(ABC/InfoCatólica) Desde su llegada, se dedican a organizar la vida en comunidad y acondicionar la casa en donde viven, el monasterio de San José, y a trabajar la huerta de la que obtienen su sustento. «Más adelante, cuando la casa esté acondicionada, realizaremos algún trabajo manual para el exterior como nuestras hermanas de Barcelona, que se dedican a la costura», reconoce la superiora.
El Oasis de Jesús Sacerdote fue fundado en Barcelona por el padre Pedro Muñoz, que hoy tiene 86 años y sigue desplegando una enorme actividad espiritual: «La idea surgió en los años de la posguerra, ayudando a quienes querían estudiar en el Seminario después de la persecución religiosa de los años de la República», declara el fundador a ABC Córdoba. «Con el paso del tiempo –añade– se formó un grupo de chicas que querían rezar para que los sacerdotes sean santos y fieles a su vocación; ahora estamos esperando la confirmación, por parte de la Santa Sede, como congregación de Derecho Pontificio con clausura papal».
Pedro Muñoz se siente muy agradecido al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández: «Le gustó –dice– la idea de que estableciésemos una comunidad en su diócesis y desde hace unos días tenemos su aprobación oficial». La misma sensación transmite la Madre Marcela: «Nos da mucha alegría tener el apoyo del obispo y de los sacerdotes, gracias a ellos estamos teniendo mucha ayuda de las parroquias de Villaviciosa, Espiel y otros pueblos de la zona».
Externamente su seña de identidad más acusada es el uso cotidiano de la liturgia tradicional, el hoy llamado «rito extraordinario». «Nosotras vemos en la misa tridentina el misterio profundo, una espiritualidad que nos llena», reconoce la superiora de la comunidad en Villaviciosa. Todos los días a las siete de la mañana, y los domingos a las diez y media, las hermanas oasistas asisten al santo sacrificio celebrado según el rito secular cuya validez e importancia volvió a recordar el Papa Benedicto XVI en 2007.