los masones sostienen que «sin duda, existe un "problema masónico" en la Iglesia Católica pero no existe un "problema católico" en la Masonería Universal, que insta a todos sus miembros a practicar con celo la religión que profesen».
El texto de la Gran Logia española asegura que «el cardenal extendió su mano fraterna llamándonos Queridos Hermanos, una condición que alcanza todo ser humano cuando entra en nuestra Orden. El Querido Hermano aprendiz, como en cualquier otra escuela iniciática, aspira a la virtud que reside en la maestría». Lo cierto es que el cardenal no llamó queridos hermanos a los masones, pues dichas palabras figuraban en el título del artículo que no fue escrito por el prelado, sino por el medio de comunicación donde fue publicado.
A pesar de ello, los masones españoles concluyen su respuesta al cardenal de la siguiente manera:
Su nuevo tratamiento, Venerable Hermano, significa lo mismo para la Iglesia que para la Masonería: alguien de una bondad blanca y sin mácula. Ese es el ideal masónico. Venerable Hermano Gianfranco, gracias por un gesto valiente que abre un espacio de posible concordia fraterna. Como todo Venerable, convocad los trabajos.