El Papa dijo en AL 56.600 palabras; pero no estas cinco

Al leer los documentos de la Iglesia no se puede contraponer a un sínodo con otro y a un papa con otro. Por la hermenéutica de la continuidad no se puede atribuir al papa Francisco la intención de cambiar esta doctrina del magisterio. Quién hace lo contrario no hace un buen servicio al Papa y a la Iglesia.

El punto más difícil de interpretar de la «Amoris laetitia» es el nº 305, que dice:

«A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado –que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno– se pueda vivir en gracia de Dios, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia».

No nos detenemos a considerar en qué sentido se puede estar en la gracia de Dios en medio de una situación objetiva de pecado. Ciertamente, es justo que cualquier persona, en cualquier situación, reciba «la ayuda de la Iglesia». En este punto el documento remite a la nota al nº 351: 

«En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos». De la confesión y la comunión, se entiende, y precisa que la Eucaristía «no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles»

¿Cómo interpretar el texto y esta explicación de la nota? Hay dos alternativas, una «de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia», como el mismo Papa dice en el nº 300; y otra que terminaría introduciendo el divorcio en la Iglesia Católica.

La primera es la siguiente: El Papa dice: «en ciertos casos». De hecho, hay dos casos en las que es posible dar la comunión a los divorciados vueltos a casar: cuando hay certeza moral que el primer matrimonio era nulo, pero no hay pruebas para demostrarlo en los tribunales (y por lo tanto no se puede obtener la anulación canónica); y luego cuando los dos divorciados vueltos a casar aceptan abstenerse de los actos propios de los cónyuges, y por lo tanto dejan de vivir como marido y mujer. En estos dos casos se puede dar la comunión, con cuidado de evitar el peligro de escándalo.

Pero hay que tener en cuenta que el Papa usa el condicional «podría ser»: lo que quiere decir que ni siquiera él está completamente seguro de que sea lo más apropiado. Esta observación es especialmente válida para la segunda alternativa. De hecho, algunos podrían interpretar estas palabras como si el Papa autorizase a dar la comunión a divorciados vueltos a casar, cuyo primer matrimonio era verdadero y justo, y en la segunda unión viven como marido y mujer. Pero el Papa no ha dado esta autorización.

Es preciso por tanto decir simplemente que el Papa en la «Amoris laetitia» ha escrito más de 56.600 palabras, pero no ha escrito estas cinco palabras sencillas: «Se puede dar la comunión a divorciados vueltos a casar» [N. de T. «È possibile dare la comunione ai divorciati risposati»] ¿Por qué no las ha escrito? Existe algún motivo. Si él no las ha escrito, creo que nadie debe introducirlas, y nadie debe hacer lo que él no ha dicho.

El papa Francisco, de hecho, no quiere ir en contra del magisterio de los papas anteriores. He aquí estas tres declaraciones precisas, especialmente de San Juan Pablo II, quien en la «Familiaris consortio», n. 84, dice: «La Iglesia reafirma su práctica, basada en la Sagrada Escritura, de no admitir a la comunión eucarística a los divorciados vueltos a casar.» En «Reconciliatio y paenitentia», n. 34, sin embargo, Juan Pablo II dice que la Iglesia invita a sus hijos que se encuentran en estas condiciones dolorosas, es decir, que están «divorciados vueltos a casar », a «acercarse a la misericordia divina por otros caminos, pero no por el de los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía». Y Benedicto XVI, en la «Sacramentum Caritatis», n. 29, reitera: «El Sínodo de los Obispos [sobre la Eucaristía, 2005] ha confirmado la praxis de la Iglesia, fundada en la Sagrada Escritura, de no admitir a los sacramentos a los divorciados casados de nuevo»

El contexto precisa el valor de estas claras afirmaciones. Al leer los documentos de la Iglesia no se puede contraponer a un sínodo con otro y a un papa con otro. Por la hermenéutica de la continuidad no se puede atribuir al papa Francisco la intención de cambiar esta doctrina del magisterio. Quién hace lo contrario no hace un buen servicio al Papa y a la Iglesia.

Por lo demás, todos estamos de acuerdo en que la Eucaristía es un «remedio» para los enfermos, pero hay algunos pacientes que son alérgicos a ciertos medicamentos, como los antibióticos: si los toman, no se curan, sino que empeoran. Y es cierto que es un «alimento para los débiles», pero ahora sabemos que hay intolerancias a los alimentos, por ejemplo, al gluten, y que el alimento mejor, como el pan, resulta ser perjudicial para las personas que lo comen.

Son sólo ejemplos y podrían ponerse otros, para decir lo mismo: la Eucaristía, que es para la vida, puede convertirse en causa de muerte. Así que ya se dijo Santo Tomás de Aquino: «Sumunt boni sumunt mali, sorte tamen inaequali, vitae vel interitus»; «lo comen los buenos y los malos, con distinta suerte, de vida o de muerte».

La Eucaristía es necesaria para la vida cristiana y para el camino espiritual. Sin embargo, si se toma sin las debidas disposiciones, resulta contraproducente, como claramente dicen los textos de Mateo 22,1 1-14 y 1 Corintios 11, 27-30. Nos encontramos en un momento delicado en el que es necesario acoger la invitación del papa Francisco a favorecer la integración de los divorciados y vueltos a casar en la comunidad eclesial, pero no hay que comprometer la verdad de la práctica sacramental de la Iglesia. La prudencia y discernimiento ayudarán a encontrar el camino correcto.

 

Del blog Settimo Cielo de  Sandro Magister en L'Expresso, quien transcribe una parte de la presentación de la AL publicada en el número de agosto del periódico Ascolta

 

19 comentarios

vicente
es necesaria una correcta hermenéutica de A. L.
26/08/16 7:08 PM
Albert L
Lo que no entiendo es por qué se publica un documento susceptible de dos interpretaciones: una conforme al magisterio y otra divorcista. Habría sido muy fácil dejar las cosas claras e inequívocas.

Otras palabras que no recoge AL son estas : quien se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio.
27/08/16 1:43 AM
Javier Gomez
Cuidado, la iglesia lo que hace es acoger a los mas necesitados y queridos de Dios, que ademas estan dispuestos a seguir la puerta estrecha que les indica el director espiritual que se les ofrezca.
27/08/16 8:56 AM
monchito
Es un tema delicado y complejo y se presta a muchas interpretaciones, pero existe un camino, es dejar que, con el tiempo, la breva madure; para eso hemos de revestirnos de una virtud fundamental que se llama humildad.- Me parece que éste es un buen sendero, el otro o los otros pueden traer incendio de pasiones.- Me gusta entender los documentos de la Iglesia, y saber esperar tiene recompensa.-
27/08/16 12:09 PM
pedro de madrids
TODO el que quiera recibir el Cuerpo de Cristo tiene que estas en gracia de Dios.(Hay quienes quieren recibirlo sin estarlo)
Esa gracia es única ,parece que Amores Laetia está cimentada sobre el filo (muy fino) de un sable y que en unos casos puede caer para un lado y en otros para el otro, con diferentes intérpretes.
Estar en gracia de Dios sólo tiene una interpretación
27/08/16 10:22 PM
Daniel Dei
"El que crea que no tiene pecado que tire la primera piedra"
28/08/16 12:37 AM
jj
Un hombre puede estar eximido de culpa de situación objetiva de pecado si subjetivamente no lo sabe, en el sentido de ignorancia insalvable...
¿Qué sentido tiene si media el sacramento de la confesión? Es decir: si alguien creyese subjetivamente que fornicar no está mal, para ello está el sacerdote que le dice que es pecado y que se arrepienta, no para que bendiga el libertinaje y se comulgue en pecado mortal.
28/08/16 12:50 AM
Chimo
Alguien dijo que la Amoris Laetitia es como un vaso de vino excelente a la que se le han añadido cinco gotitas de cianuro. ¿Alguien la bebería? ¿Desde cuando el veneno se ofrece puro? Si fuera así nunca habría envenenamientos. Se agradecen las buenas intenciones, pero no seamos ingenuos.
28/08/16 12:13 PM
Sergio
No entiendo el siguiente comentario del autor (o sí lo entiendo, pero no lo comparto):

“De hecho, hay dos casos en las que es posible dar la comunión a los divorciados vueltos a casar: cuando hay certeza moral que el primer matrimonio era nulo, pero no hay pruebas para demostrarlo en los tribunales (y por lo tanto no se puede obtener la anulación canónica)”

¿Por qué digo que no lo entiendo? Porque en este primer caso, dada la imposibilidad de obtener la anulación canónica de su primer matrimonio, el “segundo” matrimonio no es canónico. Por tanto, entiendo que tales divorciados vueltos a casar no cometan el pecado de adulterio (debido a la certeza moral sobre la nulidad de su primer matrimonio), pero sí cometerían el de fornicación (debido a que su “segundo” matrimonio no es –ni podría ser- canónico), pues sus relaciones sexuales estarían por fuera del matrimonio canónico. Luego no es posible darles la comunión.

Si estoy entendiendo o concluyendo mal, agradecería que me corrijan.
28/08/16 3:50 PM
jovi
bajo ciertas condiciones sí pueden recibir la sagrada comunión
28/08/16 5:19 PM
Mario
Porque la certeza moral,la conciencia individual, coincide en este sacramento -la forma es el sí conyugal- con la formal o legal. Que no se pueda declarar nulo un matrimonio no significa que no lo sea (como tantas veces pasa en juicios de otra especie sobre la culpabilidad o inocencia del reo).

Sería posible el matrimonio canónico pero no necesario de cara a la infusión de la gracia sacramental (la recibe por separado cada contrayente como en el resto de sacramentos)ya concedida en la primera ceremonia (ex opere operato)ni tampoco conveniente para no producir escándalo en quien no tiene porqué saber las vicisitudes de la pareja.

También se podría afirmar que la unión sexual con el primer cónyuge era fornicación desde el momento en que se adquirió la certeza de un vínculo nulo. No debe reducirse el matrimonio a una legalización de la relación sexual y sí diferenciar siempre entre vínculo y sacramento.
28/08/16 11:29 PM
Néstor
Ésa es la situación. Sabemos que la doctrina católica es que los mal llamados "divorciados vueltos a casar" que no se proponen separarse ni vivir como "hermano y hermana" no pueden confesarse ni comulgar (Familiaris Consortio 84).

Sabemos que "Amoris Laetitia" tampoco dice explícitamente que puedan hacerlo.

Pero no es clara al respecto, y por tanto, algunos dicen que no ha cambiado nada de la doctrina de siempre, y otros dicen que ahora esas personas arriba mencionadas y en la situación arriba dicha sí pueden comulgar, o sea, que sí ha cambiado la doctrina.

La doctrina católica no puede cambiar y un documento del Magisterio no puede cambiarla. Es más, nos han asegurado una y otra vez que este documento no cambia la doctrina de siempre. Pero al mismo tiempo, el documento no es claro, y hasta episcopados como el de Filipinas o Alemania dicen que ahora sí pueden comulgar estas personas, o sea, que ha cambiado la doctrina.

Porque decir que se puede comulgar sin propósito de enmienda por el pecado es cambiar la doctrina. Y en los hechos, es lo que dicen quienes sostienen que estas personas en esta situación pueden comulgar.

Por eso, parece que corresponde aclararlo, y por eso me parece buena la iniciativa de la carta de los 45 profesores.

Saludos cordiales.
29/08/16 3:07 AM
Javier
Pues yo creo que con la interpretación que realiza Domenico Marafioti, S.J. queda medianamente claro cual es la postura del Papa Francisco y de la Iglesia. Pienso que sobran interpretaciones y me parece innecesaria la carta de los 45 profesores.
29/08/16 11:36 AM
Diego F. C.
"...es posible dar la comunión a los divorciados vueltos a casar: cuando hay certeza moral que el primer matrimonio era nulo, pero no hay pruebas para demostrarlo en los tribunales (y por lo tanto no se puede obtener la anulación canónica)".

Esto no es la disciplina sacramental de la Iglesia.
29/08/16 4:18 PM
hornero (Argentina)
Lo que se cuestiona no es si el Papa tuvo la intención de afirmar cosas erróneas, sino que sus palabras inducen a tales interpretaciones erróneas. Este es el punto clave, porque no basta no afirmar errores, sino que debe afirmarse la verdad con lenguaje racionalmente aceptable y claro inmediatamente para quien lo lee y que en general no está capacitado para argucias exegéticas o interpretativas, posibles sólo a los entendidos en la materia. El Magisterio debe ser correcto en su expresión; es lo menos que se exige de un docente, que enseñe con claridad a sus alumnos. No son éstos quienes deben corregir o aclarar los textos del maestro, o consultar a otros maestros para que se los expliquen.
29/08/16 4:37 PM
Albert L
Javier, ¿queda meridianamente clara la doctrina de AL? Pues solo en este foro se pueden apreciar varias opiniones divergentes. También mantienen opiniones contradictorias cardenales, obispos y laicos. Yo mismo mantuve una intensa discusión hace poco sobre el tema. De clara, nada de nada
31/08/16 1:30 AM
Pablo
Pues yo insisto en lo siguiente:
- Ojo con los "casos excepcionales" que no dejan de ser la excusa perfecta para actuar como cabeza de un ariete para abrir camino y que después cuele todo.
- Eso de "tengo certeza moral de que mi matrimonio era nulo pero es imposible de probar"...me suena precisamente a eso. La conciencia propia como medida del pecado es un peligro muy gordo. Yo estoy harto de oir eso de "es que mi caso es diferente" para justificar lo injustificable.
- ¿Y que pasa si realmente alguien " inocente" se queda sin comulgar aún de manera injusta a lo largo de su vida?¿es que se condena o algo?. Ya Dios lo tendrá en cuenta.Mejor pecar de prudentes.
31/08/16 8:12 AM
vicente
aborrecer el pecado, amar al pecador.
31/08/16 8:35 PM
hornero (Argentina)
Si el humo de satanás entro en la Iglesia (se llame como se llame ese humo) no extraña que aparezcan argumentos y sofismas propios de "abogado del diablo".
1/09/16 3:51 PM

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