«Panis angelicus», un buen «villancico» que no se suele oír en Navidad
El Evangelio de la Natividad del Señor nos indica: “La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre” (Jn. 1, 9).
“Si el alma llegara a levantar los ojos hasta su cabeza, que es Cristo [. . . ], sería realmente feliz por la penetración de su visión, al poner sus ojos donde el mal no puede oscurecerlos” (S. Gregorio de Nisa, Homilía 5).
Deseo esa profunda y verdadera felicidad a todos los lectores del blog y a sus familias a lo largo de esta Navidad y en todo momento… ese siempre nuevo gozo que apareció en el mundo por medio de un indefenso bebé que nació en la mayor pobreza del mundo para ser nuestra mayor riqueza.