(ACI/Infocatolica) El Papa expresó su pedido a Dios de que «ilumine y acompañe a todos los Jesuitas», para que «fieles al carisma recibido y tras las huellas de los santos de nuestra amada Orden, puedan ser con la acción pastoral, pero sobre todo, con el testimonio de una vida enteramente entregada al servicio de la Iglesia, Esposa de Cristo, fermento evangélico en el mundo, buscando infatigablemente la gloria de Dios y el bien de las almas».
«Con estos sentimientos, ruego a todos los Jesuitas que recen por mí y me encomienden a la amorosa protección de la Virgen María, nuestra Madre del cielo, a la vez que, como prenda de abundantes favores divinos, les imparto con particular afecto la Bendición Apostólica, que hago extensiva a todas aquellas personas que cooperan con la Compañía de Jesús en sus actividades, se benefician de sus obras de bien y participan de su espiritualidad», concluyó.