(Interfax) El TS inició el procedimiento de casación hace dos días en la presidencia del Tribunal Municipal de Moscú, de segunda instancia, que ahora deberá reunirse para volver a estudiar la sentencia a las dos integrantes de Pussy Riot.
Según el TS, la sentencia dictada en agosto de 2012 por el tribunal Jamóvnicheski de la capital rusa no indicó en su parte expositiva los motivos del delito por el que condenó a Tolokónnikova y Aliójina, ni tuvo en cuenta los atenuantes, al igual que tampoco justificó la negativa a aplazar la aplicación del castigo.
A pesar de condenar a las dos integrantes de Pussy Riot por «gamberrismo motivado por odio religioso», el tribunal Jamóvnicheski «tan sólo señaló a la existencia del motivo de odio religioso para sus acciones», sin aportar ninguna prueba que apoyara su afirmación, apunta el Supremo.
Sentencia llena de errores
Al mismo tiempo, la sentencia condenatoria dejó sin resolver «la existencia o ausencia de motivos para el aplazamiento del cumplimiento real de la pena impuesta hasta que sus hijos alcanzaran la edad de 14 años», como estipula el Código Penal ruso.
Tampoco se tuvieron en cuenta los atenuantes ni las circunstancias personales de las dos condenadas, según el alto tribunal ruso.
«No se valoró para la emisión de una sentencia justa (...) la juventud (de las condenadas), la opinión de las víctimas, que no insistían en un duro castigo para las imputadas, su situación familiar, condiciones de vida y el carácter no violento de sus acciones», subraya la sentencia de casación.
La resolución de casación coincide con la amnistía general, a punto de ser aprobada por el Parlamento con ocasión del 20 aniversario de la Constitución de este país.
Según la mayoría de expertos, esta amnistía podría beneficiar a las dos jóvenes condenadas por escenificar una plegaria punk contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en el mayor templo ortodoxo de Rusia.