Mejor llamémoslo Instituto «Amoris Laetitia». Llegó el enterrador de la «Humanae Vitae»

Mejor llamémoslo Instituto «Amoris Laetitia». Llegó el enterrador de la «Humanae Vitae»

Sandro Magister publica el análisis de Thibaud Collin sobre el nombramiento ya efectuado de Philippe Bordeyne, teólogo como decano del Pontificio Instituto Teológico «Juan Pablo II» para las Ciencias del Matrimonio y la Familia. Bondeyne lleva años defendiendo la superación de la Humanae Vitae y el replanteamiento de la teología de la familia, que para él «no se detiene en absoluto en el triángulo pequeñoburgués de un padre, una madre y unos hijos»

El anunciado nombramiento del arzobispo Philippe Bordeyne, actual rector del Institut Catholique de París, como decano del Instituto Pontificio Juan Pablo II es la última etapa en la refundación llevada a cabo por el arzobispo Vincenzo Paglia y por el papa Francisco de esta institución explícitamente deseada por San Juan Pablo II y fundada por Carlo Caffarra, el futuro cardenal. Esto confirma que esta refundación es una verdadera revolución.

La rica reflexión del Papa polaco sobre el cuerpo sexuado, el matrimonio y la familia puede entenderse como una respuesta al fracaso de la recepción de la encíclica «Humanae vitae» de san Pablo VI. Ciertamente, este documento no toca la totalidad de esos temas, ni mucho menos, pero puede considerarse como la piedra de toque de toda la doctrina de la Iglesia sobre la sexualidad y el matrimonio. La mentalidad anticonceptiva a la que se opone la encíclica es, en efecto, objetivamente la condición de posibilidad de la legitimación social del aborto, de las tecnologías reproductivas y de todas las reivindicaciones LGBTQ.

Ahora, la refundación del Instituto Juan Pablo II iniciada hace unos años por Monseñor Paglia, mediante el despido de buena parte de sus profesores y el nombramiento de teólogos como Maurizio Chiodi y Gilfredo Marengo, claramente ya no toma la «Humanae Vitae» como piedra de toque. Este documento es visto ahora como demasiado «abstracto» y «teórico»; el estatus que se le otorga hace que sólo sea un ideal, aunque se le califique de «profético», como si fuera un adorno que se coloca en la repisa de la chimenea para decorarla y no se vuelve a tocar. El nombramiento de Philippe Bordeyne confirma este cambio de paradigma. Que se le juzgue por los hechos. Esto es lo que él dice en un texto escrito con motivo de los sínodos de 2014 y 2015 sobre la familia:

«La encíclica 'Humanae vitae' enseña que los métodos naturales de control de la fertilidad son los únicos lícitos. Sin embargo, hay que reconocer que la distancia entre la práctica de los fieles y la enseñanza del Magisterio se ha hecho aún más profunda. ¿Se trata de una mera sordera a las llamadas del Espíritu, o es fruto del discernimiento y la responsabilidad de las parejas cristianas sometidas a la presión de los nuevos modos de vida? Las ciencias humanas y la experiencia de las parejas nos enseñan que las relaciones entre el deseo y el placer son complejas, eminentemente personales y, por lo tanto, variables según la pareja, y que evolucionan con el tiempo y en el interior de la pareja. Frente al imperioso deber moral de luchar contra las tentaciones del aborto, del divorcio y de la falta de generosidad ante la procreación, sería razonable dejar el discernimiento de los métodos de control de la natalidad a la sabiduría de las parejas, poniendo el acento en una educación moral y espiritual que permita luchar más eficazmente contra las tentaciones, en un contexto a menudo hostil a la antropología cristiana».

«En esta perspectiva, la Iglesia podría admitir una pluralidad de caminos para responder a la llamada general a mantener la apertura de la sexualidad a la trascendencia y al don de la vida. [...] La vía de los métodos naturales, que implica la continencia y la castidad, podría recomendarse como un consejo evangélico, practicado por parejas cristianas o no cristianas, que exige el autodominio de la abstinencia periódica. La otra vía cuya licitud moral podría admitirse, confiando la elección a la sabiduría de los cónyuges, sería el uso de métodos anticonceptivos no abortivos. Si los cónyuges deciden introducir estos fármacos en la intimidad de su vida sexual, se animarán a redoblar su amor mutuo. Esto último es lo único que puede humanizar el uso de la tecnología, al servicio de una ecología humana de la generación» (»Synode sur la vocation et la mission de la famille dans l'Eglise et monde contemporain. 26 théologiens répondent», Bayard, 2015, pp. 197-198).

Esta cita es una condensación de lo que un gran número de teólogos y episcopados han dicho sobre la norma ética recordada por san Pablo VI y fundada antropológicamente por san Juan Pablo II en la catequesis sobre la »teología del cuerpo« y moralmente en la encíclica «Veritatis splendor».

Pero ahora se ha cerrado el círculo: ¡el espíritu eclesial de los años setenta ha terminado por conquistar Roma! ¿Pero por qué la »distancia« se ha hecho tan «profunda», si no es porque la mayoría de los pastores, al no haber querido abrazar esta buena noticia sobre el control de la natalidad, identificada como una carga insoportable, nunca la han transmitido realmente a los que se les había confiado? De allí en adelante, ¿por qué hablar entonces de «sordera» a las llamadas del Espíritu como si, efectivamente, su voz hubiera llegado a los oídos de los fieles?

La realidad es que gran parte de éstos últimos no han oído hablar de la doctrina de la Iglesia sobre este tema, salvo por los medios de comunicación dominantes. Como no se ha hecho el trabajo de transmisión, no sorprende que no se haya producido la asimilación.

Por lo tanto, es fácil decir que, al no ser aceptado el documento, sería necesario pasarlo por el tamiz de las ciencias humanas y la »sabiduría« de las parejas. Un razonamiento circular que permite descartarlo con discreción. Hacer de la regulación natural de los nacimientos el objeto de una opción revela que el sacramento del matrimonio ya no es percibido como orientado a la santidad a la que están llamados todos los bautizados.

¿Cómo no ver que estas afirmaciones relativizan gravemente la enseñanza del Magisterio e inducen a error a las parejas de buena voluntad, que en consecuencia ven esta norma ética no como un camino hacia la felicidad sino como un ideal casi inhumano? La doctrina de la »Humanae Vitae« exige ciertamente ser encarnada en una pastoral y en una »educación moral y espiritual», pero ésta no debe ser medida por las ciencias humanas, que por su naturaleza son incapaces de captar la verdad del lenguaje de los cuerpos. El objetivo de la educación es la subjetivación adecuada, es decir, la libre realización del verdadero bien humano.

Los pastores y los laicos comprometidos en la pastoral matrimonial deben, por tanto, trabajar para hacer amoroso el bien que se consigue en los actos libres a través de los cuales los cónyuges significan en el lenguaje corporal la verdad de su amor conyugal. Afirmar que se debería dejar a la conciencia de las parejas la elección del método anticonceptivo revela que la norma ética se aplica en forma externa, sin comprometer a la persona en su totalidad; en definitiva, en una forma que ya es técnica, un poco como si yo me preguntara: «Tengo que ir a tal o cual sitio: ¿tomo la bicicleta o el automóvil?». De ahí la expresión tan reveladora que es «la humanización de la tecnología a través del amor», cuando en realidad precisamente la introducción de la tecnología termina por oscurecer el don de sí mismo, haciendo de la unión de los cuerpos una especie de mentira, que ya no significa objetivamente la comunión de los esposos. ¡El colmo de la confusión se alcanza cuando se indica que esta humanización de la tecnología debe ponerse al servicio de la ecología humana!

Sólo la virtud de la castidad - intrínsecamente ligada al bien de la comunión conyugal y fuente de continencia temporal, pero sin reducirse a ella - puede salvaguardar, en la unidad de la persona en cuerpo y alma, la verdad del amor. Sólo la castidad eleva la vida sexual de los esposos a la altura del valor de la persona y evita reducirla únicamente a los valores sexuales. En el ámbito del amor, la tecnología no puede ni podrá nunca sustituir a la virtud.

Por último, es sorprendente pensar en la anticoncepción como una especie de baluarte contra el aborto, cuando todos los estudios demuestran lo contrario, que el progreso de la mentalidad anticonceptiva fomenta en realidad el aborto, por no hablar de que hoy en día muchas píldoras [anticonceptivas] son también abortivas.

En definitiva, el nombramiento como director de un personaje como Philippe Bordeyne confirma que el Instituto Juan Pablo II, en plena hemorragia de alumnos, debería, por honestidad intelectual, cambiar de nombre. Podría llamarse, por ejemplo, Instituto «Amoris laetitia».

 

Publicado originalmente en el blog de Sandro Magister

 

25 comentarios

Pedro
Copio:

"sería razonable dejar el discernimiento de los métodos de control de la natalidad a la sabiduría de las parejas, poniendo el acento en una educación moral y espiritual que permita luchar más eficazmente contra las tentaciones"

Justamente eso dijo el congreso de Lambeth en los años 30 (documento comentado por el poeta T.S. Eliot en su día). Ya sabemos dónde terminó eso para los Anglicanos. ¿o no lo sabemos? Llamemos a Elton John a que nos lo explique.
17/03/21 7:40 PM
Jose 2 catolico español indigena
Si Jesus el Nazareno Bar-abbá hubiera querido bendecir las uniones bestiales u otro tipo de uniones adicionales al modelo de la familia de Nazareth, lo hubiera hecho.
El culto a Baal lo permitía todo.
Yo estoy convencido que el Señor vendrá de nuevo cuando solo quede un fiel, con lo que queda mucho salvo un holocausto nuclear o un SARS-3 en pocos meses.
Nos toca luchar que nos jugamos la Vida eterna.
17/03/21 8:06 PM
Jk
Ayer una de cal y hoy una de arena, ¡pero que pontíficado este! Siembran y riegan el trigo y a la par la cizaña. Hacia donde va la Iglesia con tanta confusión y falta de coherencia.
17/03/21 8:06 PM
hornero (Argentina)
La vida del ser humano sólo biológica, es decir, animal, no comprende de modo total la vida humana, que es espiritual-trascendente. Por lo cual, si se desprecia ésta, se desprecia la humanidad, que irá necesariamente a su extinción como tal, por la anticoncepción, por el virus, o por las armas nucleares. El ser o el anti-ser, la verdad o el error, el bien o el mal, la vida o la muerte, los hijos o las mascotas, el sacrificio o el consumismo, el heroísmo o la traición, la santidad o la perversión: "Ser o no ser, esa es la cuestión" (to be, or not to be, that is the question), Hamlet.
17/03/21 8:34 PM
Pepe
La mentalidad anticonceptiva lleva al aborto, porque si ésta falla ¿qué solución hay?, si se ha promovido antes que se pueden tener relaciones sin tener que hacerse responsable de la nuevas vidas que se formen. Sino no sería lógico asumir que es más ó menos lícito usar medios anticoncpetivos para que no haya embarazos y cuando esta falla (y es relativamente frecuente en momentos de pasión) tener que asumir la carga de un hijo que no ha sido deseado con todo lo que conlleva, más teniendo en cuenta que la sociedad y los medios de comunicación inducen a usar el aborto. Creo que se juega un poco a aprendiz de brujo sin preveer consecuencias a largo plazo en lugar de fiarse más de que la doctrina y la tradición han sido formadas por siglos de sabiduría, y no por mantener normas por sí mismas.
17/03/21 9:07 PM
Carlos
Pero esta hombre esta loco o que! Madre mía pero esta escrito "ya no soportan la sana doctrina"
17/03/21 9:21 PM
fernand sanchis
Juan Pablo II fue uno de los mayores papas de la historia! Y resulta que también fue un santo! Tirar por la borda su enseñanza en una materia tan fundamental como la familia, nombrando a la cabeza del Instituto que lleva su nombre a un señor que se opone abiértamente a sus preceptos, es un grave error! No pongo en duda en absoluto la caridad, ni la santidad personal del papa Francisco, pero se comprende cada vez mejor por qué, a lo largo de los siglos, nunca antes se habia elegido a un jesuita para ocupar la silla de Pedro!
17/03/21 11:10 PM
Jorge Cantu
El Instituto Católico de París solía ser baluarte de la Fe y la intelectualidad católica, ahora, a juzgar por su 'ilustre' director, debe ser una cueva de demonios.
17/03/21 11:12 PM
Jaime V
Poca teología se necesita para entender que respetar la naturaleza del acto sexual, aunque no se engendre un nuevo hijo por practicar tal actividad en momento no fértil, no es lo mismo que modificarla artificialmente - con un medio anticonceptivo - para que no se genere un nuevo hijo por considerarlo una consecuencia mala de un acto - como el sexual - que es bueno en su debido entorno.

El resultado es el mismo, no hay hijo.

Sin embargo, el primero, analiza la naturaleza de las cosas y se somete a ella porque ve la mano creadora de Dios en su origen, mientras que el segundo, con una mentalidad resultadista, modifica los medios porque a la vista de un igual resultado equipara esta opción a la primera.

Esto no es teología de alta erudición, es puro sentido común.

Además quien sepa algo de biología conoce que unos 23-25 días al mes son infértiles por el puro ciclo de ovulacion de la mujer, por lo que no vayamos de pistoleros y, seamos honestos, 5 - 7 días de abstinencia al mes no es la meta inalcanzable de ascetas abnegados, sino la más tozuda realidad de miles de matrimonios que se enganchan a una serie en vez de meterse en la cama.
17/03/21 11:50 PM
Compatriota
Otro gol en propia meta ?
Recemos por el Papa y por la Iglesia
18/03/21 12:30 AM
Vicente
Amoris laetitia defiende la H. V. de Pablo VI.
18/03/21 12:31 AM
Lector
Es increíble que Mendoza el de la UCAM, autoerigido campeón de las familias numerosas, haya deseado tanto el Instituto Juan Pablo II para hacerle este roto a la fe. Es inconcebible que ni Kiko ni nadie del Camino digan una sola palabra. ¡Cómo nos han pitufeado a todos!
18/03/21 2:24 AM
SS
La cizaña , está dentro, pidamos la intercesión de nuestra MADRE , LA SANTISIMA VIRGEN MARIA, Un abrazo,
18/03/21 6:20 AM
Imanol
Al mal espiritu se lo enfrenta sin miedo, sabiendo que la victoria es de Dios. Sin miedo a estirpar estos guias ciegos.
18/03/21 6:43 AM
Tomás Bertrán
Siempre la HV ha dado miedo. Y lo curioso es que han sido los episcopados de países ricos los que más se han opuesto a esta Encíclica, y los pobres los que mejor la han recibido y celebrado.
Para mí, la HV es el Evangelio del Matrimonio. Y su negación lleva a la no concepción, tanto del niño como del viejo. Es la mentalidad del no concebir al que molesta, ya sea no favoreciendo la vida o matándola. En fin, la cultura de la muerte.
18/03/21 9:59 AM
Pepe
Creo que con la anticoncepción se piensa más en uno mismo, mientras que la en la mentalidad tradicional se va más para darse. Y esta diferencia de mentalidades afecta por ejemplo cuando llegan las dificultades y se ven más familias rotas.
18/03/21 12:38 PM
Pepe
Añadiría que si se ha promovido una mentalidad individualista luego va a ser más difícil hacer sacrificios por ejemplo con enfermos graves, y llega la eutanasia, cuando además ha caído la natalidad y son menos los que sostienen el sistema. Un mal lleva a otros.
18/03/21 12:56 PM
Chico
Doctrina piis auribus offensiva y proxima a la herejia. Debe ser desterrada cuanto antes, por ser peligrosa para la Fe popular
18/03/21 1:01 PM
Octavio
Ahora con las ministras y este exabrubto, que ni el Papa corrige poco a poco va la Iglesia en la pendiente de la heterodoxia y rompiendo con la tradición; si Dios no remedia no reconoceremos a la iglesia en un futuro no tan lejano.
18/03/21 8:57 PM
Alfonso
Mt 15; 13 ... El contestó y dijo: Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada. 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.

Pero ¿quién tiene la autoridad concedida para desarraigar la planta que el Padre celestial no ha plantado? Para eso hace faltar discernimiento, y discernir es cribar las ideas, la doctrina, para ver lo que el Padre ha plantado o no. ¿Quién tendría que decir a los tales que son guías ciegos que cegando a otros les hacen caer en la fosa en que ellos están?
19/03/21 10:22 AM
maru
Y por qué lo nombraron? Pero qué hace el Vicario de de Cristo? Por qué permite estos nombramientos? Acaso ve que ésto es normall? Si es así, mal asunto, muy malo.
19/03/21 12:28 PM
Andrés Guerrero González
En lo personal creo que las parejas necesitamos la orientación de la iglesia, que es madre y maestra en lo que respecta al plan de Dios para la familia, no necesitamos que nos “suavicen” el camino, necesitamos que nos orienten en la verdad y con caridad, que nos alienten a llegar a la cumbre aunque implique un esfuerzo heroico, pero sabiendo que ese es el plan de Dios. Dios no pide imposibles ni nada que vaya en contra de la naturaleza humana que el creó. Hoy, ante tantas tinieblas en lo que respecta a la familia y la relación entre el hombre y la mujer. Las parejas necesitamos beber de esa fuente de agua viva que el Espíritu santo derrama en la Iglesia, necesitamos sana doctrina y las gracias que nos da la iglesia para poder cumplir con la voluntad de Dios.
Cuando se dice que “…La otra vía cuya licitud moral podría admitirse, confiando la elección a la sabiduría de los cónyuges, sería el uso de métodos anticonceptivos no abortivos. Si los cónyuges deciden introducir estos fármacos en la intimidad de su vida sexual, se animarán a redoblar su amor mutuo.” Obviamente que no se animarán a “redoblar” su amor mutuo, (sino, las parejas que las utilizan no se separaría, sino que redoblarían su amor, lo cuál no se ve que ocurra) más bien tenderíamos a ser más egoístas, ya que buscaríamos a la pareja más por placer y habría más desorden debido a que se cierra la puerta a la vida alterando la naturaleza reproductiva. Las parejas muchas veces no estamos bien formadas para tomar deci
19/03/21 8:40 PM
Linus
¿ Porqué manchan el nombre de San Juan Pablo II ? Después de la LIMPIEZA , quieren confundir más aún a los fieles .
Ya lo han hecho. Pero el nombre de S, Juan Pablo sigue ahí.
Sólo queda Polvo y Paja.
20/03/21 8:11 PM
Natanael
«¿Se trata de una mera sordera a las llamadas del Espíritu, o es fruto del discernimiento y la responsabilidad de las parejas cristianas sometidas a la presión de los nuevos modos de vida?»

Es decir, primero nos ocupamos de enseñar al pueblo, ¿fiel?, la anticoncepción. Pues la lucha contra la humanae vitae fue muy activa. Y ahora venimos con que el hecho de que los católicos usen anticonceptivos debe ser profético.

Es que los lobos enseñaron antes el camino del mal y ahora lo quieren consagrar.
22/03/21 10:27 AM
Fred
Todo indica que muchos clérigos están más atentos al espíritu mundano, que al Espíritu Santo.
23/03/21 11:40 AM

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