El presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana critica el fallo del constitucional a favor de la adopción por parejas de lesbianas

Triste día en la Historia de Colombia.

Si sólo fuese la corrupción del lenguaje. Pero por ahí empezaron. Hoy ya está incorporado como significado que la homosexualidad es una forma de sexualidad. Hay que esforzarse para que gente instruida entienda que no debe alterarse el derecho a la identidad de los niños determinando que sus padres son dos personas del mismo sexo por razones sentimentales o adicciones y parafilias inclusive. ¿Cómo podrían entender algunos algo más ‘complicado’ como que no son dos las madrinas de bautismo? Días atrás busqué definiciones ‘actuales’ sobre género humano (y ‘especie’) y encontré, además de que por supuesto se ignora la creación del hombre, una pobre mención sobre evolucionismo pero parrafadas sobre la ‘construcción’ del sexo. Dirán que Mons. Luis Augusto Castro es un obsesionado contra las prácticas homosexuales y no es así; señala el abuso de ideólogos prepotentes contra víctimas inocentes.

Ya se veía venir. Este presidente es tan manipulador que en su campaña sacó un vídeo en donde decía que como presidente jamás apoyaría tal iniciativa, y anteayer mismo sale el ministro del interior a decir que el gobierno apoya el "matrimonio" homosexual y para más gravedad del asunto, el fiscal general de la nación se pronunció hoy y dijo que los funcionarios públicos que nieguen ese "derecho" serán discriminadores y podrán ser penalizados; lo más chistoso del asunto es que dicen que esto es un avance hacia una sociedad moderna y tolerante, pero no son capaces de tener lo mismo que predican hacia quién piensa y siente diferente.