Sexualidad y documentos eclesiales

Por ello el poder decir a los fieles: «esto no lo digo sólo yo, lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica» da a todos una seguridad doctrinal y sirve para conocer lo que de verdad dice la Iglesia.

Tal vez nunca en la Historia de la Iglesia  se ha sido más consciente de las graves dificultades por las que atraviesan el matrimonio y la familia y la necesidad de acudir en su ayuda. Son muchas las cuestiones debatidas y polémicas, como la problemática en torno a la Bioética o a la Homosexualidad. El pueblo cristiano está en busca de orientación, aunque da la impresión de que ésta con frecuencia se busca lejos no sólo del Magisterio eclesial, sino lo que es peor lejos de Cristo, al que a menudo simplemente se le ignora. Esta tendencia de alejamiento de las raíces cristianas es especialmente activa en lo referente a lo sexual, considerándose a la Iglesia anacrónica y alejada de las exigencias y preocupaciones del hombre de hoy, siendo fruto del secularismo y del individualismo exacerbado, con una exaltación de la autonomía de la conciencia y del subjetivismo moral, a los que se quiere considerar como último criterio absoluto con total olvido de que la conciencia tiene que ser recta y tiene el deber de buscar no hacer lo que a mí me da la gana, sino cuál es la voluntad de Dios, voluntad de Dios que lo que pretende es ayudarnos a realizar nuestra propia perfección. Resulta bastante alarmante constatar que en la actualidad no hay un terreno donde sea mayor la discrepancia entre la doctrina oficial de la Iglesia y las prácticas de vida de tantos creyentes, como en las cuestiones que atañen a la sexualidad y al matrimonio. Y no son simplemente cuestiones de carácter ético, como el uso de anticonceptivos o las relaciones prematrimoniales, sino que el problema es más profundo, debido al desconocimiento del sentido cristiano de la sexualidad y del matrimonio.

Es evidente que con respecto al amor, la sexualidad y el matrimonio, la Iglesia tiene ante sí cuestiones y problemas de mucha gravedad. Su misión consiste en recordarnos que Cristo es camino, verdad, vida y luz de los hombres y verter el espíritu del evangelio en su mensaje sobre la relación de los sexos de modo que esa proclamación se muestre como moral sexual y matrimonial amiga de la persona humana, ayudándonos a descubrir los valores esbozados y expresados en los diversos aspectos de la sexualidad. Entre estos valores destacan las siguientes proposiciones: la procreación es buena; la procreación de los niños no alcanza su culmen sino en la educación; la vida inocente es sagrada; la dignidad personal del cónyuge debe ser respetada; el amor conyugal es santo. Estas proposiciones ponen de relieve el valor de la procreación, de la educación, de la vida, de la personalidad y del amor, valores que podemos decir son los perennes en el matrimonio. Podemos decir que bajo la influencia del cristianismo se ha desarrollado a lo largo de los siglos un tipo de matrimonio cuyo elemento determinante es la igual dignidad del hombre y de la mujer. Este arquetipo ha llegado a ser en el matrimonio sacramental el modelo religiosamente vinculante. La alianza de fidelidad del matrimonio presupone que el hombre y la mujer tienen igual valor como personas.  

En estos últimos tiempos el documento más importante surgido en referencia a los puntos que nos interesan es el “Catecismo de la Iglesia Católica”. Su pretensión, en palabras de Juan Pablo II, es que “sirva de texto de referencia seguro y auténtico para la enseñanza de la doctrina católica, y muy particularmente para la composición de los catecismos locales. Se ofrece también a aquellos fieles que desean conocer mejor las riquezas inagotables de la salvación”.

            El Catecismo es ciertamente una obra recomendable, que es de desear tengan nuestros fieles en sus casas, pues puede ser muy útil tanto como libro de consulta como para reuniones de grupos cristianos. En lo referente a la sexualidad y al matrimonio, está claro que recoge la doctrina de la Iglesia tal como está en la actualidad. Pero el mayor valor que tiene para nosotros es ser un libro de referencia, un foco de unidad. Con frecuencia, se oyen quejas sobre las cosas tan distintas que enseñan los sacerdotes sobre un mismo punto, divergencias que repercuten en escándalo y en pérdida de credibilidad. Por ello el poder decir a los fieles: “esto no lo digo sólo yo, lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica” da a todos una seguridad doctrinal y sirve para conocer lo que de verdad dice la Iglesia. 

            Las palabras que he citado de Juan Pablo II sobre el Catecismo han servido de acicate para la composición de nuevos catecismos locales. Destaca entre ellos en nuestro campo de Moral Católica y muy especialmente en la Moral Sexual, el “Catecismo Católico para adultos II. Vivir de la fe”, publicado por la Conferencia Episcopal Alemana, cuya edición española es de 1998. Recordemos que estamos ante un texto que es también Magisterio, porque se trata de una publicación oficial de la C. E. Alemana, con el visto bueno de la Santa Sede. Es un gran libro de Moral Católica, uno de los mejores que hay hoy. Y no nos extrañe por ello que ante la actualidad del tema las intervenciones magisteriales, tanto de la Santa Sede como de las Conferencias Episcopales son, podríamos decir, prácticamente constantes. 

            Los documentos más importantes de Juan Pablo II sobre la moral sexual, matrimonial y familiar, aparte del ya citado Catecismo,  son la Exhortación apostólica “Familiaris consortio”, sus Cartas “Mulieris dignitatem” y “Gratissimam sane”, así como su Encíclica “Evangelium vitae”. De la Congregación para la Doctrina de la Fe destaquemos “Persona humana”, “Donum vitae” y “Annus internationalis”, mientras que de nuestro Episcopado señalemos la Instrucción Pastoral  “La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad”, así como el “Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España”.

            Y ya en el Pontificado de Benedicto XVI se ha publicado el “Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica” y la Encíclica  “Deus Caritas est”, en la que nos dice que el amor de Dios hacia nosotros es la base de todo amor y requiere nuestra respuesta positiva de amor hacia Él. El ser humano completo no es el varón, no es la mujer, sino sólo la conjunción de ambos representa la humanidad completa, el “serán los dos una sola carne”. Abriéndose al amor, el ser humano llega al otro y también a Dios.

Pedro Trevijano, sacerdote.

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19 comentarios

Gracias por el post y la bibliografía. Dejo tres enlaces relacionados indirectamente con este tema del que habla; a algunas personas les podrán ser de ayuda:


http://infocatolica.com/blog/sarmientos.php/0909110848-respuestas-a-lectores-sobre-e


http://infocatolica.com/blog/sarmientos.php/0911240404-ies-etico-usar-vacunas-deriva


http://infocatolica.com/blog/espadadedoblefilo.php/0910271226-y-luego-dicen-que-no-hace-fal#c96795
7/12/09 8:06 PM
Estos otros tres son muy recomendables:


http://www.ncbcenter.org/NetCommunity/Page.aspx?pid=967


http://www.aebioetica.org/cb70.htm


http://arvo.net/biologia-humana/gmx-niv74.htm
7/12/09 8:56 PM
Los catecismos no son Magisterio, son compendios, con más o menos acierto.

Yo he tenido discusiones interminables en foros con determinados asuntos usando el Catecismo que no llegaban a mucho por la confusión presente.
Recuerdo perfectamente las dificultades y arduas "negociaciones" que tuvo que soportar el Papa para conseguir el primer catecismo oficial. En muchos puntos, por la amenaza explícita de cisma catecismal (por ejmplo en Holanda) se tuvo que llegar a compromisos. Dios quiera que mejore y se digan las verdades con más claridad y menos re-vueltas verbales.

Por cierto, Dios me libre de tomar como Magisterio de la Iglesia ningún documento salido de la Iglesia alemana. Ninguna CE de ningún país emite Magisterio alguno. Menos, la alemana.
8/12/09 10:38 AM
Pedro Trevijano
Juan Pablo II: Constitución Apostólica "Depositum Fidei": "El 'Catecismo de La Iglesia Católica'que aprobé el 25 de Junio pasado, y cuya publicación ordeno hoy en virtud de la autoridad apostólica, es una exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina católica, atestiguadas o iluminadas por la Sagrada Escritura, la Tradición apostólica y el Magisterio eclesiástico. Lo reconozco como un instrumento válido y autorizado al servicio de la comunión eclesial y como norma segura para la enseñanza de la fe".
El Catecismo es Magisterio Ordinario y lo que él contiene en las notas teológicas de nuestra época de seminaristas sería probablemente doctrina católica. Salvadas las distancias, es decir con menos categoría, lo mismo hay que decir de los catecismos nacionales y de los documentos de las conferencias episcopales e incluso de los Obispos. Yo, mientras la Santa Sede no los desautorice los considero documentos del Magisterio, aunque es indudable que no puedes valorar igualmente todo el Magisterio ordinario. En él hay muchas categorías. Basta con mirar el Denzinger. Un cordial saludo Pedro Trevijano.
8/12/09 2:21 PM
Gracias Padre. Mejor las cosas con matices, seguro, pero obviamente me refiero a los tipos de documentos más autorizados del Magisterio, si no extraordinario, al menos sí pontificio. Porque si algo domina es estos asuntos es la confusión y el modernismo.

Sólo hay que ver las cosas que salían de Obispos holandeses y hasta alemanes cuando se redactaba el Catecismo y los Holandeses se negaban a aceptar la redacción y crearon el suyo propio. Y todavía recuerdo la trifulca posterior del Papa Juan Pablo II con el presidente de la CEE de Alemania por el tema de la participación de la Iglesia en la cadena legal del aborto.

Esperar que algo especialmente válido en tema de moral salga de la Iglesia alemana de 1998... es para mi gusto esperar demasiado. A saber qué habrán escrito los mismos que querían participar activamente en la cadena abortiva en Alemania contra los deseos del Santo Padre.

Con el magisterio ordinario, quizás hasta me debo creer o respetar lo que acaba de decir Monseñor Martínez en Barcelona. :-)

Yo no desautorizo al Catecismo, en el sentido de que diga algo contra la fe. Lo que digo es que en algunos temas, es muy confuso, porque se tienen que decir las cosas no con claridad, sino con malabarismos y pegando unos buenos saltos de numerales hasta que se entera uno de cosas.
Supongo que esto es así porque la "diplomacia" en aquellos años de tanta ingeniería progre en lo teológico forzaba a llegar a esos compromisos. Por eso, es por lo que quería enfatizar que no es Magisterio (pata negra) sino más bien compendio de Magisterio.

Dios le bendiga.
9/12/09 11:18 AM
cipriano polo
La moral católica, cuyos postulados de verdad objetiva y universalizable no pasan de aporías para algunos de los más lúcidos críticos del teísmo en general y del cristianismo católico en particular (por citar solamente a dos españoles, Gustavo Bueno y Gonzalo Puente Ojea), enseña exactamente eso que usted tan amena y pedagógicamente expone.
Sin embargo, a mi juicio que mucha gente lo que no está dispuesta a admitir que esa postura tradicional de la Iglesia católica sea la única y la más verdadera y exacta verdad moral sobre sexualidad humana. Y conocen todas esas personas, o la mayoría de ellas al menos, que si se encuentran con una dificultad (estrés familiar, deseo de no tener más descendencia, imposibilidad práctica de conciliar vida familiar y vida profesional...), la Iglesia les va a recordar lo que ya saben y que en realidad no desean seguir escuchando. La Iglesia les hablará de que por nada del mundo deben usar métodos anticonceptivos, verbigracia, cuando justamente la derogación de esa prohibición es lo que la mayoría de los fieles espera escuchar de las más altas instancias de la Iglesia católica romana.
De ahí que la mayoría delos ciudadanos haga de su capa un sayo en esos asuntos de moral sexual; se conforman a pasar del Magisterio, con mayor o menor pesar de la conciencia, pero es un hecho que pasan. El Magisterio exhorta a creer, incluso amenazando con que las personas que así actúan (usando en sus respectivas vidas sexuales métodos anticonceptivos) comprometen su propia salvación eterna; pues ni con esas.
Repito que a muchos lo que les molesta especialmente no es tanto la posible constatación de que la propuesta de moral sexual católica no sea estupendamente correcta, cuanto la pretensión de que sea la única posible, la única correcta, verdadera y querida por Dios.
¿Fruto todo ello del relativismo, que para Benedicto XVI es dictadura y negación de la verdad, pero que para el filósofo italiano Paulo Flores D'Arcais (y para los dos pensadores ateos antementados, y para Fernando Savater, Javier Sádaba, Alfredo Fierro, etcétera) es simplemente la constatación de la pluralidad de enfoques, ideas, ideologías y conciencias?
¿Fruto todo ello del secularismo? Podría ser.
9/12/09 1:56 PM
Luis Fernando
Cipriano:
Sin embargo, a mi juicio que mucha gente lo que no está dispuesta a admitir que esa postura tradicional de la Iglesia católica sea la única y la más verdadera y exacta verdad moral sobre sexualidad humana.

Luis Fernando:
Claro, tampoco hay mucha gente dispuesta a admitir que Cristo es Dios hecho hombre, Mesías de Israel y Salvador de todos los que se acerquen a él. Pero no por ello la Iglesia va a renunciar que eso, y precisamente eso, es la verdad absoluta.

Lo ridículo es que haya quien pretenda ser católico y no aceptar las enseñanzas del magisterio católico. Es como pretender ser musulmán y no creer en el Corán.

A quien no le guste que haya personas e instituciones que dicen mantener la verdad de Dios, que no se acerque al catolicismo ni a cualquier otra religión con idénticas pretensiones.
9/12/09 2:06 PM
cipriano polo
Los colegios pertenecientes al Opus Dei cobran, de media, entre 500 y 600 euros mensuales por alumno: enseñanza elitista, completamente privada, formadora de minorías selectas...
La Iglesia magisterial acepta ese tipo de plataformas educativas, por cuanto ni las prohíbe ni las desaconseja; al contrario, las fomenta.
Mucha gente (haciendo uso de su libertad, libertad que con tanta animadversión y saña ha perseguido la Iglesia católica durante 2.000 años) ve más antievangélica la realidad de muchos centros educativos católicos que la propuesta de reforma de algunos aspectos de la moral sexual que pretenden muchos teólogos, teólogas y comunidades de creyentes.
9/12/09 2:27 PM
Luis Fernando
El coste por alumno de la escuela pública duplica el que cuesta en la concertada, religiosa o no. Por tanto, el Estado se ahorra un pastón con la escuela católica.

Respecto a los colegios privados no concertados, católicos o no, que se costean los padres, están permitidos por la Constitución, la cual garantiza el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación en la escuela conforme a sus valores y creencias. Y si un padre quiere gastarse el dinero para que sus hijos reciban una educación mejor, pues perfecto. Ocurre igual con la Univerdidad. El que tiene dinero, envía a sus hijos al extranjero para que puedan formarse en buenas universidades, ya que ninguna de las españolas está entre las cien mejores del mundo.

Al que no le guste eso, que pida la reforma del texto constitucional. Y de paso, la reforma de la Declaración de los Derechos Humanos, que también habla de ese derecho.

Y, dicho sea de paso, este tema no tiene nada que ver con el del artículo, así que absténgase de llevar la discusión por ese lado.
9/12/09 2:37 PM
Tulkas
"Los colegios pertenecientes al Opus Dei cobran, de media, entre 500 y 600 euros mensuales por alumno: enseñanza elitista, completamente privada, formadora de minorías selectas..."

Yo conozco varios y bueno... calidad muy variable. Son iniciativa privada, NO DE LA IGLESIA.

La Iglesia tiene COLEGIOS DIOCESANOS mucho más baratos, y frecuentemente mejores que todo el Grupo Fomento entero.

Cipriano: para aporías, hijo... las tuyas.
9/12/09 9:28 PM
cipriano polo
Yo no hablo de aporías; los que hablan de aporías en referncia a la doctrina católica son, en España, entre otros muchos, Gustavo Bueno, Gonzalo Puente Ojea, Javier Sábada, Fernando Savater, Antonio Campillo...
Si quieres tú, Tulkas, dialoga con ellos.
Por lo demás, una diferencia creo que sustancial entre mis propuestas y las de ustedes es que las mías no pasan de ser opiniones desde la perplejidad;las de ustedes, por lo común, son afirmaciones -no entro en si aporías o no- fundamentalistas, es decir, excluyentes e irrespetuosas hacia la verdad del otro.
Cada vez que he intentado exponer en los foros de InfoCatolica.com una opinión discrepante, en todo o en parte, de la doctrina oficial de la Iglesia, enseguida se les ven a ustedes las orejas de neoinquisidores.
Por lo demás, he querido llevar el terreno del debate ligeramente fuera del asunto del artículo del sacerdote Pedro Trevijano porque,acaso como no podía ser deotra forma aquí en estos foros, algunos de ustedes se permiten acusaciones sumarísimas a mi juicio teribles, injustas, despiadadas, del tipo,pongamos, "si tal fiel católico discrepa de la enseñanza magisterial de la Iglesia en algunos aspectos de la moral sexual es que es mal católico".
Pienso entonces en Bernard Häring, en Carlo Maria Martini, en Pedro Casaldáliga, en Tomás Balduino, en Juan Masiá Clavel... Y sobre todo en cientos de millones de católicos que vivien su sexualidad al margen de las enseñanzas oficiales de la Iglesia,cierto, en moral sexual, sólo que también se vaten el cobre en la lucha solidaria y por la libertad y la justicia en los movimientos sociales.
9/12/09 11:17 PM
O sea que afirmar algo es irrespetuoso para el prójimo. Es la guinda que faltaba a la dictadura del relativismo.
10/12/09 10:34 AM
nuska
el problema de la no aceptacion de muchos catolicos sobre la sexualidad enseñada por el magisterio de la iglesia, es la separacion que hace el mundo de la sexualidad ,no como amor ,entrega al otro y la procreacion.
los hijos son una consecuencia no deseada, esta ahi mi deseo y nola voluntad de dios, nos convertimos en dioses
recomiendo la lectura de las catequesis de jpii sobre la teologia del cuerpo
10/12/09 2:12 PM
solodoctrina
Excelente artículo del P Trevijano sobre la moral católica en lo relativo al sexo -los cristianos la llamamos la virtud de la castidad- y documentos eclesiales relacionados.

A la imprescindible lista proporcionada, agregaría la muy orientadora guía de carácter pastoral formulada por el Pontificio Consejo para la Familia, en 1995, bajo el pontificado de Juan Pablo II Magno llamada SEXUALIDAD HUMANA: VERDAD Y SIGNIFICADO.

----> http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/documents/rc_pc_family_doc_08121995_human-sexuality_sp.html


Pienso que la castidad es la menos popular de las virtudes cristianas. Porque su vivencia exige esfuerzo personal y claridad mental en alto grado.

Hay algunos cristianos despistados que "discrepan" con la práctica de esta virtud, pero no hay forma de escapar a ella. La norma es tajante: o matrimonio con completa fidelidad a la pareja o total abstinencia. Y en esto la opción es clara. O el cristianismo está equivocado o las mayoritarias prácticas sexuales actuales están equivocadas. Uno u otro. No hay intermedios. Y siendo católico opino que el uso banalizado del sexo en esta época -impulsado por la catequesis reiterada hasta el cansancio por los mass media- es un uso desviado del instinto sexual.
10/12/09 4:18 PM
Tulkas
Cipriano:

Primero te calmas.

1.-Yo no sé si usted habla o no de aporías, asunto que pertenece en exclusiva a su tejido neuronal. Pero ciertamente sí abre un diálogo con una descalificación rotunda de todo un cuerpo de doctrina de la Iglesia, y no de "una doctrina".

2.-En cuanto dejas de usar la espada de otros, de los de las aporías tuyas y suyas, tu argumento se limita SIEMPRE, EN TODAS Y CADA UNA DE TUS PARTICIPACIONES EN RESPUESTA AL PADRE TREVIJANO DESDE HACE MESES, en decir que hay "muchos" fieles católicos que no están de acuerdo con cierto punto doctrinal. PUNTO. No expones más argumento.

En ningún caso haces un análisis más profundo de la cuestión en ningún aspecto: ni antropológico, ni bíblico, ni psicológico, ni sociológico... sólo dices que el parecer caprichoso de unos tantos es enfrentarse a la doctrina eclesial.

Y ante eso se te responde debidamente.

Nada más.
10/12/09 5:54 PM
Luis Fernando
Cipriano Polo, empezaba su último comentario escribiendo esto:

Dios santísimo -o Satanás, en su defecto- nos libren de personas y personalidades furibiundamente intransigentes como las de ustedes.


Pues bien, yo no sé si Dios Santísimo o Satanás le van a librar a usted de nosotros, pero yo sí voy a librar a InfoCatólica de sus comentarios. Absténgase de volver a escribirlos. Serán todos borrados.
11/12/09 5:05 PM
Renacuajo
O sea, resumiendo, que lo que le molesta a cipriano polo es que le lleven la contraria (o, más exactamente, que se la lleven a los que él cita, porque él está instalado en la perplejidad, y sólo se limita a mencionar la opinión de otros, y tal).
Qué lucidez.
11/12/09 7:26 PM
Manuel
El debate es muy interesante, ciertamente la mayoría de los católicos que se consideran como tales han aceptado pautas de comportamiento contrarias al Magisterio. Me refiero a las relaciones prematrimoniales, anticoncepción, divorcio. Estos tres pilares van dirigidos contra la virginidad, castidad, fidelidad. Son tres conceptos que actualmente parece imposible defenderlos de una manera atrayente. ¿Cómo proponer una vida de autocontrol, de amor, de procreación?. En mi opinión estos valores son el futuro, quizás no tanto el presente, pero los resultados de aparcarlos de nuestra vida no son precisamente la felicidad y esto al final terminará pesando.

Me parece muy importante la distinción que hace Pedro Trevijano en "las siguientes proposiciones: la procreación es buena; la procreación de los niños no alcanza su culmen sino en la educación; la vida inocente es sagrada; la dignidad personal del cónyuge debe ser respetada; el amor conyugal es santo". Cada una de esas proposiciones es un debate, todas son interesantes: no sólo se es padre por tener un hijo, sino por responsabilizarse de el y educarle; no toda vida es sagrada: la vida de un asesino, un terrorista, un violador siempre tendrá menor valor que las de sus víctimas inocentes. En el amor conyugal no basta con amar a tu esposa, hay que respetarla (amar y respetar) y eso incluye la sexualidad. No todos los amores son santos, no todos los deseos son respetables, el amor conyugal es santo.

Por último, Luis Fernando tu sabrás las barbaridades que ha escrito Cripriano y tu eres el que ha de moderar el foro, sin discutir tu autoridad y capacidad, piensa que las opiniones contrarias dan fuerza e interés al debate.

Cipriano no veas la paja en el ojo ajeno y desprecies la viga en el propio.
12/12/09 7:26 PM
Luis Fernando
Las opiniones contrarias son aceptadas. Las faltas de respeto y los desvíos hacia otros temas, no.
12/12/09 9:36 PM

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