InfoCatólica / María Lourdes Quinn / Categoría: Importado

16.03.09

10 mandamientos para los escrupulosos

Rembrandt - Jacob Wrestling with the Angel

El evangelio del 3er. domingo de Cuaresma nos dice que Jesús: “sabía lo que hay dentro de cada hombre” (Jn. 2, 25). Una conciencia bien formada muestra a la luz de la verdad el interior de cada persona. Si no es bastante exigente, puede uno llevar a la presunción, y si demasiado, a la escrupulosidad.

La palabra “escrúpulo” deriva del latín “scrupulus”, que significa pequeña piedra afilada. Es algo que han sentido grandes santos como S. Juan de la Cruz, S. Ignacio de Loyola, Sta. Juana de Chantal y S. Buenaventura.

El escrúpulo es la duda irrazonable sobre la moralidad de un acto hecho o por hacer. La persona escrupulosa vive preocupada viendo pecado donde no lo hay. El escrúpulo es un problema que puede sanarse con la asistencia de una buena dirección espiritual y la gracia de Dios. Para ello es necesario que el escrupuloso confíe en su director espiritual."(www.corazones.org)

S. Alfonso de Ligorio también lo padeció y dice: “Cuando existe en la persona escrupulosa la voluntad habitual de no ofender a Dios, es seguro que él o ella actúa en duda y no hay pecado…” También recomienda lo siguiente:

“Los escrupulosos se inclinan a temer que todo lo que hacen es pecado. El confesor debería mandarles que actúen sin restingirse y que superen su ansiedad. Debería decirles que su primera obligación es conquistar sus escrúpulos. Deberían actuar contra sus infundados temores. El confesor podría mandar al escrupuloso conquistar su ansiedad y no prestar atención a ella, haciendo libremente lo que les dice que no hagan. El confesor puede asegurar al penitente que él o ella no necesita nunca confesar tal cosa.”(Citado en “Ten Commandments for the Scrupulous” por P. Thomas M. Santa, C.SS.R., traducción mía)

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15.03.09

Signos de que Dios está presente en nuestras vidas

Después de expulsar Jesús a los vendedores del Templo en Jerusalén, según el evangelio del 3er. domingo de Cuaresma: “muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía” (Jn. 2, 23). ¿Y los que no le vemos en persona?

La respuesta de S. Bernardo muestra a Jesús expulsando desórdenes de su alma: “…¿cómo puedo saber que está presente? Él es vivo y eficaz (Hb. 4, 12); apenas ha entrado en mí que ha desvelado mi alma dormida…Comenzó a arrancar y escardar, a construir y plantar, a regar mi sequedad… y también a ‘enderezar los senderos tortuosos allanar los lugares ásperos’ de mi alma (Is. 40, 4)…” (Sermón sobre el Cantar de los Cantares, 74)

¿Qué signos deja el Señor a su paso por nuestras vidas? Santa Luisa de Marillac (1591-1660) fue esposa y madre antes de ser religiosa, y gozó de la dirección espiritual de S. Francisco de Sales y S. Vicente de Paúl, que le enseñaron las huellas de Dios en su productiva vida.

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14.03.09

Hijos que no se llevan bien entre sí o con sus padres

A Santa Matilde(895-968), como madre, le habría llegado al corazón lo que nos dice el evangelio del 2o. domingo de Cuaresma sobre los apóstoles tras la Transfiguración del Señor: “discutían qué querría decir aquello de ‘resucitar de entre los muertos’” (Mc. 9, 10) porque las luchas e intrigas entre dos de sus hijos le entristecieron en su viudez.

De familia noble, fue educada por monjas y se casó muy jóven con Enrique, duque de Sajonia, que llegó al trono de Alemania. En sus 23 felices años de matrimonio tuvo cinco hijos: Otón I, emperador de Alemania; Enrique, duque de Baviera; San Bruno, Arzobispo de Baviera; Gernerga, esposa de un gobernante; y Eduvigis, madre de Hugo Capeto, rey francés. Su esposo acreditaba a las oraciones de su esposa las bendiciones que recibía en su reinado y le dejaba repartir libremente limosnas a los pobres.

Tras la muerte repentina de su esposo, su dolor aumentó por la lucha entre sus hijos Otón y Enrique por el trono. Otón fue elegido emperador pero sabía que su madre favorecía a Enrique y por eso le echó del palacio. Ella fue a un convento para dedicarse a la oración mientras intentaba lograr las paces entre los hermanos.

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13.03.09

Receta china para la Cuaresma: Tortas fritas con cebollita

La Operación Plato de Arroz ofrece en sus calendarios de Cuaresma recetas simples sin carne de países muy necesitados. No he visto entre ellas la receta china en este artículo, que requiere muy pocos ingredientes y se sirve como aperitivo en muchos restaurantes chinos en los EE.UU.: tortas fritas con cebollita. En chino se llaman “tson-iu-ping” - literalmente: “cebollita-aceite-torta” (en inglés: “scallion pancakes”).

La receta también ayuda a reflexionar sobre el camino que nos queda de Cuaresma, representado en el evangelio del 2o. domingo de Cuaresma por Jesús y sus apóstoles: “cuando bajaban de la montaña” (Mc. 9, 3). El Señor les preparaba para la Semana Santa, como nos pide la Iglesia que hagamos durante la Cuaresma. [Citas del Bto. Guerrico de Igny, abad cisterciense. Fuente: http://evangeliodeldia.org ]

[Fotos de http://basilandginger.com ]

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12.03.09

Dos modos de ganar indulgencia plenaria los viernes de Cuaresma

El evangelio del 2o. domingo de Cuaresma dice de Jesús transfigurado que: “Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.” (Mc. 9, 3). Los apóstoles Pedro, Juan y Santiago vislumbraron algo de la pureza de Dios en ese momento. Para poder estar en el Cielo, ante tal pureza toda la eternidad, se nos pide también que nuestras almas estén sin mancha.

Para ayudar a los católicos a purificarse en este mundo, la Iglesia Católica concede indulgencias extra-sacramentales, administrando el tesoro espiritual de los méritos de Cristo y de los santos a los fieles que cumplen los debidos requisitos. Ya se trató el tema en otro artículo de este blog, pero aquí se tratarán en concreto dos obras con indulgencias plenarias relacionadas con la Cuaresma.

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Pero antes, en ocasión de la maravillosa carta (10.03.2009) del Papa Benedicto XVI a los obispos, conviene recordar que una condición para recibir las indulgencias es rezar por las intenciones del Papa (como mínimo un Padrenuestro y un Ave María). Además, ¿sabía que el Manual de Indulgencias de la Penitenciaría Apostólica menciona dos indulgencias que tienen que ver específicamente con el Papa?

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