(444) Fátima, 8: Rezad mucho, rezad el Rosario
–¿Y tal como está el patio, qué remedio propone usted?
–Muchos remedios son necesarios; pero uno de los principales –al menos así lo ve la Virgen– es el rezo del Rosario.
–La Virgen de Fátima llama a la oración y a los sacrificios
De los sacrificios ya traté en el artículo (441) Expiación por los sacrificios. Veamos ahora la conversión por la oración.
La Virgen exhorta a la oración en las seis apariciones, y especialmente al Rosario. Por el pecado los hombres se alejan y separan de Dios. Por la oración se convierten a Él, vuelven al trato amistoso con el Salvador; buscan a Dios y lo hallan; expían por sus culpas; le piden perdón y gracia al Señor de la Misericordia, y son atendidas sus peticiones.