Carta a Leta que todos los padres deberían leer
En el Evangelio del XXVI Domingo de Tiempo Ordinario, el Señor advierte: “si tu pie te hace caer, córtatelo” (Mc. 9, 45). S. Jerónimo (347-420), gran penitente desde su conversión en 366, hizo caso de ese pasaje, usando sus pies para escapar de ocasiones de pecado.
Bautizado en 366 solía visitar las catacumbas con sus amigos. Solía viajar para ganar conocimiento, pero finalmente viajó para alejarse a la soledad del desierto, viviendo como eremita y dedicando su tiempo a la oración y al estudio tras un sueño en la que unos ángeles le flagelaban y el Señor no le reconocía como cristiano por los libros paganos que leía. Se dedicó desde entonces al estudio de la Sagrada Escritura, encontrando fuertes tentaciones hasta en el desierto.
En 382, volvió a Roma para asistir a un concilio sobre el cisma de Antioquía. El Papa le hizo su secretario, pero dándose cuenta de que allí sus duras correcciones no eran siempre recibidas por otros, S. Jerónimo dejó la ciudad en 385 para irse a la Tierra Santa, donde se estableció en Belén. Allí le escribió Leta, nuera de Sta. Paula y cuñada de Sta. Eustoquia (dirigidas por el santo), pidiéndole consejo sobre cómo formar a su hija, a quien había consagrado al Señor desde que rezaba pidiendo hijos.
La carta de S. Jerónimo en respuesta a Leta [enlace en inglés - citas traducidas en el post] reconoce que: “Habrá una regla para los que viven en el mundo y otra para las vírgenes [como Paula] y los monjes”, pero bastantes consejos son buenos para la educación de todos los niños.
1) Responsabilidad de los padres
Los padres deben de darse cuenta que serán responsables ante el Señor por sus hijos, especialmente antes de alcanzar la edad de la razón. Sugiere a Leta: “Que [su hija] nunca vea ni en usted ni en su padre lo que no puede imitar sin pecado.” y “Que no aparezca [Paula] en público sin ser acompañada sin usted.” Le recomienda no dejar sola a la niña cuando va de viaje, sino llevarle consigo, alentando que tema no estar con su madre, un temor sano para evitar los posibles peligros al alejarse de ella.
Pero, el santo se da cuenta con prudencia de que los padres no son los únicos en la vida de los niños y alienta a Leta a hacer que su hija reconozca a sus parientes enseguida para que desee estar con los ausentes y muestre que quiera estar con sus abuelos, por ejemplo, para contentarles a éstos.
2) Educar bien desde el principio
“No debe, por lo tanto, aprender de niña lo que luego tendrá que desaprender. […] Las impresiones tempranas son difíciles de erradicar de la mente. Una vez que la lana se ha teñido de púrpura, ¿quién la puede restaurar a su anterior blancura?”
3) Proteger de la mala influencia de otros
Insiste en que hay que seleccionar bien a los que instruyen a la niña ya que “Siempre estamos listos para imitar lo malo; y las faltas son rápidamente copiadas, mientras que las virtudes parecen inalcanzables.” Por ejemplo, dice el santo que no deben enseñarle a la niña a acortar las palabras o a vestirse de lujo para no arruinar su conversación o carácter respectívamente.
“Debe aprender a oír nada y a decir nada sino lo que pertenece al temor de Dios. No debe de tener entendimiento de palabrotas ni conocimiento de las canciones del mundo. Su lengua debe ser saturada cuando todavía es tierna en la dulzura de los salmos.” Por eso es importante para Paula (viviendo en Roma) evitar los espectáculos, guardar la modestia y no acudir a baños públicos. Debe guardar buena compañía “porque si [sus compañersa] han aprendido alguna travesura podrían enseñar más [travesuras]”.
4) Consejos didácticos
- Aprender idiomas extranjeras como griego y latín desde su infancia: “Porque si los tiernos labios no se forman desde el principio en esto, la lengua se estropea por un acento extranjero…”
- Jugar con letras hechas de algún material sólido y cambiar el orden de las letras “para que las aprenda tanto de vista como por sonido” y “para que hasta sus juegos le enseñen algo”.
- No darle palabras sueltas, sino con propósito, como por ejemplo los nombres de los Apóstoles.
- Premiar la buena ortografía
- Aprender con otros niños para que se animen entre sí a aprender.
- “Sobre todo, debe tener cuidado de no hacer sus lecciones desagradables para ella” para que no pierda el deseo de aprender de mayor.
- Incluír una variedad de actividades, como manualidades
5) La oración y la Sagrada Escritura
Según S. Jerónimo, es fundamental rezar a lo largo del día. Como resalta el Papa Benedicto XVI, el santo aconseja:
“ ‘Asegúrate de que estudie todos los días algún pasaje de la Escritura… Que acompañe la oración con la lectura, y la lectura con la oración… Que ame los Libros divinos en vez de las joyas y los vestidos de seda» (Epístola 107,9.12).’”(Audiencia General, 14.11.2007)
Finalmente, el santo recomienda a Leta que mande a Paula a su abuela Sta. Paula y a su tía Sta. Eustoquia en Tierra Santa si se siente abrumada intentando poner en práctica sus consejos en Roma, ofreciéndose como tutor de la niña. Que S. Jerónimo nos ayude a todos los padres a formar bien en la fe católica a los hijos que Dios puso bajo nuestro cuidado.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Le parecen particularmente oportunos para el mundo de hoy alguno de los consejos de S. Jerónimo? ¿Le parece que hace falta añadir algo a esos consejos?
Mañana: Sta. Teresita de Lisieux – “uno de estos pequeñuelos que creen” (Mc. 9, 42)
8 comentarios
Es claro que todos los consejos,salvando los 17 siglos de distancia,son válidos,pero yo,quiero fijarme en el nº5.
En efecto la oración,desde temprana edad, es imprescindible, para que el cristianismo,en contacto interior con Dios Padre,Hijo y Espíritu Santo, sea atractivo y los chicos perseveren
Parece que,según la psicopedagogía que se ha colado en la catequesis, un niño no podría orar,que sería "algo muy fuerte para su edad",¡falso de toda falsedad!.No voy a invocar un largo discurso,lo dejo para otros,solamente recuerdo unas,de las muchas,palabras del Señor respecto de los niños.
"Dejad que los niños se acerquen a mi,no se lo impidáis,porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos". Mt 5:13-14
No sabría que añadir porque engloban todo lo que podemos hacer para la educación de nuestros hijos. Cualquier forma de educación que tengan de pequeños, quedará en su interior para su futuro. Se trata de plantar la semilla y regar asiduamente, poco a poco irá brotando.
Siempre he pensado que la oración debe mantenerse por costumbre desde pequeños. Hay veces que hablando con diferentes personas que no son creyentes, evocan recuerdos de sus oraciones en la niñez. Y, quieras que no, les hace reencontrarse con unos momentos reconfortantes.
Y, como referencia de nuestros hijos, debemos indicarles y mostrarles nuestro arrepentimiento ante hechos incorrectos en los que podamos incurrir. Hay que afrontar la responsabilidad para que ellos lo puedan entender.
Y, como Miriam, también rezo el Salmo. “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?” ¿Cómo podré pagarle la dicha de darme dos hijos maravillosos?
A mí me ha sorprendido que bastantes programas de catequesis no esperan que los niños sepan la Señal de la Cruz ni se lo enseñan hasta que tienen cinco o seis años, cuando creo que son capaces desde mucho antes. Otra práctica que veo extendiéndose en los EE.UU. es tener guarderías en las iglesias para los niños en que los padres dejan a los niños durante la Misa. Comprendo que los niños muy pequeños pueden ser una distracción, pero también me parece importante que vean el ejemplo de sus padres, que no se piensen que se pueden saltar la Misa y que reciban la gracia de la bendición de Dios durante la Misa. Un saludo.
Me encanta su reflexión. Como dice el sacerdote durante la Misa: "Es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor Padre santo, Dios todopoderoso y eterno..."
También aprendo mucho viendo a mis hijos rezar. Claro que también recuerdo momentos en que he tenido que insistir en que recen mis hijos, como al bendecir la mesa, por ejemplo. No siempre es la oración lo más recogido posible, pero el Señor y Nuestra Madre nos ayudan a mejorar por el camino. Un saludo.
También por esa experiencia educando en escuelas a niños de diferentes edades, me doy cuenta de lo importante que es esa cita sobre la blancura que resalta. Si no se les educa bien a los niños desde muy pequeños en casa, si los padres no dan importancia al comportamiento de los niños, cuando llegan a la adolescencia, las intervenciones suelen ser más difíciles. Conozco un caso en que los padres tenían que llamar a la policía para que les ayudara a controlar a su hijo de once años. Pero, más vale tarde que nunca... Un saludo.
Algunos consejos no incluí en el post porque S. Jerónimo se refería a cómo educar a una virgen consagrada. Por ejemplo, sugiere que se aparte a Paula de hablar con varones fuera de la familia y limitar mucho que fuera vista, que la llevaran al templo cuando fuera un poco mayor para dejar a la niña allí.
Es recomendable vestir a nuestras hijas de tal forma que no sean ocasiones de pecado para otros (lo digo por cómo se visten algunas niñas y jóvenes para ir a la escuela), pero en general me parece extremo apartarlas de todo trato con varones en su infancia, siempre que sea bajo alguna supervisión.
También pienso recordar con más frecuencia esa preciosa cita que nos recordó Miriam de Argentina. Un saludo.
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