28.05.19

(549) Silencio: se apostata

 

–¿En qué ha sido actualizado este artículo?

–En el Post post 3.

 

Se dan las batallas por perdidas sin combatirlas con la espada de la Palabra divina

/Disminuye aún más la Misa dominical. Silencio: la Iglesia no es sargento que manda, sino madre que ofrece. /Anticoncepción generalizada. Silencio: es un progreso irrenunciable. /Adúlteros comulgan. Silencio: vale más la misericordia que la justicia. /Impudor al límite. Silencio: la moda es imparable, relativa e insignificante. /Culto al sexo y a la riqueza. Silencio: aspectos positivos de liberación y desarrollo. /No hay vocaciones. Silencio: es providencial; así crece el laicado. /Abundan las herejías. Silencio: «oportet hæreses esse»; tolerancia, pluralismo y respeto. /Aumenta la apostasía. Silencio: la Iglesia durante siglos valoró demasiado su volumen numérico. /No pocas Iglesias locales han de cerrar y secularizar sus templos. Silencio: Había demasiados. Etcétera.

 

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21.05.19

(548) Asís, marzo 2020 - «Economy of Francesco»

Basílica de S. Francisco -  Asís

–El asunto está difícil…

–Así es. El Papa siempre pide que recemos por él… Oremos, oremos, oremos.

Hace unos días el BOLLETTINO de la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó el texto íntegro del «Mensaje del Santo Padre para el evento “Economy of Francesco” (Asís, Italia, 26-28 de marzo de 2020), 11/05/2019». Estamos aún distantes de la fecha señalada para ese evento, pero por eso mismo parece conveniente ofrecer a la Santa Iglesia, y especialmente al Santo Padre y a quienes más directamente lo preparan, algunas consideraciones sobre ciertas dificultades previsibles. Publico para comenzar algunos fragmentos del

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16.05.19

(547) Cristo glorioso (y 5)- Vivir en Cristo y para Él

Peregrinación de católicos 

–¿Esta mini-serie sobre el «Cristo glorioso» la ha escrito porque estamos en el Tiempo Pascual?

–Así es. Y así es «porque de la abundancia del corazón habla la boca».

 

—El Segundo Adán, Jesucristo, es «todo» para nosotros

 Jesucristo inicia y vivifica en los cristianos una raza nueva de «hombres celestiales». «El primer hombre, Adán, fue hecho alma viviente; el último Adán, espíritu vivificante. El primer hombre fue de la tierra, terreno; el segundo hombre fue del cielo. Cual es el terreno, tales son los terrenos; cual es el celestial, tales son los celestiales» (Col 15,45.47-48). Jesucristo es, pues, para nosotros

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9.05.19

(545) Cristo glorioso (3)- La excelsa epifanía de su Cruz

Fouquet (+1481)

–Señor nuestro Jesucristo, te adoramos y te bendecimos …

–pues por tu santa Cruz redimiste al mundo.

 

El Hijo divino se nos da por puro amor en Belén, en la Encarnación. Y consuma su entrega de amor en el Calvario, en la Cruz: «al final, extremadamente los amó» (Jn 13,1). «Tanto amó Dios [Padre] al mundo que le entregó a su Hijo único» (3,16).

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17.04.19

(542) Dios quiso la cruz de Cristo

–Todos los años salen en Semana Santa progres «católicos» desviados con la misma argumentación.

–Repiten lo que otros famosos maestros, Olegario, Pagola, etc. vienen diciendo hace años impunemente.

 

–Dios no quiso la cruz de Cristo

Me escribe ayer, Martes Santo, con pena desde Chile una amiga muy apreciada, esposa y madre de familia, cristiana católica y apostólica: «Le mando la carta que el párroco de la Parroquia de Santa Teresita de los Andes de Santiago, publicó esta semana en la web parroquial». 

Habla de este modo un señor Párroco, que por el Orden sacramental, fue potenciado especialmente por obra del Espíritu Santo como ministro de la Palabra divina, para confesar la fe católica en la predicación y catequesis, en sus escritos y en toda ocasión.

«Al entrar nuevamente en las celebraciones de la Semana Santa, es muy apropiado preguntarnos ¿por qué murió Jesús?

«La pregunta no es menor, escuchamos constantemente en los evangelios la bondad de su actuar, los milagros que realiza, su defensa de los más débiles. ¿Cómo es posible que lo quieran matar? Algunos tienden a atribuir la razón de su muerte a una misteriosa voluntad del Padre: para perdonar los pecados de la humanidad necesitaba que corriera sangre de un inocente. Pero esto es absurdo. Pensar que el Padre envió a su Hijo al mundo a morir para salvarnos, pone a nuestro Dios al mismo nivel que otros pueblos, donde los dioses no se contentan con los sacrificios humanos, agregándole la gravedad de la muerte de su propio Hijo. Esto no tiene sentido» […]

«Entonces ¿por qué murió Jesús? Jesús no muere porque su Padre lo envió a morir por nosotros. Son los hombres quienes quisieron terminar con su vida», etc.

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