La increencia, fuente de corrupción moral

El Papa que escribió estas líneas en 1937 es Pío XI y la Encíclica se llama Mit brennender Sorge y fue escrita contra el nazismo alemán. Queda un interrogante: ¿los enemigos de la Iglesia hoy no defienden lo mismo que los nazis y que el Papa condena en estos párrafos?

La tarea que Jesucristo encomienda a Pedro y sus sucesores es confirmar a sus hermanos en la fe (Lc 22, 32). Por ello es al Papa a quien corresponde en primer lugar defender la fe y protegernos ante los errores de los adversarios y enemigos de la Iglesia, tarea que realiza con frecuencia en documentos que llamamos Encíclicas. He aquí los párrafos que me han parecido más interesantes y actuales de una de ellas:

21. La fe en Jesucristo no permanecerá pura e incontaminada si no está sostenida y defendida por la fe en la Iglesia, columna y fundamento de la verdad (1Tim 3,15). Cristo mismo, Dios eternamente bendito, ha erigido esta columna de la fe; su mandato de escuchar a la Iglesia (cf. Mt 18,17) y recibir por las palabras y los mandatos de la Iglesia sus mismas palabras y sus mismos mandatos (cf. Lc 10,16), tiene valor para todos los hombres de todos los tiempos y de todas las regiones. La Iglesia, fundada por el Salvador, es única para todos los pueblos.

34. Sobre la fe en Dios, genuina y pura, se funda la moralidad del género humano. Todos los intentos de separar la doctrina del orden moral de la base granítica de la fe, para reconstruirla sobre la arena movediza de normas humanas, conducen, pronto o tarde, a los individuos y a las naciones a la decadencia moral. El necio que dice en su corazón: No hay Dios, se encamina a la corrupción moral (Sal 13[14],1). Y estos necios, que presumen separar la moral de la religión, constituyen hoy legión. No se percatan, o no quieren percatarse, de que, el desterrar de las escuelas y de la educación la enseñanza confesional, o sea, la noción clara y precisa del cristianismo, impidiéndola contribuir a la formación de la sociedad y de la vida pública, es caminar al empobrecimiento y decadencia moral. Ningún poder coercitivo del Estado, ningún ideal puramente terreno, por grande y noble que en sí sea, podrá sustituir por mucho tiempo a los estímulos tan profundos y decisivos que provienen de la fe en Dios y en Jesucristo.

35. Es una nefasta característica del tiempo presente querer desgajar no solamente la doctrina moral, sino los mismos fundamentos del derecho y de su aplicación, de la verdadera fe en Dios y de las normas de la relación divina. Fíjase aquí nuestro pensamiento en lo que se suele llamar derecho natural, impreso por el dedo mismo del Creador en las tablas del corazón humano (cf. Rom 2,14-15), y que la sana razón humana no obscurecida por pecados y pasiones es capaz de descubrir. A la luz de las normas de este derecho natural puede ser valorado todo derecho positivo, cualquiera que sea el legislador, en su contenido ético y, consiguientemente, en la legitimidad del mandato y en la obligación que implica de cumplirlo. Las leyes humanas, que están en oposición insoluble con el derecho natural, adolecen de un vicio original.

37. Los padres, conscientes y conocedores de su misión educadora, tienen, antes que nadie, derecho esencial a la educación de los hijos, que Dios les ha dado, según el espíritu de la verdadera fe y en consecuencia con sus principios y sus prescripciones. Las leyes y demás disposiciones semejantes que no tengan en cuenta la voluntad de los padres en la cuestión escolar, o la hagan ineficaz con amenazas o con la violencia, están en contradicción con el derecho natural y son íntima y esencialmente inmorales.

40… La prensa y la radio inundan a diario con producciones de contenido opuesto a la fe y a la Iglesia y, sin consideración y respeto alguno, atacan lo que para vosotros debe ser sagrado y santo.

48. Un saludo particularmente cordial va también a los padres católicos. Sus derechos y sus deberes en la educación de los hijos que Dios les ha dado están en el punto agudo de una lucha tal que no se puede imaginar otra mayor. La Iglesia de Cristo no puede comenzar a gemir y a lamentarse solamente cuando se destruyen los altares y manos sacrílegas incendian los santuarios. Cuando se intenta profanar, con una educación anticristiana, el tabernáculo del alma del niño, santificada por el bautismo; cuando se arranca de este templo vivo de Dios la antorcha de la fe y en su lugar se coloca la falsa luz de un sustitutivo de la fe, que no tiene nada que ver con la fe de la cruz, entonces ya está inminente la profanación espiritual del templo, y es deber de todo creyente separar claramente su responsabilidad de la parte contraria, y su conciencia de toda pecaminosa colaboración en tan nefasta destrucción.

Creo que es una descripción actualísima de lo que los enemigos de la fe pretenden hacer contra la Iglesia, sus miembros y la Sociedad entera. Pero el Papa que escribió estas líneas en 1937 es Pío XI y la Encíclica se llama Mit brennender Sorge y fue escrita contra el nazismo alemán. Queda un interrogante: ¿los enemigos de la Iglesia hoy no defienden lo mismo que los nazis y que el Papa condena en estos párrafos? Y como no quiero que ustedes me acusen de escaquearme les daré mi respuesta: En mi opinión, Sí.

 

Pedro Trevijano, sacerdote

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11 comentarios

Raúl
"No se percatan, o no quieren percatarse, de que, el desterrar de las escuelas y de la educación la enseñanza confesional, o sea, la noción clara y precisa del cristianismo, impidiéndola contribuir a la formación de la sociedad y de la vida pública, es caminar al empobrecimiento y decadencia moral" (...). Madre mía, hay que ver cómo era el bueno de Pío XI. Qué poco correcto, políticamente hablando.

Si leyera estas líneas algún ministro o ministra que yo me sé, y bueno, en general cualquiera de nuestros gobernantes actuales, lo mismo censuraban la encíclica y ordenaban a los arzobispados de toda España su retirada inmediata de las librerías.
26/11/13 4:26 PM
pedro de madrid
La increencia sale carísima, inasumible para la sociedad, (robos, asesinatos, chantajes, inmoralidad, etc. sino al tiempo
26/11/13 6:13 PM
Pedro Trevijano
A Raúl: "Madre mía, hay que ver cómo era el bueno de Pío XI. Qué poco correcto, políticamente hablando."
Sencillamente genial.
A chkdsk: ¿De qué tenemos que pedir perdón? ¿De no pensar como los nazis?
26/11/13 10:12 PM
Luis Fernando
Padre, se coló ese comentario. Ya está borrado.
26/11/13 10:48 PM
NINA DE RAJS
NO PUEDO DEJAR DE SENTIRME FELIZ...POR ESTE SACERDOTE QUE CON TANTA VALENTÍA, TALANTE,CORAJE DA UN PASO AL FRENTE Y NOS MUESTRA CON TODO APLOMO LO QUE SIGNIFICA LA SÓLIDA FE AQUELLA CON FUNDAMENTOS RAZONADOS, SÍ LA MISMA DE LA CUAL YA NOS HABLÓ NUESTRO SEÑOR EN SU PALABRA, ANTES DE AYER PENSABA, HACE FALTA QUE NUESTROS PASTORES LEVANTEN SUS VOCES; DIOS REPARTE LOS CARISMAS COMO QUIERE Y A QUIEN QUIERE, LO IMPORTANTE ES DISCERNIRLOS Y USARLOS PARA EDIFICACIÓN DEL PUEBLO DE DIOS. DIOS DICE QUE DEBEMOS ANUNCIAR A TIEMPO Y DESTIEMPO; PERO TAMBIÉN DENUNCIAR Y SON ELLOS LOS QUE TIENEN LA AUTORIDAD Y EL PODER DE NUESTRO SEÑOR PARA HACERLO, QUE DIOS BENDIGA A ESTE SERVIDOR FIEL, LO PROTEJA Y MUCHOS MÁS DESPIERTEN PARA HACER SONAR CUERNOS, Y COMENCEMOS A DAR VUELTAS POR LA CIUDAD DE JERICÓ...BUENO EL FINAL YA LO CONOCEMOS, MÁS QUE VENCEDORES EN CRISTO JESÚS.-
28/11/13 6:01 AM
Antonio
Muy clarito está. Gracias padre nuevamente. Aprovecho la ocasión para pedirle la autorización para publicar dicho artículo así como el publicado con fecha 21/09/2011 titulado "O Dios o el partido" en la revista de la Hermandad de la Vera Cruz de Coria del Río a la cual pertenezco.
Siga escribiendo padre porque somos legión los que leemos. Y como diría San Agustín, "los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error". Que Dios le bendiga padre.
28/11/13 11:48 AM
Pedro Trevijano
A Antonio: Autorizado, pero debéis citar la fuente, en este caso Infocatólica y también es bueno que pongáis la fecha. Un cordial saludo Pedro Trevijano
28/11/13 2:52 PM
Thomas Hennigan
Pio XI fue un Papa verdadramente grande y de una extraordinaria valentía. Además de esta encíclica en la que puso los puntos sobre los íes acerca del Nazismo con tanta contudencia, publicó otra contra el fascismo, titulada "Non abbiamo bisogno" (No necesitamos). Defendió la familia en otra encíclica "Casta Connubi". Eso fue en 1931 cuando los Anglicanos en su Conferencia de Lambeth declararon lícito el uso de los anticonceptivos. El Papa Pablo VI, en su Humanae Vitae, preveía proféticamente lo que iba a pasar como resultado del uso de los mismos. Los resultados nefastos de la así llamada "revolución sexual" están a la vista de todos. Gracias a Dios por todos los Papas del siglo XX. Todos ellos han sido verdaderamente grandes.
28/11/13 9:38 PM
Hugo
Creo que todo PAPA es profeta, por lo tanto NINGUNO TIENE PORQUE SER POLÍTICAMENTE CORRECTO como aquí se ha comentado. Las cosas tienen que decirlas tal cual. Felicidades Padre Pedro, por recordarnos esa Encíclica Saludos.
29/11/13 5:10 PM
Luis Lopez
Hay documentos papales intemporales y proféticos (como este, aunque esté escrito por la circunstancia especifica del demonio del nazismo). O como la Humanae Vítae.

Otros -aunque puedan ser por su tematica mas universales- sin embargo, resultan a la larga mas circunstanciales.
1/12/13 10:44 AM
guillermo badilla
Los documentos escritos por algunos pontífices siempre tienen actualidad. Los enemigos de la iglesia siempre serán los mismos, los poderes económicos locales y mundiales. Estos reaccionaran cada vez que se sientan cercanamente atacados por el proceder de nuestra fe. Tendremos la capacidad de soportar estas reacciones cada vez mas frecuentes en estos días?.

Rancagua Diciembre 1 de 2013
2/12/13 1:23 AM

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