(Agencias/InfoCatólica) Según informaron las principales agencias y medios de prensa internacionales, el viernes día 5 de enero, el principal funcionario de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a los países que tienen casos de virus de Zika a poner a disposición asesoramiento de salud sexual y reproductiva para las mujeres, y a defender su derecho a abortar.
«Las leyes y políticas que restringen su acceso a estos servicios deben revisarse urgentemente en consonancia con las obligaciones de derechos humanos», dijo en un comunicado el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein. Los servicios integrales de salud sexual y reproductiva, apunta el documento, abarcan el cuidado de la salud materna, pero también la anticoncepción y el aborto.
Diversos reportes apuntan a una posible relación entre el virus zika –transmitido principalmente por la picadura del osquito Aedes aegypti– y casos reportados de microcefalia, una condición que provoca que los bebés nazcan con cabezas pequeñas y defectos de nacimiento.
Consultada por lo que sucede en países hispanoamericanos como El Salvador, que penalizan el aborto, la portavoz del organismo de la ONU, Cecile Pouilly, dijo en una conferencia de prensa: «Es por eso que estamos pidiendo a los gobiernos que se retracten y cambien esas leyes (...) No solo no le ofrecen la primera información que esté disponible, sino también la posibilidad de poner fin a sus embarazos si así lo desean».
El comunicado de este organismo de la ONU se une a la decisión tomada por la OMS al declarar la situación como emergencia de salud pública de importancia internacional, desatando, con el apoyo del importante lobby pro-abortista internacional, la presión en favor de la legalización del «derecho al aborto» en todos los países americanos.
Relación entre el virus y casos de microcefalia en bebés en gestación
Si bien han hecho una serie de sugerencias para que las mujeres embarazadas eviten las picaduras de mosquitos en las regiones afectadas por la epidemia, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han precisado que «se necesitan estudios adicionales para distinguir mejor esta relación».
Esta enfermedad, explican los CDC, «suele ser leve con síntomas persistentes durante varios días a una semana». Raramente mueren personas infectadas con el virus zika, señalan, y «usualmente no se enferman tanto como para ir al hospital». También han destacado que «el virus no causará infecciones en un bebé que es concebido después de que el virus se elimina de la sangre».
Varios cardenales han respondido con palabras contundentes en contra de la presunta solución
El cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga, ha rechazado con fuerza que el «aborto terapéutico» sea una respuesta adecuada al problema. «El aborto terapéutico no existe. Terapéutico significa que cura, y el aborto no cura nada. Arrebata vidas inocentes».
Por su parte, el arzobispo de São Paulo (Brasil), Cardenal Odilo Scherer, alertó del peligro del aborto y la eugenesia en casos de microcefalia originada por el virus del zika en mujeres embarazadas. «Creo que si la humanidad se guía por privilegiar solamente a los que son saludables, fuertes y poderosos, nos estaremos encaminando a la eugenesia. La ley de la eugenesia manda a eliminar. Ese razonamiento en relación al ser humano es absolutamente indigno de una civilización», declaró a la cadena BBC.
Sobre la crisis sanitaria que se ha generado por el virus del zika y de la relación que tendría con la microcefalia en los bebés en gestación, el Arzobispo de São Paulo indicó que «en todo embarazo siempre hay la incógnita de que el bebé puede tener alguna anomalía» pero que es «un ser humano desde el primer instante de su concepción». «Un bebé microcéfalo, aunque tenga sus limitaciones, puede tener cierta autonomía. Es una persona que tendrá alegrías en la vida. Entonces es preciso acoger a ese ser humano con sus limitaciones y ver como una misión el acompañarlo durante toda su vida», indicó.
Reacciones en Colombia
La prensa colombiana reportó ayer el primer caso de una mujer que se sometió a un aborto a las 32 semanas de embarazo, luego de que a su bebé se le detectara microcefalia, presuntamente vinculada al zika.
A pesar de ser un promotor del aborto libre, el ministro de Salud de Colombia, Alejandro Gaviria, en declaraciones recogidas por la revista Semana reconoció que esta práctica «como medida preventiva general no aplica, ni creo que sea una recomendación plausible de salud pública».
«Frente a la opción de usar el aborto como una medida terapéutica general, precautelativa, no ha sido considerada en Colombia», dijo, y precisó que el aborto «no cabe dentro de las excepciones» despenalizadas por la Corte Constitucional.
El P. Pedro Mercado, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), exigió a las autoridades centrar sus prioridades en prevenir el contagio y acabar con la transmisión del virus zika y no la promoción del aborto, como pretenden diversas organizaciones promotoras de esta práctica.
En declaraciones recogidas ayer por el diario colombiano El Tiempo, el P. Mercado subrayó que «la prioridad debe ser acabar con los mosquitos transmisores de la enfermedad y no con la vida de niños inocentes». «Hay que impulsar más las medias de prevención», subrayó.
El secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia lamentó que «la delicada situación provocada por el virus del zika en algunos países, especialmente en Brasil, está siendo indebidamente aprovechada por algunos grupos para hacer campaña a favor del aborto», tales como Women’s Link Worldwide en Colombia, la multinacional Planned Parenthood, entre otras.
Reacciones en Brasil
Los obispos de la Conferencia de Obispos Católicos de Brasil (CNBB) afirmaron que el virus del zika y la crisis sanitaria que ha generado en países como este, además de la relación que tendría con la microcefalia en los bebés en gestación «no es justificación para defender el aborto».
En un comunicado difundido a través de su sitio web, los obispos brasileños señalaron que la crisis sanitaria del virus del zika «no es justificación para defender el aborto en los casos de microcefalia como, lamentablemente, proponen determinados grupos que se organizan para llevar este asunto al Supremo Tribunal Federal, siendo esto una total falta de respeto hacia el don de la vida».
Los prelados indicaron que «no nos debemos dejar llevar por el pánico, (ni actuar) como si estuviéramos frente a una situación invencible a pesar de su gravedad.
Actualmente el Ministerio de Salud de Brasil está investigando 3,670 casos reportados de microcefalia en el país. Hoy confirmaron que 404 son efectivamente de microcefalia, u otras alteraciones en el sistema nervioso central, y que 17 de estos están relacionados con el virus zika. También han descartado otros 709 casos.
Al respecto,los obispos brasileros resaltaron que «merece una atención especial el virus zika por su probable relación con la microcefalia, aunque aquello no se haya probado aún científicamente».
Asimismo llamaron «a toda la Iglesia en Brasil a continuar e intensificar la lucha contra el mosquito aedes aegypti, trasmisor del dengue, de la chikungunya y el zika. Por ello, con un gran esfuerzo en conjunto, y con la participación de todos los sectores de la sociedad, seremos capaces de superar estas enfermedades que atacan sin distinción a toda la población brasileña».
Por otro lado, pidieron a los políticos que aseguren la asistencia a las personas afectadas por esta enfermedad, sobre todo a los bebés que nacen con microcefalia y a sus familias. «A ellos (los gestores públicos) les compete implementar políticas que apunten a un sistema de salud pública de calidad y que sea universal (…) Sin una política nacional eficaz de sanidad básica se ven comprometidos todos los esfuerzos para combatir al aedes aegypti», expresaron.
También pidieron a los líderes eclesiales a organizarse y ayudar «de forma clara y objetiva a las personas para que tomen conciencia sobre la gravedad de la situación y de la mejor forma para combatir las enfermedades y a su transmisor».