CVIII. La extremaunción
1325. –¿Era necesario la institución por Cristo del sacramento de la extremaunción?
–En la Suma contra los gentiles, Santo Tomás dedica a la extremaunción un capítulo, que sigue al ya examinado sobre el sacramento de la penitencia. Este nuevo capítulo lo comienza con la demostración de su utilidad y necesidad. Parte de la siguiente observación: «Como el cuerpo es el instrumento del alma, y el instrumento está al servicio del agente principal, necesariamente la disposición del instrumento ha de ser tal cual corresponde al agente principal; por eso, el cuerpo se dispone tal cual conviene al alma».
A continuación añade otra. Como el hombre, compuesto de cuerpo y alma, es pecador, «de la enfermedad del alma, que es el pecado, deriva alguna vez la enfermedad al cuerpo por justa permisión divina».


1297. –¿Con el bautismo, la confirmación y la eucaristía, que dan y aumentan la gracia de Dios, no son suficientes los sacramentos?
1282. –El Aquinate resuelve a la dificultad sobre el modo en que comienza a estar presente verdadera y realmente Jesucristo, verdadero Dios y hombre, en las especies sensibles de pan y vino,con la explicación de la conversión total o cambio de las substancias de pan y vino por las substancias del cuerpo y de la sangre de Cristo, que se denomina transubstanciación. ¿Cuál es la segunda dificultad y cómo la resuelve?





