(LaNuovaBussolaQuotidiana/InfoCatólica) El hecho es que en Gran Bretaña, desde 2003, están prohibidos los mensajes radiofónicos de carácter político. En consecuencia, la Radio Advertising Clearance Centre (RACC), autoridad que regula la materia, ha conseguido censurar el comunicado emitido por la Premier Christian Radio, por detectar en el contenido una clara finalidad política. La impugnación de la decisión de la RACC no ha tenido el resultado esperado por los recurrentes. La Court of Appeal (Tribunal de Apelación), en efecto, ha declarado ilegítimo el mensaje transmitido por radio, asegurando que sus evidentes finalidades políticas «se reconocían en las intenciones de hacer más justa la sociedad, y de reducir o eliminar la discriminación de los cristianos en los puestos de trabajo».
La abogada Andrea Minichiello Williams, directora del Christian Legal Centre ha reaccionado asegurando que «causa perplejidad que un comunicado tan inocuo, destinado a ser transmitido por una radio privada cristiana, pueda ser considerado contrario a la ley, cuando se trata, en realidad, de una iniciativa claramente dirigida a recoger información del público con el loable fin de crear una sociedad más justa». «No se puede encontrar», ha continuado Williams «ningún intento de convencer a los radioyentes para que se sumen a una particular posición política». Wiliams ha señalado además una clara contradicción:
«La decisión de la Corte causa inquietud, sobre todo si se considera que seguimos asistiendo a la imposición de prohibiciones de mensajes publicitarios cristianos, mientras son consentidos los de otros grupos particulares; en efecto, tranquilamente se puede ver en televisión la publicidad de clínicas abortistas, o en los autobuses carteles de publicidad de los ateos que proclaman la no existencia de Dios, o de las asociaciones gay que anuncian la existencia de los homosexuales invitando a los cristianos a “comportarse en consecuencia”, mientras lo contrario no vale para los mismos cristianos».
Pregunta, en fin, Andrea Williams, «¿Cómo no ver una evidente asimetría de juicio por parte de las autoridades de vigilancia del sector?».
Día aciago para la democracia
Peter Kerridge, Director de la Premier Christian Radio, ha criticado con firmeza la decisión de la Corte el día en el que se ha hecho pública: «Esto no es sólo un día aciago para la libertad de expresión de los cristianos, sino también un día aciago para la misma democracia y la magistratura».
Según Kerridge, con base en la sentencia, a partir de ahora «la transmisión por radio de todos los comunicados dirigidos a recoger datos para hacer más justa la sociedad serán considerados prohibidos por la ley». «No se persigue el interés público», continúa el director de la emisora, «impidiendo a las personas que obtengan información, porque actuando así se viola el derecho a la libertad de expresión». No hace falta hacer un viaje a Pakistán para asistir a odiosos episodios de cristianofobia. Basta viajar a la «civilizadísima» Gran Bretaña.