(AVAN/InfoCatólica) Ante miles de personas que llenaban la Catedral de Valencia, en la misa conclusiva del Día de la Familia convocado en la diócesis, y rodeado de cientos de niños en torno al altar mayor, el cardenal Cañizares ha insistido que la familia constituye un bien precioso, en la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer se basa también el futuro y por ello, el matrimonio y la familia requieren ser promovidos y defendidos no sólo por el Estado sino por toda la sociedad.
Sin embargo los estados incumplen con su responsabilidad de servicio al bien común cuando legislan contra la familia, y actúan irresponsablemente cuando desprotegen al matrimonio porque es ahí, en la familia, donde el ser humano encuentra su verdad, según ha lamentado el purpurado, quien ha advertido que la familia se ve hoy desnaturalizada por políticas y leyes que quiebran no sólo la voz de Dios sino el orden de la naturaleza.
El cardenal Cañizares ha manifestado, además, que el matrimonio único e indisoluble entre un hombre y una mujer, indudablemente no está de moda; todo el mundo se pliega a la dictadura de la moda, y lo que está de moda es tachar de conservador, atrasado e inmovilista el pensamiento de la Iglesia sobre la familia y el matrimonio, el verdadero y único entre un hombre y una mujer a imagen y semejanza de su creador. Esta dictadura de la moda, ha advertido, ejerce un terror sobre las conciencias y las esclaviza.
El único espacio que queda de humanización
Ante esta situación, el cardenal Cañizares ha defendido que la familia, basada en el matrimonio estable entre un hombre y una mujer, abierto a la vida recibida como don de Dios es el único espacio que queda de humanización y el único espacio en el que el hombre puede formarse como tal. De tal modo, que mientras perviva la familia pervivirá el hombre sobre la tierra, porque en la familia está el futuro del hombre, ha asegurado el arzobispo de Valencia. Por el contrario, todo lo que sea desvirtuar la familia es poner en peligro este futuro.
En otro momento de su homilía, el cardenal Antonio Cañizares ha señalado que frente a supuestos modelos de familia alternativos que hoy se proponen, la Iglesia invita a las familias cristianas a ser signo luminoso del evangelio a vivir con gozo y alegría su condición de hombre y mujer, esposo y esposa, padre y madre, creadores de una nueva cultura familiar centrada en Cristo.
De hecho, el cardenal Cañizares ha expresado también que por el desarrollo equilibrado y sano de la personalidad, todo ser humano necesita desde el principio de su vida la confianza básica que sólo puede darle el clima afectivo de la familia, del padre y de la madre.
Mostrar con gozo y esperanza la realidad de la familia
En suma, las familias necesitan recobrar confianza en sí mismas ante la cultura e ideologías dominantes que, a través de medios de comunicación, moldean comportamientos y sensibilidades contrarias al modelo de familia, ha precisado el purpurado, que ha llamado finalmente a mostrar con todo gozo y esperanza que la familia es una comunidad de amor, de solidaridad abierta y que en ella está, sin duda, el futuro.
Al término de la misa, los niños que estaban sentado alrededor del altar se han acercado a saludar al Cardenal al igual que numerosas familias.
En la eucaristía han concelebrado el obispo emérito de Mondoñedo-ferrol, monseñor José Gea Escolano y decenas de sacerdotes de las diferentes vicarías.
Previamente a la eucaristía, el cardenal Antonio Cañlizares ha presidido también en la Plaza de la Virgen ante centenares de familias el rezo del Rosario en el que los niños han leído los correspondientes misterios.