(M. Navia/InfoCatólica) En total, la Universidad de La Sabana ha enviado dos comunicados oficiales, uno de los cuales, fue realizado por la Facultad de Medicina por medio de su departamento de Bioética. En un documento de 4 páginas, el profesor y doctor Pablo Arango, explica las razones por las que la facultad cree que es dañina la crianza de niños por parejas del mismo sexo. En la conclusión de ese documento, el Dr. Arango dice lo siguiente:
«En este documento no se pretende entrar en consideraciones éticas y morales, se hace un análisis científico mostrando una serie de hechos comprobables. Las personas homosexuales y lesbianas merecen nuestro respeto como personas, pero hay que señalar que su comportamiento se aparta del común, lo que constituye de alguna manera una enfermedad. Al señalar a alguien como enfermo, con riesgos de fracasar en su vida afectiva, de consumo de sustancias psicoactivas o con mayor tendencia al suicidio no lo estamos discriminando sino señalando una situación. Cuando un médico le dice a un paciente que sufre de artritis reumatoide, patología que afecta un porcentaje bajo de la población, no lo está discriminando, lo está señalando como una persona propensa a sufrir dolores articulares, deformidades osteomusculares, pero no la discrimina y sí le ofrece su ayuda.»
De este párrafo, los medios como El Espectador ponen sus titulares: «'Los homosexuales son unos enfermos': La Sabana» (Diario El Espectador). Así se generó entonces un terremote mediático que ha tenido a la Universidad de La Sabana como centro de atención y víctima de ataques mediáticos.
Sin embargo, la Iglesia Católica en Colombia se ha pronunciado, solidarizado y apoyado a la Universidad de La Sabana en su compromiso con la verdad y su interés por el bien de los niños y de las parejas homosexuales. Aunque el término sea inoportuno, de pronto inadecuado, la Iglesia Católica siempre ha enseñado que a las personas homosexuales hay que tratarlas con sumo respeto. El Catecismo de la Iglesia Católica dice:
«2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.»
Más concretamente, el P. Pedro Mercado, secretario para las Relaciones con el Estado de la Conferencia Episcopal Colombiana, manifestó en nombre de la Iglesia su solidaridad con la Universidad de La Sabana:
«El concepto de La Sabana presenta datos aportados por reconocidos científicos y prestigiosas universidades extranjeras. Reitero que esa es una realidad que no se puede desechar sin un serio análisis. Nos solidarizamos con la Universidad de la Sabana, que ha sido sometida a un agresivo matoneo mediático, que evidencia una campaña de desprestigio contra quienes se atreven a cuestionar los intereses de la ideología de género. Son los métodos de una nueva forma de «dictadura» que ataca a quienes se atreven a pensar de una manera diversa.»
Este miércoles, la Corte Constitucional decide sobre el tema de la adopción por parte de homosexuales que, en la ronda anterior, quedó en un empate, 4 votos a favor y 4 en contra. En esta vuelta, en caso de empate, un conjuez será el que decide.