¿Amenazada con la destrucción toda la doctrina moral de la Iglesia Católica?

¿Amenazada con la destrucción toda la doctrina moral de la Iglesia Católica?

En un nuevo documento el autor aborda una pregunta fundamental: Si una conclusión lógica clave derivada de Amoris Laetitia derribará toda la doctrina moral de la Iglesia.

Nota del editor: en junio de 2016 Josef Seifert, un famoso filósofo austriaco y amigo del Papa Juan Pablo II escribió un artículo, en un periódico alemán, llamado «Las lágrimas de Jesús a causa de la Amoris Laetitia». En este artículo, él (Seifert) compara las palabras de Nuestro Señor en el Evangelio con aquéllas halladas en la exhortación apostólica postsinodal del Papa Francisco.

Seifert llega a esta inevitable conclusión, «¿Cómo pueden Jesús y su Santísima Madre leer y comparar estas palabras del Papa con las de Jesús y su Iglesia sin llorar? Por lo tanto, ¡lloremos con Jesús, con profundo respeto y afecto por el Papa, y con una profunda pena que surge de la obligación de sacar a la luz sus errores¡».

Ahora en un nuevo documento publicado bajo licencia abierta para que pueda ser a su vez publicado por cualquiera y en cualquier lugar, Seifert aborda una pregunta más amplia: Si una conclusión lógica clave derivada de Amoris Laetitia derribará toda la doctrina moral de la Iglesia

Resumen

«La pregunta del título de este artículo se dirige al Papa Francisco y a todos los cardenales, obispos, filósofos y teólogos católicos. Trata de una duda (dubium) sobre una consecuencia puramente lógica derivada  de una afirmación en Amoris Laetitia y termina con una súplica al Papa Francisco para que retire al menos una afirmación de la AL, si la pregunta del título de este pequeño ensayo se contesta afirmativamente, y si en realidad de esta afirmación en AL , solo la pura lógica, usando premisas evidentes, puede deducir la destrucción de toda la enseñanza moral católica. En un estilo socrático el artículo deja en manos del Papa Francisco y otros lectores contestar a la pregunta y proponer sus propias respuestas».

Contenido

Amoris Laetitia ha creado, sin lugar a dudas, mucha incertidumbre y evocado interpretaciones opuestas en todo el mundo católico. No deseo presentar aquí toda la controversia ni repetir – o desarrollar aún  más – la postura que he defendido sobre esta materia en artículos previos (ver Josef Seifert, “Amoris Laetitia. Alegría, tristeza, esperanzas”) aunque podría hacerlo como una respuesta a algunos comentarios críticos que he recibido de mi amigo personal Buttiglione, con el cual estoy de acuerdo en la mayoría de otras materias filosóficas y en otros temas.

Hay una sola afirmación en AL, sin embargo, que no tiene nada que ver con un reconocimiento de los derechos de una conciencia moral subjetiva, respecto a la que Rocco Buttiglione intenta demostrar la total armonía entre el magisterio moral de San Juan Pablo II y el Papa Francisco, en contra de Robert Spaemann y otras afirmaciones  que hablan de una clara ruptura entre ellos. Buttiglione argumenta que teniendo en cuenta sus enseñanzas dispares sobre disciplina sacramental, el Papa Juan Pablo II tiene razón si uno considera solamente el contenido objetivo de los actos humanos, mientras que el Papa Francisco la tiene cuando cada uno concede, después del debido discernimiento, su papel y reconocimiento adecuados a los factores subjetivos y a las condiciones excluyentes del pecado moral (conocimiento imperfecto y una debilidad en el libre albedrío).

La afirmación de AL sobre la que quiero profundizar aquí, sin embargo, no apela a la conciencia subjetiva en absoluto, sino que sostiene que una voluntad divina totalmente objetiva nos permite realizar, en ciertas situaciones, actos que son intrínsecamente malos, y que han sido siempre considerados como tales por la Iglesia. Ya que Dios ciertamente no puede carecer de conocimiento ético, ni tener una «conciencia errónea» ni una debilidad en el libre albedrío, este texto no «defiende los derechos de la subjetividad humana» como Buttiglione declara, sino que parece afirmar claramente que estos actos intrínsecamente desordenados y objetiva y gravemente pecaminosos, como Buttiglione admite, pueden ser permitidos, o incluso, pueden ser objetivamente ordenados por Dios. Si esto es lo que realmente AL dice, todas las alarmas sobre las afirmaciones directas en AL, concernientes a los asuntos sobre cambios de la disciplina sacramental (permitir, después del debido discernimiento, a adúlteros, homosexuales activos, y otras parejas en situación parecidas, acceder a los sacramentos de la confesión y eucaristía, y lógicamente, también al bautismo, confirmación y matrimonio sin voluntad ninguna de cambiar sus vidas ni de convivir en una total abstinencia sexual, tal como pedía el Papa Juan Pablo II en Familiaris Consortio a las parejas en tales «situaciones irregulares») solo son la punta del iceberg, el débil principio de una avalancha o uno de los primeros edificios destruidos por una bomba atómica teológica moral que amenaza con demoler completamente el edificio moral de los Diez Mandamientos y la enseñanza moral católica.

En este artículo, sin embargo, no diré que éste es el caso. Por el contrario, dejaré enteramente en las manos del Papa o cualquier otro lector la respuesta a la pregunta de si hay o no al menos una afirmación en Amoris Laetitia que tenga como consecuencia lógica la destrucción de toda la enseñanza moral católica. Y debo admitir que lo que he leído sobre una comisión convocada para «reexaminar» la Humanae Vitae, una encíclica que pone fin, como más tarde la Veritatis Splendor, a décadas de debates éticos y teológicos morales, ha hecho de la pregunta del título de mi ensayo una cuestión que me preocupa extremadamente.

Leamos el texto decisivo (AL 303) que el Papa Francisco está aplicando a los casos de los adúlteros u otras «parejas irregulares» que deciden no seguir la exigencia que para ellos hizo el Papa San Juan Pablo II en la encíclica Familiaris Consortio. El Papa Juan Pablo II le dice a estas parejas que o bien se separen totalmente o, si esto es imposible, se abstengan completamente de las relaciones sexuales. El Papa Francisco dice, sin embargo:

«…Pero esa conciencia puede reconocer no solo que una situación no responde objetivamente a la propuesta general del Evangelio. También puede reconocer con sinceridad y honestidad aquello que, por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo…» (AL 303)

De lo anteriormente dicho, tanto como del texto posterior, queda claro que esta «voluntad de Dios» aquí se refiere a continuar viviendo en lo que constituye objetivamente un pecado mortal. Cfr. por ejemplo, AL 298, nota a pie de página 329:

«…En estas situaciones, muchos, conociendo y aceptando la posibilidad de convivir “como hermanos” que la Iglesia les ofrece, destacan que si faltan algunas expresiones de intimidad «puede poner en peligro no raras veces el bien de la fidelidad y el bien de la prole…»

En Gaudium et Spes n. 51, de la cual se ha tomado la última cita, la idea se utiliza como una objeción no válida contra el mandato moral de no cometer nunca adulterio o un acto anticonceptivo. En AL se entiende en el sentido explicado anteriormente, como una justificación para seguir cometiendo, objetivamente hablando, pecados mortales incluso como si esa fuera la voluntad objetiva de Dios.

En otras palabras, además de llamar a un estado objetivo de pecado mortal, eufemísticamente, «todavía no plenamente el ideal objetivo», AL dice que podemos saber con «una cierta seguridad moral» que Dios mismo nos pide que continuemos cometiendo actos intrínsecamente malos tales como el adulterio o la homosexualidad activa. Yo pregunto si puede la pura lógica fallar cuando nos preguntamos bajo estas premisas:

Si solo un caso de un acto intrínsecamente inmoral puede ser permitido e incluso querido por Dios, ¿no debe esto aplicarse a todos los actos considerados intrínsecamente malos? Si es cierto que Dios puede querer que una pareja de adúlteros viva en adulterio, ¿no debería entonces también el mandamiento «¡no cometerás adulterio!» ser reformulado: «si en tu situación el adulterio no es el mal menor, ¡no lo cometas! Si lo es, ¡continúa viviendo así!»?

¿No deben eliminarse también los otros nueve mandamientos, la Humanae Vitae, la Evangelium Vitae, y todos los documentos, dogmas o consejos pasados, presentes o futuros de la Iglesia que enseñan la existencia de actos intrínsecamente malos? ¿No es ya intrínsecamente malo usar anticonceptivos y está equivocada la Humanae Vitae que dice sin duda alguna que nunca puede haber ninguna situación moralmente justificable para la anticoncepción, ni mucho menos ordenada por Dios?

Para empezar, ¿no debe entonces, la nueva comisión instituida por el Papa Francisco para la Humanae Vitae, concluir que el uso de anticonceptivos puede ser en algunas ocasiones bueno o, incluso, obligatorio y deseado por Dios? ¿Puede el aborto estar justificado en algunos casos y que sea Dios mismo el que lo está pidiendo, dentro de la complejidad concreta de los límites de cada persona, aunque sin ser el ideal objetivo, como decía Monseñor Fisichella, el entonces presidente de la Academia Pontificia para la Vida?

¿No deben, entonces, desde la pura lógica, considerarse buenas y dignas de alabanza la eutanasia, la asistencia al suicidio o el suicidio mismo, las mentiras, los robos, perjurios, la negación o la traición a Cristo, como la de San Pedro, el asesinato, bajo determinadas circunstancias y después de un debido discernimiento a causa de la complejidad de cada situación concreta (o debido a la falta bien de conocimiento ético o bien de fuerza de voluntad)? ¿No puede, entonces, pedir Dios que un siciliano, que se siente obligado a matar a los miembros inocentes de una familia, cuyo jefe ha asesinado previamente a su vez a un miembro de la suya propia y cuyo hermano asesinaría a cuatro familias si él no mata a uno, seguir adelante con el asesinato, porque su acto es, bajo sus condiciones, «lo que Dios mismo le está pidiendo a él dentro de la complejidad concreta de sus propios límites, aunque no sea el ideal objetivo»? ¿No demanda la lógica pura que nosotros saquemos esta conclusión de esta proposición del Papa Francisco?

Sin embargo, si la pregunta del título debe ser contestada afirmativamente, y creo personalmente que es así, la consecuencia puramente lógica de esa afirmación en Amoris Laetitia parece destruir toda la enseñanza moral de la Iglesia. ¿No debería, por tanto, ser retirada y condenada por el mismo Papa Francisco, quien, sin ninguna duda, aborrece tal consecuencia, la cual, si la pregunta del título debe ser respondida afirmativamente, la lógica pura deduce inevitablemente de la citada afirmación del Papa Francisco?

Por lo tanto, rogaría a nuestro Padre Supremo espiritual en la tierra, «el dulce Cristo en la tierra», como Santa Catalina de Siena llamó a uno de los Papas, bajo cuyo reinado ella vivió aunque lo criticara duramente (si el Papa Francisco está de acuerdo con esta conclusión lógica, y contesta a la pregunta del título de este ensayo afirmativamente) que por favor retire dicha afirmación.

Si sus consecuencias lógicas conducen inevitablemente a nada menos que a la total destrucción de las enseñanzas morales de la Iglesia Católica, ¿no debería «el dulce Cristo en la tierra» retirar esta afirmación? Si dicha tesis lleva como consecuencia lógica convincente al rechazo del hecho de que haya actos que deban ser considerados intrínseca y moralmente malos bajo cualquier circunstancia y en cualquier situación, y si esta aseveración llegara a desvirtuarse, siguiendo la Familiaris Consortio y  la Veritatis Splendor, así como la Humanae Vitae y muchas otras enseñanzas solemnes de la Iglesia, ¿no debería ser revocada? ¿No existen, evidentemente, tales actos que son siempre intrínsecamente malos como hay otros actos, que son siempre intrínsecamente buenos, justificados o deseados por Dios? (Ver Juan Pablo II, Veritatis Splendor. Ver también Josef Seifert, «El esplendor de la verdad y los actos intrínsecamente inmorales: una defensa filosófica del rechazo del proporcionalismo y consecuencialismo en Veritatis Splendor”. En: Studia Philosophiae Christianae UKSW 51 (2015) 3,7-37) Y ¿no deberían todos los cardenales, obispos, sacerdotes, monjes o vírgenes consagradas, y cualquier laico en la Iglesia interesarse intensamente por este problema y unirse a esta súplica apasionada de un humilde laico, un simple profesor de filosofía, y entre otras materias, de lógica?

Josef Seifert

Original publicado en 1P5 

Traducido por Ana María Rodríguez, del equipo de traductores de Infocatólica.

39 comentarios

Su Santidad el Papa Francisco pretende que todo adúltero (pedófilo , homosexual etc. etc. ¿porqué no pueden entrar estos en el el grupo? )sea bueno y se arrepienta, se avenga a la fe, ¿lo conseguirá?, como está hoy el estado moral de la sociedad, que pasa de todo?, esto es una incognita que puede desembocar en una peligrosa confución, sólo esperamos que los pastores velen por el uso correcto de los sacramentos, contenidos en las Sagradas Escrituras
27/08/17 5:53 PM
Ruben Giraldo
Esto va a empeorar, pero solo hasta donde Dios lo permita; seguiremos viviendo en la verdad del Evangelio de Cristo, no en "evangelios de hombres" acomodados a los intereses mezquinos de una sociedad que avanza a su propia destruccion. No será la primera vez que un papa se equivoque pero Dios siempre velará por la Iglesia de Cristo; "y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella" Mt 16, 18.
27/08/17 7:55 PM
FJ
Sancho,

No solo manda no divorciarse sino que califica como adúltero al que lo haga. Y por ejemplo en el pasaje al Joven rico, entre los pecados que no heredarán la vida eterna enumera: "No adulterarás". Es más, en el Sermón de la Montaña ya califica como adulterio al simple deseo del corazón.

No manipule con su buenismo. Crea o no crea en lo que dice Jesús, pero no retuerza sus palabras por ser más moderno y quedar bien socialmente hoy.
27/08/17 9:39 PM
PEDRO
Y nadie debe criticar al Papa Francisco debido a que el escandalo es usado por el maligno para crear duda y confusión, " aún mayor "; recuerdo que una persona me decia " yo me confieso conmigo mismo ", y el otro que habiendo sido un altisimo cargo ( de lo que sea ), un sacerdote le dijo, más o menos, porque lo que me conto, " (...) pero tu, siendo tan importante, no necesitas confesarte para ir a comulgar...". Estos dos brutales casos pueden llevar al infierno, y por haberlas las hay similares, " que por originales " se creen que reflexionan como DIOS PIENSA.

Y El nos advirtio " aprender de mi que soy manso y humilde de corazón ". Pero el tema de fondo, no es lo que diga una persona, sino las consecuencias que traen para esas almas sin conocimientos de la Revelación y la Doctrina, que leeran muchos puntos de vista o artículos, que le crearan "confusión", y obtaran " por la que más le convenga ". Porque si el pastor les dicta ordenes contradictorias, diganme que camino tomaran. Y lo que convenga puede llevar a la condenación.

Enseñar a otro caminos equivocados contrarios a los que nos dice la Revelación y la Doctrina es gravisimo. Y como me comento un conocido y apreciado sacerdote, que, " a Dios nadie le da un jaque mate ".

Hace muchos años casi 35.000 sacerdotes se secularizaron ( o el número que sea ), y que según Juan Pablo II aludio ello a la falta de oración, ¿ ello quiere decir que quedaron otros muchos, "en oración", que compesaria a los que escaparon, e
27/08/17 10:04 PM
G
Muchos buenos pastores de la Iglesia, preocupados por la comunión con el Papa, no han calibrado la carga de profundidad oculta en este peligroso documento, que intentan interpretar en continuidad con el Magisterio anterior, "filtrando el camello".
Es necesaria una corrección de lo que encierra de malo, y no debieran ser solo cinco los cardenales que piden esa corrección formal, sino todos los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles comprometidos con la Verdad.
Un artículo esclarecedor. Muchas gracias.
27/08/17 10:53 PM
Hno, Nelson Maria
He leido con detenimiento este articulo y a la verdad que me parecio increible que un filosofo de la talla de J. Seifert lo escribiera. Decir que A.L. ha causado mucha incertidumbre y evocado interpretaciones opuestas en todo el mundo catolico es incorrecto, por no decir falso. Si es correcto que son bastantes los que opinan diferente al Papa Francisco, y de este grupo muchos son doctos en teologia y filosofia, pero implicar que esta amenazada TODA LA MORAL DE LA IGLESIA CATOLICA es algo irresponsable. Pienso que lo que no hace ningun bien es el hacer publico este tipo de comentarios . No ayudan a la unidad verdadera y provoca confusion y division en muchos sectores de la Iglesia. Oremos al Espiritu Santo, pidiendo luz para todos, y si nos hemos equivocado poder rectificar, por el bien de la correcta doctrina.
28/08/17 12:01 AM
Ricardo
Pienso que si Dios permite que cometamos pecados, es porqué de esas conductas pueden salir mejores caminos.-Quizás lo permite como un "medio" y no como un "fin",y todo para mejorarnos en el camino de la perfección.- Permitir el pecado sería algo así como lo "penúltimo" de nuestra conducta, para seguir la meta de llegar a la perfección que sería lo "ultimo".- Me recuerda un poco aquello de que" Dios escribe derecho en renglones torcidos".-
28/08/17 1:15 AM
hornero (Argentina)
Es una lógica inapelable la aplicada por Josef Seifert . En efecto, las premisas de AL tienen como errónea consecuencia su general aplicación contra todos los diez mandamientos de la Ley de Dios. No creo que el Papa Francisco decida responder a este interrogante planteado por el autor, pues, se ve que ha optado por seguir adelante con sus proyectos evitando responder y dar razón a quienes lo cuestionan, caso de los cuatro Cardenales. Mientras esto se aclare con el tiempo necesario, no podemos quedar de brazos cruzados. ¿Pero, qué podemos hacer los fieles frente a la debacle actual? Lo mismo que ante un mal que no podemos detener porque nos excede, como el huracán o un terremoto; lo primero es orar y permanecer en la Fe, en la esperanza, en la caridad, en la total confianza en Dios y en nuestra Madre. Los que puedan ir un poco más allá, alienten, aconsejen, convoquen a la unidad entre nosotros a fin de sostenernos mutuamente. Después, los que leen, estudian, reflexionan y dialogan, intercambiemos opiniones, aportemos lo que hayamos cosechado de verdadero, de bueno, de esperanzador, y también de recursos para la defensa, y si es el caso, para la contraofensiva. Pero, hagamos todo bajo la conducción de la Virgen, tomados de sus Manos, consagrándonos reiteradas veces a Su Corazón Inmaculado. Ella nos asegura en sus Mensajes que nada debemos temer si nos confiamos a Ella, si confiamos también nuestras familias y seres queridos. Ella, dice, es el Arca, y nuestros tiempos son peores
28/08/17 1:26 AM
Pepito
Pues si según el 303 de la AL, el incumplimiento de un Mandamiento divino en materia grave, como el adulterio, puede en algunos casos ser un acto de generosidad moral que Dios mismo está reclamando dentro de la complejidad concreta de los límites, también habrá que decir que en algunos casos la pederastia, la violación, la sodomía, el robo, el asesinato, etc, pueden ser la respuesta generosa que Dios está reclamando dentro de la complejidad concreta de los límites. Esto ya no sólo es herético sino que se me antoja también demencial, y por supuesto destructor de toda la moral católica.

No me extraña que teniendo el Papa esas ideas tan raras del 303 de AL, próximamente autorice en algunos casos el uso de anticonceptivos artificiales, prohibido por la Humanae Vitae, como un virtuoso acto de generosidad que Dios está reclamando dentro de la complejidad concreta de los límites.

¿Adonde quiere llevarnos Francisco I? ¿Realmente debemos quedarnos cruzados de brazos y callados ante un Papa así?

Al cien por cien de acuerdo con el Doctor Seifert.
28/08/17 2:49 AM
hornero (Argentina)
He separado a propósito mis dos comentarios. Porque la lógica de la Al conduce a la destrucción irracional de todo orden civilizado o meramente racional, aún el de las cavernas. Porque si “dentro de la complejidad concreta de los límites de cada persona, aunque sin ser el ideal objetivo” se puede violar la ley moral, se puede también violar la ley más elemental de convivencia humana, que permite el mínimo de orden elemental. Por ejemplo, respetar la caverna ajena, o el garrote o hacha del vecino, o no incendiar los campos que sirven al alimento, o, en épocas más actuales, no contravenir las leyes de tránsito, no evadir los impuestos, no adulterar los alimentos, no dañar los sistemas de electricidad o de agua corriente o de gas, no atentar contra los gobiernos o la paz social o internacional, etc. Si todo esto fuera lícito según las premisas de la AL: “dentro de la complejidad concreta de los límites de cada persona, aunque sin ser el ideal objetivo”, el mundo se tumba de cabeza, como decía un ocurrente versito: “En el mundo de beodez, todos andan al revés, el ratón lo corre al gato, y el ladrón lo juzga al juez,…se camina con las manos y se aplaude con los pies”. Es para llorar o reír.
28/08/17 3:52 AM
Néstor
Efectivamente, del hecho de que en ciertos casos la persona no sea subjetivamente culpable no se puede deducir que Dios quiera esos actos objetivamente malos. Porque hay contradicción entre decir que los actos son objetivamente malos y decir que Dios los quiere, ya que Dios no quiere el pecado, solamente lo permite, pues no puede quererlo.

Dios quiere solamente el bien, y esos actos no son un bien, por más que no sean formalmente pecaminosos.

La conclusión que los heterodoxos actuales sacarían, una vez aceptada esa contradicción, no es que Dios quiera el mal, sino que esos actos no son tampoco objetivamente malos.

Lo cual, efectivamente, es la ruina total de la moral católica y natural.

Saludos cordiales.
28/08/17 5:04 AM
Luis Fernando
Al tal Sancho no le pienso dejar poner un solo comentario más en noticias y artículos de opinión, así que no se molesten en responderle.
28/08/17 9:02 AM
Pablo
Si alguien tiene negocios con un Gobierno que persigue a los cristianos, ¿comete pecado? ¿fornica con la gran Ramera de Babilonia?

En aquellos días, dijo Jesús:

"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: -Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!- Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!"
28/08/17 11:51 AM
Octavio
Tiene toda la razón el autor del artículo. El padre Santiago Martín, ¡antes del sínodo! en un video, analizaba que si se abría una rendija en la puerta de la moral (sólo por el divorcio) acabarían entrando todos los demás pecados... y yo mismo le he dado vueltas a lo que dice AL y me he preguntado ¿por qué se aplica a la moral conyugal y no a los otros pecados?
28/08/17 11:54 AM
claudio
Con todo respeto lo dicho por Néstor que sabe lo que expone y lo hace claramente, me generaron la idea de mirar AL no desde el índice de la misma sino cómo se lleva a cabo. No cómo se interpreta sino cómo, cuándo y donde se aplica en un caso concreto. Todos parecen coincidir que hay un pecado grave objetivo (yo agregaría principal o central ya que viene acompañado de otros como el mal ejemplo, la violación de las promesas matrimoniales, la infidelidad, agreguen lo que falta). Se discute sobre la culpa subjetiva. Ahora bien todos coinciden en que hay que cumplir el sacramento de la confesión como condición para el acceso a la Eucaristía. Cómo se lleva a cabo ese camino, por la vía del confesionario, ahí está todo el tema práctico, cómo pasamos a AL por las normas DE LA CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA ?.
Si se cumple el rito sacramental no va a haber inculpabilidad subjetiva ya que para confesarse hay que reconocer haber pecado no hay otra forma, ahí es dónde AL vulnera el principio de no contradicción. Veamos la normativa: CIC Cánones:
960 La confesión individual e íntegra y la absolución constituyen el único modo ordinario con el que un fiel consciente de que está en pecado grave se reconcilia con Dios y con la Iglesia; sólo la imposibilidad física o moral excusa de esa confesión, en cuyo caso la reconciliación se puede tener también por otros medios.
978 § 1. Al oír confesiones, tenga presente el sacerdote que hace las veces de juez y de médico, y que ha si
28/08/17 2:33 PM
Federico
Hno, Nelson Maria, estamos esperando que nos diga usted en qué se basa para decir que no hay razones de peso para hacer la pregunta que hace Seifert.
Es que él la argumenta. Por tanto, no vale que usted le critique así sin más. Explíquenos en qué se equivoca en esos argumentos.
28/08/17 3:34 PM
Nestor l
Hoy leyendo sobre la vida de san agustin, pensaba que habria sido de este doctor de la iglesia si en el momento en que el cristianismo tocaba su corazon, hubiese sido publicado AL ; sera que su conversion o cambio radical de pensamiento y vida seria la misma o podria haber continuado con su situacion irregular?
28/08/17 3:41 PM
francisco javier simeon vives
Yo me pregunto en conciencia si Nuestro Señor Jesucristo está -como enseña la Doctrina Católica- sosteniendo al Papa actual.
No consigo armonizar la enseñanza perenne de la Iglesia -y repetida por el Venerable Pío XII- de que hay que obedecer incluso al Magisterio Ordinario o meramente auténtico del Papa. No afirmo ni niego la legitimidad del Papa Francisco. Simplemente busco ser coherente con la enseñanza del Magisterio y de la Revelación. Porque Cristo, que es la misma Verdad, no puede ni engañarse ni engañarnos.
TU ES PETRUS- PASCE OVES-TIBI DABO CLAVES-CONFIRMA FRATRES.
28/08/17 4:23 PM
carmelo
Claudio, Muy buena su reflexión y aporte, gracias.
Hay un aspecto muy evidente que Jesús (Mateo 23,13-22 evangelio de hoy!) resalta sobre esa idea de presentarse en el Templo, sin ese acto de contrición subjetivo* ante un pecado objetivo* publico, por lo que a él no le convencía ni las exenciones o exclusiones frente al conocimiento de la norma General: prohibición del EL adulterio sin existir dificultad ni física ni moral estando en pleno conocimiento. Él iba directo al grano porque la vía caritis (como quien dice lo hago por los hijos o doy diezmo a la iglesia o ayudo a fulano ect..o la de aportar el diezmo; como fundamento probable de la remisión o la invalidación de un Juramento no era ni la deseada por Dios ni era la que el Pueblo de Dios necesitaba. El detalle es como sustentar lo injustificable [el divorcio, el acta de repudio, la invalidación de una promesa sagrada como el Matrimonio “serán UNA SOLA CARNE”. Jesús va directo al grano sin rodeos ni casuística: “quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado sobre EL”. El zanja toda probabilidad, todo CONDUCTA AMORAL o propuesta indecente. El sabe que todo el edificio se derrumbaría o sería aplicable a unos si y otros no. Esa idea era muy rígida para los fariseos no les convenía, por eso todo aquel que quiera levantar el pueblo con esta forma de ver el juramento corría el riesgo de perder la vida. Pronto le sucedería a S. Juan Bautista
28/08/17 4:42 PM
claudio
Sigo desde el Cánon 978 § 1. Al oír confesiones, tenga presente el sacerdote que hace las veces de juez y de médico, y que ha sido constituido por Dios ministro de justicia y a la vez de misericordia divina, para que provea al honor de Dios y a la salud de las almas.
§ 2. Al administrar el sacramento, el confesor, como ministro de la Iglesia, debe atenerse fielmente a la doctrina del Magisterio y a las normas dictadas por la autoridad competente.
987 Para recibir el saludable remedio del sacramento de la penitencia, el fiel ha de estar de tal manera dispuesto, que rechazando los pecados cometidos y teniendo propósito de enmienda se convierta a Dios".
Ahora la pregunta cuya respuesta no puede engendrar duda. Si el camino que se indica es primero la reconciliación y luego la Eucaristía, ahí en el confesionario va a aparecer el pecado objetivo y la culpa subjetiva, caso contrario no habría "confesión", si no hay culpa subjetiva hay inocencia, en ese caso qué es lo que se perdona ?. Admitamos que en la primera vez se aplique en la confesión la "atricción", en la segunda ya no se va a poder o por lo menos en la tercera se va a requerir "contricción" y entonces qué hacemos ?.
El numeral 86 de la Relación Final del Sínodo de 2015 claramente se dice: “Dado que en la misma ley no hay gradualidad (cf. FC, 34), este discernimiento no podrá jamás prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuesto por la Iglesia". Cómo hace el confesor para discernir
28/08/17 5:20 PM
Macabeo
Hno. Nelson: cuanto más leo su comentario, menos lo entiendo. Primero afirma que es falso el hecho de que la A L haya causado confusión. Y a continuación dice sin cambiar de tema que es cierto que muchos teólogos opinan distinto que Francisco. Si eso no es confusión...pero es que además, es cierto que ha causado y sigue causando confusión. Precisamente entre los sacerdotes y los fieles más formados y comprometidos. No se en que ambiente se mueve Vd. pero en el que yo conozco, es así. Luego dice que implicar a toda la moral es irresponsable. No, lo irresponsable es la publicación de la AL, que es la causante del "lío", como gusta decir a su autor. Debemos amar, y defender al Papa. Pero de ninguna manera sus errores. Eso sí que causa desunión, caos y desorden. Creo que el articulo del profesor Seifert es impecable.
28/08/17 6:11 PM
Macabeo
La propia historia que arrastra el autor, habiendo sido nombrado a perpetuidad miembro de la Pontificia Academia por la Vida, y haber sido descabalgado el y todos los anteriores miembros por Francisco ya nos debiera hacer reflexionar un poco. Si, además conocemos la índole perversa de muchos de los nuevos miembros, ya la cosa reviste caracteres dramáticos. Si, por añadidura vemos el mismo proceder sumamente autoritario en otros muchos casos (Msr. Livieres, Orden de Malta, Franciscanos de la Inmaculada, etc., etc.), podemos decir sin temor a equivocarnos, aquello de "Huston, tenemos un problema". Y ese problema no se resuelve tapándolo.
28/08/17 6:26 PM
claudio
Pido perdón por lo de atrición y contrición mal escritos el procesador de texto jugó en contra. Me refería a las definiciones del CATIC 1451, 1452 y 1453.
28/08/17 7:23 PM
Pepito
Cristo le dijo al joven rico: "Si quieres entrar en la Vida Eterna guarda los mandamientos."

Por tanto, los mandamientos no son un ideal en el sentido de algo opcional que nos mejora, sino un requisito indispensable para entrar en la Vida Eterna, es decir para salvarnos. No son un ideal de superorogación sino una necesidad moral que tenemos que cumplir. Y si por la complejidad concreta de los límites dejamos de cumplir uno sólo de ellos, por ejemplo el de no adulterar, no iremos a la Vida Eterna.

Por tanto Dios, aunque lo permite, no se complace ni le puede ser agradable el que debido a la complejidad concreta de los límites no cumplamos los mandamientos, ni aceptar dicho incumplimiento como una generosa respuesta que le damos dentro de esa complejidad.

Los consejos de pobreza, castidad y obediencia sí que son un ideal de supererogación que nos hacen más fácil alcanzar la Vida Eterna, pero no es necesario a todos hacerlos sino sólo a los que tienen vocación al estado religioso.
29/08/17 7:37 PM
Teologo
Desde luego el autor tiene toda la razón. Sin embargo creo que el título es un poco catastrofista. La destrucción de una doctrina sólo se da si hay una demostración en contra, cosa que no sucede ni puede suceder con la doctrinal moral católica. Otra cosa es que un Papa enseñe una doctrina que objetivamente sea herética, ya en si misma, ya en sus consecuencias, como es el caso. Esta situación no ha sido muy frecuente, pero se ha dado al menos en seis o siete casos constatados, algunos incluso hasta con condena formal posterior, como el de Honorio. Por favor, a ver si con empeñarnos en superar el espíritu del Vaticano II caemos en el del Vaticano I, que fue la hipostatizacion de la autoridad y el pensar, al modo nominalista, que la verdad lo es porque lo dice la autoridad eclesiástica, cosa que es falsa y completamente distinta de la limitadisima extensión del magisterio infalible. El mismo hecho de pensar que un concilio podía ser una revolución en la Iglesia, según el espíritu conciliar contrario a su letra, en el fondo era consecuencia de lo anterior: pensar que la verdad puede cambiar por decisión de los pastores.
29/08/17 8:37 PM
Dino Guillén
¿Qué es lo que permite y lo que no permite Dios? ¿Cómo lo permite? y cuando no lo permite, ¿cómo lo hace? Creo que cuando suceden las cosas malas (cualquier pecado) y nadie hace nada por cambiar esas cosas malas, es cuando lo permite, pues ya sucedieron. Al contrario, cuando no suceden las cosas malas (aunque nadie intervenga) es cuando Dios no lo ha permitido. ¿Es así?... Yo creo que Dios actúa por medio de las personas. Cuando Jesús le dijo a Pedro: "lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo" ¿Qué quiso decir? atar y desatar significan "prohibir" y "permitir" respectivamente. ¿Le estaba dando Jesús (quien es Dios) la potestad de decidir a Pedro qué prohibe y qué permite aunque éste se equivocara en sus decisiones? Se las estaba jugando Jesús y estaba tomando demasiado riesgo con Pedro, según leo en algunos comentarios aquí (¿se equivocó Jesús con Pedro?). Pedro decidió, colegiadamente, que ya no era necesaria la circuncisión, sólo el bautismo (¿se equivocó Pedro?). ¡Pero si la circuncisión era un mandato de Dios! ¡Sin la circuncisión nadie se salvaba! Era una herejía para algunos de aquella época. Esto, a nosotros, ya no nos parece un tema de discusión. Ahora el tema de discusión es que el Papa Francisco (Pedro) se ha equivocado y ha "propuesto" algo que va en contra de nuestra sagrada convicción, pues los mandatos de Dios no se pueden violar o trasgredir (¿se equivocó Pedro otra vez?).

Yo no creo tener
29/08/17 11:16 PM
hornero (Argentina)
francisco javier simeon vives: también me he planteado la cuestión. Reflexionando, creo que se debe distinguir el hombre (Bergoglio) del Vicario de Cristo (Papa Francisco). ¿Pero, hasta donde puede llevarse esta distinción? Me parece entender que en última instancia nos resulta un misterio la doble realidad hombre (pecador y falible) y Vicario de Cristo, porque esta última realidad permanecería, como en el caso del sacerdote sacrílego que consagra en la Misa investido de la Persona de Cristo, de un modo no fácil de entender o de explicar para un fiel común. Pero, entiendo que no hay dificultad en aceptar que un Papa se aparte de la doctrina moral en su condición de hombre, sin ejercer el magisterio extraordinario infalible. De hecho, la historia del Papado registra casos de Papas muy alejados de la vida moral (adúltero asesinado por el marido), vengativos perversos con los enemigos, etc.
30/08/17 12:55 AM
Miguel
No merecen mis comentarios ser publicados? Denme alguna razón o si he contravenido algunas de las normas para ello. O es la discrepancia con ustedes lo que lo impide? Explíquense!!!!

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LF:
Sí, mire, le explico. No tengo la menor intención de publicar nada de quien dice al resto de comentaristas lo siguiente:

Pero vosotros no sois cristianos, sino adoradores de Mitra-Constantino. Qué incultos!!!!

Así que no se moleste en volver a escribir nada.
30/08/17 12:51 PM
Denisovic
Leí hace unos días el comentario que hace el filósofo Seifert sobre Amoris Laeticia. Admiro su precisión y cómo lo dice. Realmente este tipo de inteligencia tan clara e iluminada, es un placer leerlo. Sin embargo me deja realmente admirado que haya quien comenta en este blog, que no, que, "Pienso que lo que no hace ningun bien es el hacer publico este tipo de comentarios", (refiréndose a Seifert). Estamos llegando al disparate que nos invita, según este comentario, que todos debemos convertirnos en "perros mudos". En fin, de verdad que no salgo de mi asombro.
30/08/17 4:20 PM
Mariana
El Dr. Seifert fue mi profesor en el doctorado en filosofía y es un gran filósofo interesado únicamente en la verdad.
31/08/17 7:28 PM
Dino Guillén
Yo también busco la verdad; y por esa razón no puedo quedarme sólo con una perspectiva. Quedarse sólo con un punto de vista y aceptarlo sin más como verdadero es ser parcial. San Juan Pablo II en su Encíclica "Fides et Ratio", No. 25, dice que "Todos los hombres desean saber... Nadie puede permanecer sinceramente indiferente a la verdad de su saber. Si descubre que es falso, lo rechaza; en cambio, si puede confirmar su verdad, se siente satisfecho; es la lección de San Agustín cuando escribe: he encontrado muchos que querían engañar, pero ninguno que quisiera dejarse engañar".

Envié un comentario con un enlace hacia una Carta Pastoral del Obispo de San Luis, Argentina, que dan respuesta a las interrogantes que presenta nuestro filósofo del editorial. Pero no ha sido publicada. ¿Será que sólo interesa un sólo punto de vista para "explicar" el capítulo 8 de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia? No quiero quedarme con esa duda.

Que Dios les bendiga.


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LF:
Usted escribió un comentario demasiado largo y por eso no sale entero. Existe un límite para TODOS los comentarios de 1500 caracteres.
31/08/17 10:45 PM
Luis Fernando
Duque, no puedo dar paso a un comentario con esas expresiones. Pero vamos, que le entiendo.
1/09/17 12:51 AM
Lola
Apoyo a este filósofo,recemos porque no entre el error en la iglesia
1/09/17 1:13 PM
Menka
El que salta la valla en un punto, salta por encima de toda la valla.

Si tú dices que un principio vale para todo el conjunto, y luego dices que hay un punto del conjunto en el que ese principio no se cumple, es que el principio no es válido.

Santiago: "El que no cumpla un mandamiento, no cumple la ley entera."
1/09/17 4:17 PM
Christifer Panagiotis
Parece que los artículos realizados por Josef Seifert han sentado mal en ciertos ambientes arzobispales.
El día 31 de agosto se colgó en la página de la archidiócesis de Granada, un comunicado del arzobispado lamentando este artículo "porque daña a la comunión de la Iglesia, confunde la fe de los fieles, y siembra desconfianza en el sucesor de Pedro, lo que, al final, no sirve a la verdad de la fe, sino a los intereses del mundo". A continuación recuerda que en Granada se ha aceptado las directrices dadas por los obispos de la Región de Buenos Aires. Al final, señala que a causa del artículo que publicó en julio del año pasado, también crítico con AL, dejó su puesto como profesor del instituto Edtih Stein de Filosofía de Granada.
1/09/17 8:36 PM
Mariana
Los católicos somos inocentes, pensamos que porque alguien se convierte ya va a estar confirmado en la verdad. Y no siempre es así. Recordemos los errores de Edith Stein que llegó a decir que ella no tenía inconveniente en que se ordenara a mujeres como sacerdotes.
No es el único caso, También Jacques Maritain tuvo algunos errores filosóficos aun después de converso. Y el cardenal Lustiger también judío converso fue quien impidió el proceso de canonización de Isabel la Católica.
4/09/17 2:49 AM
Noticias de fondo
¡Qué loable, correcta, solvente presentación del sr. Seifert! ¡Qué delicadeza al tratar el tema en sí y hacia el Papa mismo! Sin embargo no puedo participar de semejantes cuidados. El Papa tiene a su propia vista el quiebre que hoy presenta la Iglesia Católica en el mundo, sin que se conozca que intervendrá para ordenar la situación. Obispos que aplican el Derecho Canónico aún vigente. Obispos que tomando la nota al pie del texto ya han dado rienda suelta a la bendición de parejas no sacramentadas y la comunión de personas en situación de pecado mortal, tal como veo en las misas con personas en conocida situación.

Esto está a la vista de todos y, también, de Francisco. Es más, la carta del Papa al Episcopado argentino, recientemente publicada oficialmente por el Vaticano, contradice el esfuerzo del articulista. Mientras, se niega a responder las dubias. ¿Por qué? Porque ya viene respondiendo a las dubias con gestos, como esta carta.

Hasta ahora, Francisco parece haber logrado meter un troyano en la Iglesia Católica y pareciera ser su estrategia que el gusano haga su trabajo. Viene ahora el Sínodo de los Jóvenes: ¿veremos al troyano trabajar en sus conclusiones?

Ciertamente si lo que ha escrito Francisco en AL fuera el quiebre de la Tradición, uno debería concluir que corresponde modificar el Derecho Canónico, cosa que no está ocurriendo. Ahora bien, en un obrar "estratégico", ¿para qué confrontar por tal reforma y con riesgo de reacciones que aborten el proceso y
4/09/17 3:20 AM
jon
no, el fin no justifica los medios eso es maquiavelico
12/09/17 5:21 AM
PEDRO
En el sacramento de la confesión es el mismo DIOS quien escucha y perdona los pecados. El sacerdote administra la SANGRE de CRISTO. El estar en pecado mortal es estar separado de DIOS, y perder el escudo frente a Satanás. El alma le ha abierto la puerta al maligno, Satanás o diablo que es el mismo, pues los demonios son su tropa.

La conciencia no crea la norma moral, sólo la aplica. Es pecado actuar con conciencia venciblemente errónea, puesto que en este caso hay culpabilidad personal. En la práctica se puede saber que el error era vencible, si de algún modo se adivinó la ilicitud del acto, o si la conciencia indicaba que era necesario preguntar, o si no se quiso consultar para evitar complicaciones, etc. ¡¡ Pero, ante la LEY de DIOS, no hay interpretación que convenga o que se cree el convencimiento de no pecar, diga quien lo diga, en este caso de los divorciados vueltos a casar ¡¡.

Con AL se obtiene una conciencia relajada, pues " los divorciados y vueltos a casar, sin previa anulación eclesiástica", cometen pecado mortal en sus relaciones intimas y un sacrilegio si comulgan en pecado mortal. Su convencimiento por el AL es contrario a la Ley de DIOS. Ello indica una gran falta de fe y de amor, y una culpable ceguera ante la realidad y gravedad del pecado. Sin estar en gracia de DIOS no se puede comulgar, y falta el requisito del " propósito de enmienda o de no volver a pecar ". ¡ Y no se puede aprovechar del error o afirmación de un tercero, se
1/06/22 12:54 PM

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