Viviendo la infertilidad con fe cristiana: medios morales y eficaces para combatirla
En el Evangelio del XVII Domingo de Tiempo Ordinario muchos acudían al Señor porque: “habían visto los signos que hacía con los enfermos” (Jn. 6, 2). Según la tradición, los abuelos maternos del Señor (S. Joaquín y Sta. Ana) también habían experimentado la gracia de Dios al concebir por medios naturales a su hija, la Virgen María, a pesar de haber sido considerados infértiles muchos años. Cuando mi esposo y yo tuvimos dificultad concibiendo, una amiga concebida por la intercesión de Sta. Ana nos recomendó pedir la ayuda de esta Patrona de personas sin hijos.
Cerca del 20% de las parejas es infértil, según “Cuando el hijo no llega: Manual para parejas infecundas” (un artículo reproducido en hazteoir.org el 8.6.2009, que comenta un ensayo reciente del mismo nombre del director del Master de Bioética de la Universidad de Navarra, José López Guzmán). La experiencia de muchos es parecida a ésta: “Cuando consultamos a los médicos, muchos de ellos nos recomendaban la fecundación in vitro (FIV) de forma rutinaria, sin ni siquiera intentar investigar o tratar los problemas médicos que impiden la concepción.” (“La infertilidad: epidemia silenciosa y gran preocupación provida”)
En vista de que “Tanto la clara doctrina de la Iglesia como las alternativas morales están disponibles, pero son pocos los que conocen estos recursos que afirman la vida.” (“La infertilidad”), nos ayudarán el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) y los dos artículos citados a responder estas preguntas que deben enfrentar las parejas mano a mano con la infertilidad: “¿qué es para mí el matrimonio, qué me supone la esterilidad, qué sucede si no tengo hijos, qué es para mi un hijo?” (“Cuando el hijo no llega”)
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1) El matrimonio y la esterilidad
“Esta comunión humana es confirmada, purificada y perfeccionada por la comunión en Jesucristo dada mediante el sacramento del matrimonio. Se profundiza por la vida de la fe común y por la Eucaristía recibida en común.” (CIC, 1644)
“…los esposos a los que Dios no ha concedido tener hijos pueden llevar una vida conyugal plena de sentido, humana y cristianamente. Su matrimonio puede irradiar una fecundidad de caridad, de acogida y de sacrificio.” (CIC, 1654)
2) La presión de parientes y de amigos bienintencionados
“Grande es el sufrimiento de los esposos que se descubren estériles. Abraham pregunta a Dios: ‘¿Qué me vas a dar, si me voy sin hijos…?’ (Gn 15, 2). Y Raquel dice a su marido Jacob: ‘Dame hijos, o si no me muero’ (Gn 30, 1).” (CIC, 2374)
“Y un recado para los fértiles: ‘comprensión, no compasión’ [para que así en el matrimonio] ambos asuman su realidad con paz y humildad pensando en lo que como pareja pueden hacer para ser fecundos siendo infértiles.” (“Cuando el hijo no llega”)
“Como regla general, es mejor dejar que el matrimonio en cuestión tome la iniciativa en abordar el tema. El escuchar con comprensión y sensibilidad acerca de la cruz que ellos están llevando, es una hermosa manera de dar testimonio del amor infinito de Dios y del deseo que Él tiene de que ayudemos a otros a llenar sus necesidades humanas más fundamentales (véase Mateo 25:31-46). […]
“Por su parte, los matrimonios que sufren la infertilidad deben aprender a superar las tentaciones destructivas, como el caer en la conmiseración propia, “evitar la cruz” por medio de una actitud estoica, el estar enojados con Dios o el envidiar a otros.” (“La infertilidad”)
3) Técnicas moralmente reprobables
“Las técnicas que provocan una disociación de la paternidad por intervención de una persona extraña a los cónyuges (donación del esperma o del óvulo, préstamo de útero) son gravemente deshonestas. Estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales heterólogas) lesionan el derecho del niño a nacer de un padre y una madre conocidos de él y ligados entre sí por el matrimonio. Quebrantan ‘su derecho a llegar a ser padre y madre exclusivamente el uno a través del otro’ (CDF, instr. “Donum vitae” 2, 4).
“Practicadas dentro de la pareja, estas técnicas [inseminación y fecundación artificiales homólogas] son quizá menos perjudiciales, pero no dejan de ser moralmente reprobables. Disocian el acto sexual del acto procreador. El acto fundador de la existencia del hijo ya no es un acto por el que dos personas se dan una a otra, sino que ‘confía la vida y la identidad del embrión al poder de los médicos y de los biólogos, e instaura un dominio de la técnica sobre el origen y sobre el destino de la persona humana. Una tal relación de dominio es en sí contraria a la dignidad e igualdad que debe ser común a padres e hijos’ (cf CDF, instr. “Donum vitae” 82). ‘La procreación queda privada de su perfección propia, desde el punto de vista moral, cuando no es querida como el fruto del acto conyugal, es decir, del gesto específico de la unión de los esposos… solamente el respeto de la conexión existente entr0e los significados del acto conyugal y el respeto de la unidad del ser humano, consiente una procreación conforme con la dignidad de la persona’ (CDF, instr. “Donum vitae” 2, 4).” (CIC, 2376-2377)
4) Medios morales y eficaces para combatir la infertilidad
“Las investigaciones que intentan reducir la esterilidad humana deben alentarse, a condición de que se pongan ‘al servicio de la persona humana, de sus derechos inalienables, de su bien verdadero e integral, según el plan y la voluntad de Dios’ (CDF, instr. “Donum vitae” intr. 2).” (CIC, 2375)
“Los matrimonios católicos que sufren el dolor de la infertilidad y la presión de ciertos médicos, pueden sentirse tentados por la FIV, aunque existen medios morales y eficaces para combatir la infertilidad, sin los riesgos que esta técnica tiene para la salud de los bebés y sus mamás.” (“La infertilidad”)
“La razón hay que buscarla en nuestro estilo de vida: comida basura, obesidad, stress laboral y profesional, el cansancio, las enfermedades de transmisión sexual, la utilización de anticonceptivos, los antecedentes de abortos y el retraso en la maternidad.” (“Cuando el hijo no llega”)
Los métodos modernos de la planificación natural de la familia (PNF) han ayudado a muchos matrimonios a concebir, por medio de la determinación de los días más fértiles del ciclo de la esposa. Existen diagnosis y tratamientos para las causas de la infertilidad que especialistas sobresalientes han hecho disponibles, como el Dr. Thomas Hilgers del Instituto Pablo VI, en Omaha, Nebraska, EEUU.” (“La infertilidad”)
“Descartados pues alternativas poco dignas y humanas, la pareja puede decidir acudir al médico. En algunos casos la infecundidad es superable. Basta con cambiar el estilo de vida, la alimentación, las costumbres, las frecuencias en los encuentros o una aplicación hormonal. Pero sin la obsesión de un ‘problema’, sino con la apertura a un posible regalo.” (“Cuando el hijo no llega”)
5) ¿Qué es para mí un hijo?
“El hijo no es un derecho sino un don. El ‘don más excelente del matrimonio’ es una persona humana. El hijo no puede ser considerado como un objeto de propiedad, a lo que conduciría el reconocimiento de un pretendido ‘derecho al hijo’. A este respecto, sólo el hijo posee verdaderos derechos: el de ‘ser el fruto del acto específico del amor conyugal de sus padres, y tiene también el derecho a ser respetado como persona desde el momento de su concepción’ (CDF, instr. “Donum vitae” 2, 8).” (CIC, 2378)
“[Existe] la paradoja de que para muchas mujeres, el hijo es un impedimento para su desarrollo personal y muchas optan por abortarlo. El hijo pasa de ser un ‘obstáculo’ a un ‘derecho’. […].”(“Cuando el hijo no llega”)
“Sólo en EEUU, cada año se realizan 100.000 intentos de FIV, una cifra verdaderamente alarmante. En esos intentos, usualmente los técnicos involucran a más de un embrión. La inmensa mayoría de esos bebés no sobreviven los antinaturales procedimientos de descongelación y transferencia al cuerpo de la mujer. En estos momentos, en EEUU hay medio millón de diminutos bebés congelados, a la espera de que eventualmente los utilicen, y 50 mil más se les añaden cada año. En Croacia, el Dr. Antun Lisec, quien preside la filial de HLI en ese país, asegura que mueren más bebés a causa del negocio de la “fertilidad” que a causa del aborto quirúrgico.
“¿Cómo es posible que cooperemos con un negocio lucrativo que trata a los niños como objetos de producción, de “control de calidad”, de experimentación y, en la mayoría de los casos, de desecho?” (“La infertilidad”)
“El hijo no es un capricho ni un derecho para el desarrollo personal […] ‘Tiene que ser el fruto del cariño de la pareja, no puede venir a llenar una ausencia’. [… Se debe] Acoger, no ‘comprar’, ni ‘adquirir’ [al niño].”(“Cuando el hijo no llega”)
¿Y cuando los recursos legítimos se agotan?
“El Evangelio enseña que la esterilidad física no es un mal absoluto. Los esposos que, tras haber agotado los recursos legítimos de la medicina, sufren por la esterilidad, deben asociarse a la Cruz del Señor, fuente de toda fecundidad espiritual. Pueden manifestar su generosidad adoptando niños abandonados o realizando servicios abnegados en beneficio del prójimo.”(CIC, 2379)
Santa Ana, ruega por nosotros ante el Señor.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Conoce a alguien que haya experimentado la infertilidad? ¿Qué recomendaría a los que la experimentan?
Mañana – Detalles de amor - “¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?” (Jn. 6, 5)
38 comentarios
Es posible amar a esos niños más que a los propios, pues el amor no se produce sólo por el hecho físico de engendrar, como puede comprobarse, a la contra, cuando los padres se portan mal con sus hijos físicos.
Dios siempre quiere lo mejor para nosotros, así que si alguien no puede tener hijos y lo acepta y lo ama como la voluntad de Dios, será tan feliz como si los tuviese.
Me parecía que sólo el Señor y Nuestra Madre me amaban tal y como era, que siempre estaban dispuestos a escucharme, a llenarme de Su Paz cuando acudía a ellos en los momentos de desánimo. Eso me demostraba que no necesitaba tener hijos para sentirme amada por Dios, que si otras parejas tenían hijos, pues eso no me hacía menos amada de Dios, lo más importante.
Solía pedirle a la Ssma. Virgen María que le dijera a Su Hijo: "No tienen hijos", como le dijo en Caná que no tenían vino, y así lo dejaba en sus manos. No era siempre tan fácil, pero siempre me quedaba en paz, algo muy necesario para que no me distrayera esa situación de lo que pudiera ofrecer a otros. ¡Qué bueno es el Señor, nuestra fortaleza!
Me llamó la atención que uno de los artículos que cito menciona el aborto y la FIV como dos caras de una misma moneda que trata a los hijos como objetos de posesión más que como personas.
Una vez me dijeron los médicos que estaba embarazada pero poco después me dijeron que no lo estaba (o por aborto natural porque muchos embarazos no llegan siquiera al primer mes o por equivocación de los médicos). Me salen las lágrimas recordándolo. ¿Cómo se puede decir hoy en día a la cara de mujeres embarazadas, especialmente de las que sufren la pérdida de un bebé por aborto natural, que el embrión y el feto no son seres humanos?
La Iglesia enseña que el hijo no es un derecho sino un don de Dios. El Padre concedió al hombre y la mujer la capacidad de traer la vida al mundo como fruto del amor, pero el niño que nace es, por encima de todo Hijo de Dios (en el sentido que Jesús explica). A partir de ahí, la función de los padres (hombre y mujer) es dar soporte material y humano a esa nueva vida, pero nada más. Sólo Dios es el que tiene potestad para decidir sobre esa vida.
La infertilidad es vista en muchos casos como un castigo divino, pues el amor de pareja no se ve reflejado en una nueva vida. Si bien el fin principal del matrimonio es la procreación por el amor (Creced y multiplicaos), bien es cierto que ese amor se puede canalizar a través de la adopción, por ejemplo.
Es un pena y un gran dolor el negocio del mercadeo de niños, tanto para crearles en laboratorio como para eliminarles vía aborto. el mayor holocausto de nuestro tiempo no puede quedar silenciado ytodos, desde nuestra pequeña parcela, debemos hacer lo posible para que los desiognios de Dios en la transmisión de la vida sigan su curso sin verse interrumpidos por supuestos derechos.
+ Bendiciones
Tambien me conmueve a mi y me lleva a pensar, como a ti, !que bueno es el Senior! ˆê”Ô
(Y en oton~o sera su Primera Comunion...)
Es una gran verdad que nuestros hijos son sólo de Dios y "nuestros" porque así dispuso el Señor que estuvieran bajo nuestro cuidado... y nos pedirá cuenta de cómo les cuidamos porque lo que hacemos al más pequeño lo considera Él hecho por Él.
Me parece una gran lástima que la sociedad "avanzada" en que vivimos se haya vuelto tan insensible al "mercadeo de niños" que menciona. Un saludo.
Vaya tema que has elegido,me has recordado las lecturas,de la misa, de días pasados;por ejemplo la esterilidad de Sara,y,sin embargo concibió,la de Isabel,y sin embargo concibió.María no había previsto,en ese momento,concebir,y,sin embargo lo hizo "por obra y gracia del E.Santo".Esterilidad y fecundidad son obra de Dios, Él sabe cómo manifestar esta gran verdad: no somos propietarios de la vida. Actuamos,sin embargo,despojándonos de Dios,en ésto,hay mucho materialismo,entre nosotros los cristianos,la esterilidad no es una des-gracia,como era para los judíos,siempre es una gracia por descubrir: detrás está Dios siempre Providente.
Tiene razón en que la esterilidad no es una desgracia, pero sí lo puede ser cuando no aceptamos esa gracia de Dios que menciona, cuando cuenta uno con sólo sus propios esfuerzos, orgulloso al rechazar el Plan de Dios para nosotros y para otros, cuando no hay nada mejor para nosotros. Tardé mucho tiempo en darme cuenta de eso, por la gracia de Dios. Un saludo.
Lo mejor que se puede hacer es pararse a pensar, y te das cuenta que esas cosas como encontrar tu alma gemela o tener un hijo en realidad no es un derecho, si no un privilegio y es un privilegio que nos tiene que conceder nuestro Padre del Cielo, lo mejor es pedirle al Espíritu Santo que nos ilumine y nos indique cual es el camino que quiere para nosotros... Sabiendo que es el Señor el que mejor sabe lo que necesitamos en cada momento.
María Lourdes y demás compañeros que escribís aquí, contad con mis oraciones de cada día.
desde muy chica pense que queria tener hijos propios y tambien adoptar..esos niños tiene tanto para dar tanto derecho a tener una fam y saber que yo se la puedo dar me da tanta confor..
a veces creo que si dios no me mandado un hijo natural quiza es por el ya tiene otro bb en este mundo que es para mi..que aun que no nasca de mi sera mio y sera mi felicidad por ambos estamos solos y nos necesitamos...
trato de pensar positvo y alejar los malos pensamientos de mi cabeza..seguir adelante y tener fe...
Me ha conmovido mucho su testimonio porque sé de primera mano la gran prueba que es el no tener hijos. Durante 6 años, mi esposo y yo no sabíamos si tendríamos alguno y le pedía a la Ssma. Virgen María que intercediera ante Su Hijo diciéndole: "No tienen hijos" [En Caná Le dijo: "No tienen vino"] y que se cumpla Su Voluntad.
Ánimo, Ana Lucía, que Dios escucha todas las oraciones que Le dirigimos de todo corazón y no dejará de bendecirle por su perseverancia en su fe. Él está muy cerca de todos los que sufren. Me impresiona mucho cómo lucha para ver la situación según la Voluntad de Dios, cómo la fe le ayuda a buscar lo positivo. Creo que su comentario puede animar a otros que pasen por aquí a hacer lo mismo.
Le tendré presente en mis oraciones y le ruego que se acuerde también de mí en las suyas.
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Lorena, muchísimas gracias por haber compartido su hermoso y conmovedor testimonio de cómo la gracia de Dios nos anima en toda vocación, a pesar de que las cosas no siempre sean como deseemos. Su matrimonio sí es una bendición de Dios para todo esos jóvenes cuyas vidas han tocado, respondiendo como dice al amor de Dios en su vida. Pido al Señor que su matrimonio siga siendo fecundo y presencia de Cristo en el mundo (como Sacramento).
Sé que no es nada fácil ese "fiat" que ofrece al Señor cada día, pero ¡qué valioso debe de ser ante el Señor ese sacrificio! Recuerdo cómo la Bta. Isabel Leseur también sufrió al no tener hijos en su matrimonio y por haberse alejado de la Iglesia su marido. Pero, sus sacrificios resultaron en la conversión de su marido tras la muerte de Isabel. Al final, su esposo llegó a ser sacerdote y ella está de camino a los altares.
Gracias de nuevo por haber dejado su comentario. Un saludo desde los EE.UU.
Gracias.
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Diana Cuervo, me ha conmovido mucho su comentario [que siento mucho haber tardado tanto en publicar] porque en mi caso no me enteré del embarazo de mi primer hijo hasta mi sexto aniversario de boda. Pasé mucho tiempo preguntándome si el Señor quería o no que tuviera hijos y por el Sacramento del Matrimonio sabía que sí el Señor deseaba que nuestro matrimonio diera fruto, pero no sabía si en nuestro caso sería cuidando de niños adoptados, por ejemplo (como acabó haciendo una amiga mía y su esposo). Añadía al problema que soy muy irregular (cada 3 o cuatro meses a veces) y que los médicos no encontraban problema alguno tampoco. Comprendo en cierto sentido, pues, tanto su frustración como la esperanza de su esposo.
Me alegro que se haya arrepentido del aborto que tuvo hace tiempo y espero que epor medio de la Confesión Sacramental haya podido encontrar la paz de la Gracia de Dios. Que la Ssma. Virgen María interceda ante Su Hijo por su familia y que tanto el Señor como ella les acompañen muy de cerca con Sus bendiciones, Paz y Amor.
Siempre me he preguntado porque Dios creo la penicilina, las vacunas, las medicinas, los implantes y la ciencia para el bien del hombre. Y no vemos la mano de El en ellas y porque no consideramos mal usarlas, porque las opciones para la fertilidad son consideradas malas cuando el dolor que produce la infertilidad es tan grande como un cancer.
Perdonenme,pero para que una aspirina me quite un dolor de cabeza, no es solo la aspirina la que trabaja, es la voluntad de Dios para sanarme, no hay nada que suceda en nuestras vidas que no tenga el sello de Dios, no hay nada que pueda hacer un medico de fertilidad que pueda darme un hijo, porque solo Dios dice que si, no existe un medico que pueda lograr que una pareja consiga un bebe con una inseminacion o un FIV porque el hace el trabajo de laboratorio. El si lo da Dios, no hay mas amor que el que se da en una pareja unida por el dolor y en oracion para que Dios obre en medio de un tratamiento.
Siempre he tenido dudas sobre ir al medico o quedarme en casa esperando que Dios obre, en las dos formas me uno a Dios en la Cruz y las he hecho las dos, en las dos reconozco que solo El puede obrar, la unica diferencia entre una y otra es mi accionar. Dios abrio el mar al pueblo, pero le pidio a los sacerdotes que entraran los pies en el agua, Dios convirtio el agua en vino, luego que los empleados llenaron las vasijas de agua. En varias ocasiones he sentido su obrar al ir al medico. Aunque no he recibido mi peticion no considero que no ha sido por otra cosa que su voluntad, pero el tratarme o no, no a hecho la diferencia de que aun no reciba.
En Dios espero y seguire esperando, El solo El puede obrar.
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Ana de la Esperanza, siento mucho leer sobre las duras pruebas que ha estado enfrentando, sobre todo porque comprendo en cierto sentido su situación ya que pasaron 6 años hasta que el Señor me concedió mi primer hijo. En efecto, los hijos son dones de Dios y Dios ama a cada ser humano, pero los fines no siempre justifican los medios. Esto es lo que el Catecismo de la Iglesia Católica afirma respecto al tema:
"2375 Las investigaciones que intentan reducir la esterilidad humana deben alentarse, a condición de que se pongan “al servicio de la persona humana, de sus derechos inalienables, de su bien verdadero e integral, según el plan y la voluntad de Dios” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, intr. 2).La fecundación in vitro puede resultar en el parto de un bebé, pero muchísimos otros embriones que se han formado en el laboratorio por medio de ese proceso inmoral no acaban naciendo sino son conservados en el laboratorio o matados. Claramente, eso no está conforme con la Voluntad de Dios. En general, los tratamientos más fáciles y baratos son los que causan tales resultados.
"2376 Las técnicas que provocan una disociación de la paternidad por intervención de una persona extraña a los cónyuges (donación del esperma o del óvulo, préstamo de útero) son gravemente deshonestas. Estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales heterólogas) lesionan el derecho del niño a nacer de un padre y una madre conocidos de él y ligados entre sí por el matrimonio. Quebrantan “su derecho a llegar a ser padre y madre exclusivamente el uno a través del otro” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, 2, 4).
"2377 Practicadas dentro de la pareja, estas técnicas (inseminación y fecundación artificiales homólogas) son quizá menos perjudiciales, pero no dejan de ser moralmente reprobables. Disocian el acto sexual del acto procreador. El acto fundador de la existencia del hijo ya no es un acto por el que dos personas se dan una a otra, sino que “confía la vida y la identidad del embrión al poder de los médicos y de los biólogos, e instaura un dominio de la técnica sobre el origen y sobre el destino de la persona humana. Una tal relación de dominio es en sí contraria a la dignidad e igualdad que debe ser común a padres e hijos” (cf Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, 82). “La procreación queda privada de su perfección propia, desde el punto de vista moral, cuando no es querida como el fruto del acto conyugal, es decir, del gesto específico de la unión de los esposos [...] solamente el respeto de la conexión existente entre los significados del acto conyugal y el respeto de la unidad del ser humano, consiente una procreación conforme con la dignidad de la persona” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum vitae, 2, 4)."
La Iglesia apoya los avances científicos que ayuden a la fertilidad que no sean inmorales. Pero creo que es mucho más lucrativo para muchos tomar el camino fácil y no buscar medios que ayuden a parejas deseando concebir hijos de una forma moral, lo cual me parece lamentable. Gracias a Dios, sé que hay centros dedicados a buscar soluciones en acuerdo con la fe católica, como por ejemplo la NaProTecnología en el Instituto Papa Pablo VI en los EE.UU. (http://www.popepaulvi.com/) [enlace en inglés]. Consulté con médicos hace años para ver si había algún problema médico en mi caso o en el de mi esposo, pero cambié de médico cuando uno propuso la fecundación in vitro. El siguiente médico me examinó y hasta tomó radiografías, pero me dijo que todo parecía estar bien. Me iba a hacer otras pruebas además. Todo eso está conforme con la fe católica pero opciones como la fecundación in vitro no son morales. Hay que tener cuidado.
Que el Señor y Ntra. Ssma. Madre, la Virgen María, le acompañen muy de cerca con Sus bendiciones y le iluminen para siempre hacer la Voluntad de Dios. Siento mucho haber tardado tanto en publicar su comentario.
Hemos pensado en hacernos pruebas medicas, pero mi marido dice que el no puede hacerse un semiograma porque va en contra de su fe catolica. Entonces que podemos hacer? Es cierto q los catolicos no pueden hacerse ese tipo de pruebas?
No quiero q pase el tiempo y si Dios no nos da un bebe nos gustaria poder adoptar antes de ser demasiado mayores.
Me gustaria que nos ayudara. Muchas gracias.
Yo creo en Dios y en todo lo que dice la Santa Madre Iglesia pero la fe de mi mujer brilla por su ausencia.
Ya se está poniendo nerviosa pq no se ha quedado embarazada y ya ha pedido cita para el ginecólogo.
Antes del matrimonio le dije dos cosa claritas que yo no iba a pasar por un aborto y tampoco por la Fecundación In Vitro. Ella me dijo que sino podíamos tener hijos no pasaba nada, lo acepataríamos. Pero ahora que lo estamos intentando y no llega ya va cambiando de opinión. Yo solo de pensar en la FIV me dan arcadas, asco, tener un hijo masturbándote. Me niego, no quiero oir hablar de eso.
Por eso rezo todos los días el Santo Rosario para que la Virgen nos de un hijo y no tenga que pasar por ese calvario de tentaciones, miedos y disgustos.
yo se que dios me escucha me lo ha demostrado muchas veces, solo deseo que algún día nuestro deseo de tener un bebe se haga realidad.
deseo algún día pasar mi diez de mayo con bebe propio en compañía de nuestros seres queridos.
Hoy leí a San Agustin y ha reconfortado mi alma:
"Más yo miserable, propuesto tú, me convertí en un hervidero, siguiendo el ímpetu de mi pasión, y traspasé todos tus preceptos, aunque no evadí tus castigos ¿y quién de los mortales lo logró? Porque tu siempre estabas a mi lado, ensañándote misericordiosamente conmigo y rociando con amargisimas contrariedades todos mis goces ilícitos para que buscara así el gozo sin pesadumbre y, cuando yo lo hallara, en modo alguno fuera lejos de ti, Señor, fuera de ti, QUE FINJES DOLOR EN MANDAR, Y HIERES PARA SANAR Y NOS DAS MUERTE PARA QUE NO MURAMOS SIN TI.
Tal vez esta espera esté formando nuestro carácter, tal vez esta espera nos libre de otros pecados, tal vez esta espera nos acerque a Dios. Santa madre María no dejes que nos apartemos de tu hijo.
Impaciencia y de enojo . Pero tengo mucha fe se que Dios me
Ama y quiere lo mejor para mi puede
Que en este momento no se den las
Cosas pero no debo pensar que Dios debe actuar según mis planes pienso que es una prueba para demostrar la verdadera fe y confianza y si no se dan las cosas pues seguir con mi esposo en el camino del señor nos ha ayudado mucho pertenecer al
Movimiento cursillos de cristiandad en bogota . Y llenarnos cada vez de fe y amor hacia Dios les pido oración por nosotros y sobre todo que no nos alejemos y perdamos la fe
Dedico a educar parejas en el tema, por medio de planificacion natural familiar, (Creighton model y Naprotechnologia)
Como Es mencionado en el articulo,
Aun encontrando respuestas a nuestros problemas reproductivos, el
Plan de Dios para Los matrimonios Es que Sean fecundos de el corazon.
Algo que no Es facil aun para parejas que tienen hijos.
Hay mucho abuso de nuestra fertilidad en nuestros tiempos, mucha ignorancia en el tema , mucho trabajo por hacer, cada vez que se que alguien se sometio a un proceso artificial para conceivir, mi corazon se encoje Al saber cuantos embrios seran sacrificados. la infertilidad se ha convertido en un negocio millonario, se Lucra con el deseo de ser padres a un Costo muy alto.
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Respuesta de Luis Fernando:
Mi madre tenía un problema parecido al suyo. Y de eso hace ya más de 50 años. Finalmente nací yo.
Si los médicos la pueden ayudar, no rehúya esa ayuda. Puede ser el instrumento que Dios use.
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