(Elentir/InfoCatólica) El caso croata revela, además, un divorcio entre el pueblo y la clase gobernante: el presidente Ivo Josipovic y el primer ministro Zoran Milanovi, ambos socialistas del SDP, se habían opuesto al referéndum y apoyaban la redefinición del matrimonio, lo que -como en otros países- se traduce en imponer a la ciudadanía un modelo de sociedad contrario a la propia naturaleza biológica del matrimonio, siguiendo unas pautas del lobby gay que incluyen -entre sus elementos más radicales y polémicos- el adoctrinamiento en las escuelas para imponer a los niños su óptica ideológica, y la negación a los niños adoptados del derecho a un padre y una madre.
En un país con 4,2 millones de habitantes, los promotores de este referéndum lograron reunir 740.000 firmas, es decir, el apoyo del 20% del electorado, para poder llevar a cabo la consulta. Es significativo que los ciudadanos tengan que afrontar este esfuerzo para que la clase política les consulte en una cuestión que afecta al fundamento de la sociedad. Da la sensación de que la agenda del lobby gay está por encima de la voluntad del pueblo y es asumida por distintos partidos políticos con independencia de lo que digan sus votantes. Muestra de ello es que en todos los países europeos en los que se ha redefinido el matrimonio, no se ha sometido la cuestión a referéndum en ninguno. A lo sumo, nos encontramos con el caso de Suiza, cuyos ciudadanos votaron en 2005 a favor (por un 58%) del llamado Pacto Civil de Solidaridad (PACS), que otorga a las parejas homosexuales los mismos derechos que a los matrimonios, pero sin darles esa denominación y sin permitirles adoptar a niños.
El precedente de la vecina Eslovenia en 2012
Un caso muy parecido al de Croacia nos lo encontramos el año pasado en su vecina Eslovenia. En el caso esloveno el gobierno de izquierdas encabezado por Danilo Türk ya había aprobado en 2011 un nuevo Código de Familia que incluía la redefinición del matrimonio para confundirlo con las parejas del mismo sexo, otorgando a éstas la posibilidad de adoptar niños. A pesar de contar con el rechazo de la mayoría de los partidos políticos y de los medios de comunicación -las encuestas pronosticaron la derrota de la opción profamilia con un 40% de votos-, una organización ciudadana, la Civilna iniciativa za družino in pravice otrok (Iniciativa civil por la familia y los derechos de los hijos), encabezada por Ales Primic, presentó en febrero de 2012 42.000 firmas -necesitaba 40.000- para obligar al gobierno a convocar un referéndum. Eslovenia votó la cuestión el 25 de marzo de 2012, con un 54,55% de votos a favor de mantener el matrimonio como unión de un hombre y una mujer.
En Irlanda el gobierno se teme una nueva ‘patada en el trasero’
El próximo referéndum sobre este asunto tendrá lugar en Irlanda en 2015. Allí la redefinición del matrimonio es defendida por los laboristas de centro-izquierda que forman el gobierno de coalición con los democristianos del Fine Gael, pero la Comisión Constitucional de Irlanda recomendó celebrar esa votación popular. Aunque ciertas encuestas publicadas por medios de comunicación aseguran que la mayoría de los irlandeses apoyan la redefinición del matrimonio, en el gobierno no las tienen todas consigo. La cuestión está provocando una revuelta en las filas del Fine Gael, como ya ocurrió en la vecina Gran Bretaña en las filas del Partido Conservador, tras el apoyo de David Cameron a esa redefinición. Un ministro del Fine Gael recordaba hace unas semanas que la gente «ya nos ha dado una patada en el trasero en dos referendos, por lo que no tenemos prisa por un tercero».
EEUU, fuente de disgustos para la hoja de ruta del lobby gay
En Estados Unidos se ha votado la preservación de la definición natural del matrimonio como unión entre un hombre y una mujer en 34 estados; de ellos, 30 votaron a favor del matrimonio natural, blindándolo en sus constituciones, y sólo 4 votaron a favor de su desnaturalización. Lo más llamativo es observar -incluyo los datos a continuación- las diferencias de votos a la hora de apoyar el matrimonio o su redefinición: en 21 estados el rechazo a la redefinición del matrimonio superó el 60% de los votos, una cota que no ha alcanzado ninguna de las mociones a favor. En un par de estados el apoyo al matrimonio natural incluso contó con el 81% de los sufragios.
Los estados que votaron a favor del matrimonio natural fueron: Alaska (1998, 68%), Hawaii (1998, 51%), Nebraska (2000, 70%), Nevada (2002, 69%), Arkansas (2004, 74%), Dakota del Norte (2004, 73%), Georgia (2004, 76%), Kentucky (2004, 75%), Louisiana (2004, 78%), Michigan (2004, 58%), Mississippi (2004, 86%), Missouri (2004, 71%), Montana (2004, 67%), Ohio (2004, 61%), Oklahoma (2004, 76%), Oregón (2004, 56%), Utah (2004, 65%), Kansas (2005, 70%), Texas (2005, 76%), Alabama (2006, 81%), Carolina del Sur (2006, 78%), Colorado (2006, 53%), Dakota del Sur (2006, 52%), Idaho (2006, 63%), Tennessee (2006, 81%), Virginia (2006, 57%), Wisconsin (2006, 59%), Arizona (2008, 56%), California (2008, 52%), Florida (2008, 61%) y Carolina del Norte (2012, 61%).
Los estados que votaron contra salvaguardar el matrimonio natural fueron Maine (2012, 53%), Maryland (2012, 52%), Minnesota (2012, 52%) y Washington (2012, 54%). Obsérvese los escasos márgenes en comparación con los anteriores, a pesar de que las campañas a favor de la redefinición contaron con una lluvia de millones procedentes de grandes compañías como Amazon, Starbucks y Microsoft, lo que dejaba en amplia desventaja a los defensores de las tesis profamilia a la hora de defender sus planteamientos ante la opinión pública.