La ausencia de padres en la catequesis
Hace poco, Elizabeth dejó un comentario en el post “Examen de Primera Comunión (para los padres)”, pidiendo ayuda respecto a la ausencia de padres en la catequesis:
“Necesito me orienten, ya que estoy dictando la catequesis familiar de Primera Comunión a un grupo de 14 madres de familia. Este año finalizamos el segundo año de la catequesis y los padres de estos niños no han participado en los temas dados, algunos porque no viven con estas madres y otros viven con ellas pero no dedican tiempo a sus hijos. En el día de hoy el tema era el matrimonio y me di cuenta que a muchas de ellas les incomodó el tema.
“Siento que los niños no están recibiendo la catequesis con sus padres, sólo la madre y en algunos casos hay mucha insatisfacción por parte de las madres, ya que están solas no sólo en esta catequesis sino en todo lo que se refiere a la crianza del niño. Cuando las cuestiono sobre esto, salen en defensa de los padres diciendo que están trabajando, cansados, ocupados, etc. Sinceramente, no sé cómo manejar esta situación, ya que el ideal es que mejore la relación familiar, pero no veo mejoras en estas familias.”
Es maravilloso que desee mejorar la vida familiar de los niños en su grupo. Si no lo ha hecho todavía, podría expresar su preocupación al párroco de la parroquia en la cual da catequesis, ya que a él le incumbe el bien espiritual de esos padres. Seguro que ese sacerdote, conociendo a sus feligreses, podrá orientarle y apoyarle espiritualmente.
Siempre es difícil discernir las circunstancias de la ausencia de cada padre, como ya sabe por los diversos motivos expresados por las madres. No hay pecado, por ejemplo, en que algún padre no pueda llevar a su hijo a la catequesis y deje a la madre hacerlo porque él debe trabajar para llevar adelante a su familia. Otra cosa sería que el padre se opusiera a que se formara al hijo en la fe católica y que no se acercara por odio a Dios y a la Iglesia Católica, por ejemplo.
Recordemos que en el Evangelio del XXIII Domingo de Tiempo Ordinario [04.09.2011], el Señor nos recomienda gran prudencia y caridad hacia nuestro prójimo: “Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos” (Mt. 18, 15). De esa forma, hay mayor posibilidad de que se acepte y aprecie cualquier corrección hecha, que se hace no para quedar uno bien, sino por el bien del prójimo. Además, “a solas entre los dos”, se puede hablar con mayor confianza con otro y ofrecer ayuda de corazón, si de verdad lo necesita.
La Bta. Madre Teresa de Calcuta (cuya fiesta se celebró ayer) trabajó mucho para ayudar a niños pobres, muchos de ellos abandonados o sin hogar, y tuvo esto que decir en su última entrevista [para la revista brasileña misionera “Sem Fronteras”]:
—Quienes la critican aseguran que su único objetivo es convertir a los que no son cristianos…
—Teresa de Calcuta: Nadie puede forzar o imponer la conversión: tiene lugar sólo por la gracia de Dios. La mejor conversión consiste en ayudar a las personas a amarse unas a otras. Nosotros, que somos pecadores, hemos sido creados para ser hijos de Dios y tenemos que ayudarnos mutuamente para estar lo más cerca posible de Él. Todos nosotros hemos sido llamados a amarle.(www.corazones.org)
Pero, no sólo decía la Bta. Madre Teresa de Calcuta que las conversiones de vida ocurren “sólo por la gracia de Dios” y que nos debemos a ayudar a amar, sino también que la familia que reza junta permanece unida. Por lo tanto, aparte de rezar por esas familias, otra forma en la que podría ayudar al grupo de mujeres sería animarlas a rezar juntos en familia, por ejemplo la “Oración por la familia” de la Bta. Madre Teresa de Calcuta [en medio de la página enlazada].
Todo lo que hacemos por amor a Dios puede tener mayor efecto en otros, por gracia divina, de lo que pudiéramos pensar. Espero también que el testimonio de la comentarista Alicia en el post “Manteniendo vivo el hogar cristiano” le recuerde que todo es posible para Dios y que su labor como catequista tiene gran valor. Que el Señor y Su Ssma. Madre continúen acompañándole en todo momento.
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Oración que rezan a diario después de Misa las Misioneras de la Caridad (fundadas por la Bta. Madre Teresa)
Oh, amado Jesús. Ayúdame a esparcir Tu fragancia por donde quiera que vaya. Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida. Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya. Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mía. ¡Permite que no me vean a mí sino solamente a Jesús!
Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesus, vendrá toda de Tí, nada de ella será mía; serás Tú quien resplandezca sobre los demás a través de mí. Brillando sobre quienes me rodean, permíteme alabarte como mas te gusta. Permíteme predicarte sin predicar, no con palabras sino a través de mi ejemplo, a través de la fuerza atractiva, de la influencia armoniosa de todo lo que haga, de la inefable plenitud del amor que existe en mi corazón por Ti. Amen.
[Fotos de Wikimedia Commons: manos (Elizabeth Ann Colette), Bta. Madre Teresa (Michal Maňas (User:Snek01), Cristo luz del mundo (Andreas F. Borchert)]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué le recomienda a Elizabeth? ¿Se ha encontrado alguna vez en una situación parecida?
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13 comentarios
Por eso el papel se invierte, es el niño el que hay que cuidar,y ser quien, con su ejemplo convierta a los padres.
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Norberto, me gusta cómo enfoca el tema en el niño, que vive en casa día a día mientras que la catequesis sólo dura como mucho unas pocas horas a la semana.
Pero, también comprendo que siendo el programa una catequesis familiar, se espera también que los padres no sólo estén presentes, sino que también participen. Así lo he visto en varias parroquias, en las que los padres aceptaban por adelantado que ellos iban a tener un papel activo en la formación de los niños (aparte de que eso ya se prometió en el Bautismo) en el programa parroquial. Por eso creo que le ayudaría a Elizabeth pedir la orientación del párroco.
Muchas gracias por haber dejado ese comentario para Elizabeth, a quien he mandado un enlace al post.
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Gregory, muchas gracias por haber compartido la experiencia de la catequesis en su parroquia y por las sugerencias prácticas. Siempre ayuda saber cómo otras parroquias tratan la cuestión.
Podría realizar una oracion conjunta pidiendo por los papas ausentes,así se concienciarian más las madres de la importancia de la asistencia.
Por ultimo me gustaría decir que hace poco leí un comentario(no recuerdo el blog)en el que un padre que se había hecho protestante por mediacion de un compañero de trabajo,volvió a la fe católica asistiendo a las catequesis de 1ªComunion de su hijo,(puesto que su esposa e hijos continuaban siendo catolicos)mira Elizaberh que importante es vuestra labor,nunca sabremos como mediante un gesto,una palabra,una oracion, el Señor actúa en nosotros para la conversion por medio de Su Gracia.Felicidades Elizabeth y M.Lourdes.
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Odet, cuando un católico se casa con alguien no lo es, la Iglesia espera que el católico prometa educar a sus hijos en la fe católica. Los esposos deben ayudarse a santificarse. ¡Qué maravilloso que el Señor dé fruto a esos esfuerzos!
El problema de la familia católica es la incoherencia vital que nos impone la sociedad. La familia no se entiende como el centro de la vida sino como un elemento periférico y secundario.
Los hijos viven en esta incoherencia y terminan por adquirir el modelo que sus padres les enseñan con el ejemplo y que corroboran por sus amigos y compañeros.
Los padres (varones) solemos anteponer 1000 cosas a la familia y a nuestros hijos. En mi parroquia, lo extraño es que ambos padres vayan juntos y con sus hijos a las misas. Las madres son las que asumen la responsabilidad y es maravilloso que lo hagan. Pero me temo que el esfuerzo admirable que realizan, es muy poco eficaz.
Del grupo de padres de catequesis que conformamos para la comunión de mis hijos, los únicos que íbamos a misa en familia y seguimos yendo somos nosotros. ¿Qué ha sucedido con las otras 14 familias? Han cumplido las expectativas sociales y se han instalado en la comodidad del alejamiento.
¿Qué hacer? No se si conoces los cursos alfa que se dan a personas alejadas. Quizás en las (impresindibles) catequesis paralelas de padres, se pueda abordar un itinerario kerigmático y así ayudar a romper el circulo vicioso que vivimos. No digo que esto vaya a tener resultados a corto plazo, pero si de cada 15 familias se incorpora una o dos a la vida eclesial, estaríamos pasando dando un paso adelante.
De todas formas, siempre hay que ser conscientes que por nosotros nada podemos. Es necesario orar a Dios para que Él nos guíe y haga posible el milagro personal en estas personas. Sobre todo en los padres (varones) que somos especialmente refractarios a todo lo eclesial.
Dios nos ayude y le bendiga a usted y su familia :)
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Miserere mei Domine, en las Misas dominicales a las que voy en mi parroquia suelo ver bastantes familias numerosas. Los padres van juntos a no ser de que estén separados y las madres suele esperar que los padres ayuden a disciplinar a los niños en la Misa. Con tantos niños, ayuda mucho que ambos padres se ocupen de ellos.
Comentó el párroco una vez que el ejemplo de las familias que van juntas a Misa y que rezan unos por otros ha resultado en la conversión de al menos una persona no creyente que asistía a Misa con su esposa y pidió ser bautizado. ¡Bendito sea el Señor!
Muchas gracias por sus sugerencias.
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Tal vez Elizabeth pueda decirles que espera que cuando ellos sean ancianos, sus hijos no estén "trabajando, cansados, ocupados, etc," como para no poder atenderlos y los ingresen en un asilo. Y que luego no estén "trabajando, cansados, ocupados, etc," como para ir a visitarlos.
Tal vez si entienden que van a recoger en sí mismos lo que siembren en sus hijos hagan un esfuerzo.
Saludos.
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M.C., me recuerda un cuento sobre cómo un padre le dijo a su hijo que preparara un cuarto en una parte apartada de la casa para el abuelo porque estorbaba mucho en casa. El hijo cogió una manta y la cortó por la mitad, diciendo que la mitad era para el abuelo y la otra mitad para su padre, cuando fuera mayor y estorbara en casa. Un saludo y muchas gracias por haber dejado su comentario.
Santisima Trinidad,Padre,Hijo y Espiritu Santo,os ofezco el preciosisimo Cuerpo,Sangre,Alma y Divinidad de Jesucristo,presente en todos los sagrarios de la Tierra,en reparacion de los ultrajes,sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido.Y por los méritos infinitos de su Santisimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María,os pido la conversion de los pobres pecadores.Yo la rezo a diario,espero que te guste M.Lourdes.
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Odet, gracias por haber compartido esa devoción diaria, que me recuerda algo a la Coronilla de la Divina Misericordia. La Coronilla se tarda sólo unos 5 minutos en rezar, pero le agrada sobre todo al Señor cuando se reza a las 15h, a las 3 de la tarde, como reveló a Sta. Faustina.
Pienso que no hay que perder la oportunidad de anunciar sin miedo a Jesucristo a los padres. Decir que El puede salvar un matrimonio y reconstruir su familia. Que vivir la Fe en la Iglesia no es lo mismo que estar fuera...
Si las personas no ven que necesitan a Dios en su vida, va a ser difícil que les pasen la Fe a sus hijos.
Quizá una reunion de padres con testimonios de la acción de Dios en sus vidas de otros matrimonios, sacerdotes, misioneros etc en los inicios de los tiempos fuertes de Adviento, Cuaresma y Pascua podrían ser de utilidad.
No perdamos la esperanza. La Buena Noticia sigue viva.
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José Manuel, en las parroquias que conozco, suelen ser los sacerdotes en las parroquias que conozco los que hacen la mayor diferencia en los programas de catequesis. Se nota y se aprecia el interés de los sacerdotes que se dedican a la catequesis [cuanto les permiten sus obligaciones en las parroquias, que también se nota que hacen falta más sacerdotes en el mundo]. Cuando visitan las clases, pueden animar a los niños y a los padres a ir a Misa los domingos, y en las homilías recalcar la importancia de la vida familiar cristiana.
Como dice, el deseo de los padres, por la razón que sea, de que reciban sus hijos la Primera Comunión es una gran oportunidad para sembrar semillas en los corazones de los padres. ¡Quién sabe el fruto que el Señor concederá!
• FORMACIÓN DE LOS CATEQUISTAS
Digna de alabanza es también esa legión tan benemérita de la obra de las misiones entre los gentiles (entre los paganos), es decir, los catequistas, así hombres como mujeres, que llenos de espíritu apostólico, prestan con grandes sacrificios una ayuda singular y enteramente necesaria para la expansión de la fe de la Iglesia.
En nuestros días, el oficio de los catequistas tiene una importancia extraordinaria, porque resultan escasos los clérigos para evangelizar tantas multitudes y para ejercer el ministerio pastoral. Su formación, por consiguiente, debe realizarse y acomodarse al progreso cultural, de forma que puedan desarrollar lo mejor posible su cometido, agravado con nuevas y mayores obligaciones como cooperadores eficaces del orden sacerdotal.
Multiplíquense, pues, las escuelas diocesanas y regionales en que los futuros catequistas estudien la doctrina católica, sobre todo en materia bíblica y litúrgica, y el método catequético, así como la práctica pastoral, y se formen en la moral cristiana, procurando practicar sin cesar la piedad y la santidad de vida. Organícense, además, reuniones o cursos en que los catequistas se renueven en tiempos determinados en las ciencias y en las artes convenientes para su ministerio y se nutra y robustezca su vida espiritual. Además, hay que procurar, por medio de una justa remuneración, a quienes se entregan a esta obra una condición de vida decorosa y la seguridad social.
• Es de desear que se provea de modo conveniente a la formación y sustento de los catequistas con subsidios especiales de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide. Si pareciere necesario y oportuno, fúndese una obra para los catequistas.
Además, las iglesias reconocerán agradecidas la labor generosa de los catequistas auxiliares, cuya ayuda necesitaran. Ellos presiden la oración y enseñan la doctrina en sus comunidades, hay que atender convenientemente a su formación doctrinal y espiritual. E incluso es de desear que, donde aparezca oportuno, se confiera a los catequistas debidamente formados misión canónica en la celebración pública de la acción litúrgica, para que sirvan a la fe con más autoridad delante de los pueblos. (Decreto «Ad gentes divinitus». Cap. 2, nº. 17.)
• LA INSTRUCCIÓN CATEQUÉTICA.
Vigilen para que se den con diligente cuidado la instrucción catequética, cuyo fin es que la fe, ilustrada por la doctrina, se torne viva, explícita y activa tanto a los niños y adolescentes como a los jóvenes y también a los adultos; que al darlas se observen el orden debido y el método acomodado no sólo a la materia, sino también al carácter, aptitudes, edad y condiciones de vida de los oyentes, y que dicha instrucción se funde en la Sagrada Escritura, en la Tradición, Liturgia, Magisterio y vida de la Iglesia.
• Cuiden también de que los catequistas se preparen de la debida forma para su función, de suerte, que conozcan con claridad la doctrina de la Iglesia, y prácticamente las leyes psicológicas y las disciplinas pedagógicas.
Pongan también empeño en que se restablezca o se adapte mejor a la instrucción de los catecúmenos adultos. (Decreto «Christos Dominus » Cap. 2 Nº 14.)
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Hasta aquí arriba lo que se refiere a la formación de los catequistas.
Hace algunos años oí, un sacerdote decía que hay catequistas que no tienen la experiencia de Dios. No se equivoca, la persona que quiere ejercer como catequista debe tener una preparación y una moralidad conforme al Espíritu de Dios.
Decía una catequista: "los niños no me hacen caso". Veamos, si nosotros no hacemos caso a Dios, sino que nos comportamos en la Casa de Oración como si fuera un mercado, no podemos cosechar frutos espirituales. El catequista o la catequista, ante todo debe ser muy espiritual. Recuerdo aquella catequista, "Rosita", que se pasaba mucho tiempo recogida en el Señor, cuando yo era niño, veía su devoción y amor a Cristo, con qué respeto y delicadeza trataba de los asuntos del Señor. Nunca la recuerdo que se entretenía en hablar en la Casa de Oración con otras personas, la vida de pureza y piedad se notaba en ella.
"Rosita" daba lo que tenía, compartía el amor de Dios con los demás.
Por el contrario si una catequista no consigue centrar a que los niños atiendan debidamente la educación cristiana, debe mirarse así misma, en qué esta fallando.
Enseñar la doctrina cristiana a los niños y niñas, debe salir desde un corazón puro, entregado a la vida de oración, en ampliar sus conocimientos en lo que le toca, del Magisterio de la Iglesia Católica, del Papa. Entonces saldrá una fuerza espiritual y maravillosa de la catequista, que animará y entusiasmará a los niños a conocer con más profundidad a Cristo y perseverarían en el camino de la santidad.
Hay una segunda cuestión, en que el enemigo de las almas, puede robar del corazón lo que se aprende del Señor, porque si en su casa, con su familia no hay amor a Dios, el niño, la niña puede perder interés, porque todavía no se ha fortalecido en el Señor, por culpa del desorden en su vida privada, que hará que la criatura se preocupe más de lo que está sucediendo en su casa, que en las cosas del Señor. En este caso, los catequistas que se reponsabilizan, deben orar tanto por esos niños como por su familia.
Deben los catequistas inundarse del amor del Señor, llenarse de Dios, para que no decaiga y siga adelante, convencido de que cuándo está haciendo las cosas bien, reconozca que todo el mérito es de Jesucristo nuestro Señor.
Vuelvan a leer, pero sólo la documentación del Concilio Vaticano II, sobre los catequistas y su formación, imprégnese de las Sagradas Escrituras, de todo aquello que pide la Santa Madre Iglesia Católica. Ya que los catequistas cuando hacen muy bien su trabajo, tendrán una morada preciosa en el Reino de los cielos, como mi catequista "Rosita".
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José Luis, gracias por recordar ese documento. Catequistas como Elizabeth y "Rosita" desean mejorar su labor por el Señor. Tanto el apoyo de la parroquia como la oración son muy necesarios para desempeñar bien según su capacidad esta generosa obra. Un saludo.
Cuando era catequista de confirmación - un grupito de catorce jóvenes - no pude reunirme nunca con los padres. Lo que hice, entonces, fue dar a cada confirmando una carta breve, que intenté redactar muy cordialmente, dedicada a sus padres. En ella, les daba las gracias por confiar en mí al permitir a sus hijos que se inscribieran en mi catequesis y me ponía a su disposición. Bueno, pues tuve la satisfacción de que la mayoría fuesen a conocerme en diferentes días, y los que no fueron me enviaron saludos por medio de sus hijos.
Alguno me dijo que eso de darles las gracias por confiar en mí les había sorprendido y conmovido.
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Flavia, ¡qué idea más buena! Así, se abre el contacto con los padres que no pueden asistir y se les puede invitar a involucrarse más. Gracias por compartir esa maravillosa idea.
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Susi, recemos también por ella y por todos los que de una forma u otra participan en la catequesis.
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Freddy, ¡vaya estrategia! Me imagino la sorpresa del que creía iba a estar ausente. Claro que a veces se debe al trabajo que los padres no están en la actequesis, y allí se pondría más difícil encontrarlos. :)
Muchas gracias por haber dejado su comentario para Elizabeth.
En mi caso antes de participar en la catequesis leí los evangelios para tener un conocimiento básico y comprender más, pero mi sorpresa fue que mucho de lo que decían, se marginaba a Cristo.
Por ejemplo, en la lectura de la mujer que con solo tocar el manto de Jesús quedo curada, se interpreto que la su propia fe curo a la mujer, que ella si tocaba un palo quedaba curada, que en la vida había que creer en algo y con eso bastaba.
El sacerdote en las homilías decía que las lecturas bíblicas eran un cuentito.
Fui la única que manifesté que no estaba de acuerdo, y por eso fui despreciada, todo lo que compartía estaba mal o lo ignoraban.
De lo que más se hablaba era de la vida social, la espiritual no tenia aceptación, porque no conocían su valor fundamental, el que sostiene la vida de todo ser vivo, es obvio que no se puede dar lo que no se tiene o no se vive.
Para mí la catequesis familiar centrada en Cristo, coherente con el evangelio e inspirada por el Espíritu Santo es uno de los caminos necesario y eficaz para la reevangelización y conversión, cuando sea así, no abra tanta ausencia de padres, porque escucharan el llamado de Dios.
Nosotros no somos las manos del Alfarero, sino la arcilla dentro de sus manos.
María Lourdes y Elizabeth me uno a ustedes en la oración, pidiendo que venga a nosotros su Reino y a nuestra Madre y Madre de Dios que ruegue por todos sus hijos
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Liliana, me conmueve mucho su comentario porque se nota que ha sufrido por expresar la Verdad. Claro que a veces podemos malentender lo que se oye en las homilías y los sacerdotes son humanos, después de todo, y a veces no les salen las palabras como desean. Cediéndoles el beneficio de la duda, si uno está en duda, o para evitar que se confundan otros, siempre puede uno expresar discretamente y con caridad su interpretación de los Evangelios, manteniéndose fiel a las enseñanzas de la Iglesia. Como podemos leer en la Biblia, la verdad nos hará libres.
"Los católicos han tenido siempre la costumbre, y la tienen todavía, de determinar la verdadera fe de dos maneras: con la autoridad de la Escritura divina y con la tradición de la Iglesia católica. No porque la Escritura, por si sola, no sea suficiente en todos los casos, sino porque muchos,interpretando a su capricho las palabras divinas, acaban por inventar una cantidad increíble de doctrinas erróneas. Por este motivo es necesario que la exégesis de la Escritura divina vaya guiada por la única regla del sentir católico, especialmente en las cuestiones que tocan los fundamentos de todo el dogma católico." (S. Vicente de Lerins, "Conmonitorio", n. 29).Un saludo.
Sin participación de la familia no hay catequesis posible! En mi parroquia eclesiástica Ntra. Sra. del Rosario, El Valle, estado Tachira, Venezuela, desde hace un tiempo venimos trabajando con los representantes y padres de los niños, es mas, no realizamos sólo exámenes, tambien damos catequesis en temas mas fuertes a los padres y representantes con sus niños: sectas, biblia, halloween, eucaristia, etc... A lo largo del años preparamos temas de formación para los padres y ha sido fuerte pero es gratificante que hay padres q reconocen cuánto les ha ayudado las actividades q se realizan con ellos!!! Animo!!! Adelante!!!!
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