InfoCatólica / María Lourdes Quinn / Categoría: .... 2) Enlaces de la Semana

10.09.09

Respuestas a lectores sobre el tema de la infertilidad

En el Evangelio del XXIII Domingo de Tiempo Ordinario: “le piden [a Jesús] que le imponga las manos”(Mc. 7, 32) a un sordomudo. Los que buscan ser sanados por el Señor, al confiarse en Sus Manos, deben poner de su parte todos los medios posibles a su alcance, sin que ninguno de esos medios ofendan al Señor.

La cura física debe de estar acompañada por una conversión de vida, como bien entendió S. Nicolás de Tolentino (1245-1305). Este santo agustino predicaba el Evangelio por las calles los 30 últimos años de su vida, acompañando sus palabras con muchos milagros diciendo simplemente: “Dios te sanará”, aunque vivía una vida de severa penitencia. Siempre guiaba a todos hacia mayor santidad de vida, y pedía a la gente que no dijeran nada sobre los favores recibidos para que el agradecimiento fuera sólo a Dios.

Ese agradecimiento lo aprendió desde pequeño de sus padres, que a pesar de sus muchos años de matrimonio no consiguieron hijos hasta después de una peregrinación al santuario de S. Nicolás de Bari (patrono de los niños) en Italia.

——————————————————–

Hoy en día sigue habiendo matrimonios que por su dificultad concibiendo también piden al Señor el milagro de una nueva vida en su familia. En el post “Viviendo la infertilidad con fe cristiana: medios morales y eficaces para combatirla” se trató el tema de la infertilidad (incluyendo “técnicas moralmente reprobables") y algunos lectores han comentado por correo electrónico el tema. Al explorar las opciones médicas, se preguntan algunos cuáles están de acuerdo con la Voluntad de Dios y las enseñanzas de la Iglesia Católica.

Leer más... »

5.09.09

La peor pobreza del mundo se puede encontrar en países desarrollados

Parece que los fariseos tenían buenas razones al criticar que los discípulos del Señor no se lavaran las manos antes de comer. Después de todo, la falta de higiene es una causa de la propagación de terribles enfermedades. Pero, en el Evangelio del XXII Domingo de Tiempo Ordinario, el Señor les contesta: “Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro” (Mc. 7, 18), sino las maldades como los homicidios y las injusticias.

La Bta. Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), pues, hizo bien en preocuparse más por el bienestar corporal y espiritual de los enfermos pobres que de contraer sus dolencias físicas, plantando cara además a la gran injusticia del aborto:

1) “Muchos se manifiestan preocupadísimos por los niños de la India o por los de África, donde tantos mueren, sea por desnutrición, hambre o lo que fuera. Pero hay millones deliberadamente eliminados por el aborto.”
2) “Por eso, pienso que aquellas naciones que destruyen la vida legalizando el aborto son las más pobres, porque temen alimentar a un niño más y, por eso, agregan un cruel asesinato más a este mundo.”
3) “Todo país que acepta el aborto es porque su gente no ha aprendido a amar, sino que recurre a la violencia para obtener lo que quiere.”

Leer más... »

21.08.09

Gravedad de los errores modernistas

En el Evangelio del XX Domingo de Tiempo Ordinario dijo Jesús claramente: “si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” (Jn. 6, 53).

En vista de eso, no sorprende que el Papa S. Pio X (1835-1914) declarara al permitir la Primera Comunión desde la edad de razón: “la inocencia de los primeros años, apartada de abrazarse con Cristo, se veía privada de todo jugo de vida interior” ( “Quam Singulari”, 5), como ya se comentó en “La edad de la Primera Comunión: ¿Por qué tanta prisa?”. También permitió este santo de humildes orígenes que se recibiera la Comunión con más frecuencia.

El Señor decía las cosas como las veía sin miramientos humanos, sin cambiar su mensaje porque no agradara a algunos o aunque muchos dejaran de seguirle por no querer aceptar lo que decía. Siguiendo el ejemplo del Señor, el Papa S. Pio X denunció el 8 de septiembre de 1907, en su “Carta Encíclica ‘Pascendi’ sobre las doctrinas de los modernistas” los ataques de los modernistas eclesiales con palabras que no son precisamente políticamente correctos, como muestra su comienzo:

Leer más... »

15.08.09

¿Murió la Virgen María?

Al lector Norberto le llamó la atención este artículo: “Valencia recuperará una procesión de 1352 para celebrar la fiesta de la Asunción de la Virgen”. En esa procesión, doce hombres vestidos como los apóstoles llevan una estatua de la Virgen yaciente por las calles de la ciudad. Señala el artículo que Jaime I propagó la devoción durante la reconquista, dejando muchas iglesias bajo esta advocación mariana y que: “El culto al misterio de la Asunción fue el más extendido durante la Edad Media dentro de la devoción mariana, hasta que en los siglos XV y XVI fue superado por el de la Inmaculada Concepción.”

A lo largo de los siglos esta fiesta fue llamada también “la Dormición de María”, por lo cual surgieron dudas sobre si la Inmaculada Virgen María, que nunca cometió ningún pecado, experimentó la muerte natural, por ser ésta considerada una consecuencia del pecado. ¿Murió la Ssma. Virgen María?

Leer más... »

4.08.09

Respuestas fuertes a 5 excusas comunes de pecadores

En el Evangelio del XVIII Domingo de Tiempo Ordinario la gente le preguntaba al Señor: “¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?” (Jn. 6, 28) No siempre queremos oír las respuestas. El Santo Cura de Ars, S. Juan María Vianney (1786-1859) logró que su parroquia pasara de ser una con muy pocos fieles a una con muy pocos incrédulos. Lo hizo con palabras fuertes en sus sermones, que duraba horas en preparar.

Pone en labios del Señor, por ejemplo, estas palabras a los que se emborrachan: “Vete, desdichado, a embriagarte de la hiel de mi cólera en los infiernos.” También era capaz de decir: “¡Oh, abismos de los infiernos! Abríos para engullir a esas muchedumbres de réprobos que no han vivido sino para ultrajar a su Dios y condenarse.” En su “Sermón sobre el juicio final”, de donde son esas citas, hace una lista de las excusas de los pecadores:

“En este mundo el pecador siempre encuentra excusas que alegar por todos los pecados que ha cometido; lleva su orgullo hasta el mismo tribunal de la penitencia, donde no debiera comparecer sino para acusarse y condenarse a sí mismo. Unas veces, la ignorancia; otras, las tentaciones demasiado violentas; otras, en fin, las ocasiones y los males ejemplos: tales son las razones que, todos los días, están dando los pecadores para encubrir la enormidad de sus crímenes.”


Estas son las respuestas que da a esas excusas:

Leer más... »