(La Nación/InfoCatólica) El Tribunal Oral Criminal Nº 2 de esta ciudad condenó ayer a prisión perpetua a cinco de los siete acusados de asaltar y disparar a quemarropa a Carolina Píparo, lo que provocó la muerte de su bebe, Isidro. Los condenados son Carlos Moreno, Juan Manuel Calvimonte, Luciano López, Miguel «Pimienta» Silva y Carlos Jordán Juárez. Los otros dos imputados, Carlos Burgos, que llegó al juicio señalado como el supuesto autor material del disparo, y Augusto Claramonte, fueron absueltos.
«Éste era el fallo que esperaba. Creí desde el primer momento que iba a haber justicia», dijo Carolina después del juicio, en el estudio de su abogado, Fernando Burlando. Sin embargo, agregó: «La herida por la ausencia de Isidro no la cierra la sentencia». Y cuestionó al Gobierno por la falta de seguridad bancaria.
El fiscal consideró que el tribunal había sido «más que valiente con su fallo», al que calificó como «monolítico». El abogado de Píparo también destacó la solidez del fallo, acusó de «bestias» a los condenados y afirmó: «No tienen capacidad de arrepentimiento».
Los hechos ocurrieron la mañana del jueves 29 de julio de 2010. Carolina y su madre, María Ema Cometta, habían ido a una sucursal del Banco Santander Río, en 7 y 42, a retirar 10.000 dólares y 13.000 pesos. Allí fueron «marcadas» por «Pimienta» Silva. Con ese dinero, Carolina y su marido, Juan Ignacio Buzzali, iban a completar el monto que necesitaban para comprar su primera casa. La operación inmobiliaria estaba programada para el día siguiente y Carolina, embarazada de nueve meses, daría a luz el lunes.
Cuando Carolina y su madre estacionaron frente al departamento en el que vivían, en 21 y 36, fueron sorprendidas por Moreno y López, que las habían seguido en una moto. Moreno bajó, armado, sacó a Carolina del auto tomándola por el pelo y le gritó: «¡Dame toda la guita que sacaste del banco, hija de p...!». Carolina gritó un «no» instintivo, pero enseguida le dijo que se llevara todo y le rogó que no le hiciera daño, que estaba embarazada. Pero Moreno le disparó igual. La bala le atravesó el mentón y luego le perforó un pulmón. La víctima fue trasladada al hospital de Gonnet, donde le practicaron una cesárea de urgencia. Isidro murió una semana después.