Pensamientos N° 6 - Cuestionamientos de la fuente Q y de la prioridad de Marcos
Pensamientos N° 6 - 22 de febrero de 2021
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La exégesis moderna de los Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) depende de dos hipótesis centrales: la prioridad de Marcos y la existencia de la fuente Q.
En el N° 6 de “Pensamientos” presento mi traducción comentada de un artículo de Mark Goodacre que cuestiona a fondo la existencia de la fuente Q y recomiendo un libro de Dennis Barton que cuestiona a fondo la prioridad de Marcos.
Les deseo una buena lectura y me despido hasta el próximo lunes. Que Dios los bendiga y los guarde día tras día. Fraternalmente, Daniel Iglesias Grèzes.
Para acceder a Marc Goodacre, Diez razones para cuestionar a Q, presiona el siguiente enlace.
Para profundizar en el tema de esta semana, les recomiendo este libro en inglés: Dennis Barton, The Clementine Gospel Tradition, 2017.
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3 comentarios
"aceptemos Mateo, Marcos, Lucas y Juan, pero ¿por qué no pudo haber una fuente Q?"
Claro que pudo haberla, como pudo no haberla. Lo cuestionable es que hayan convertido en dogma incontrovertible una teoría cuyos múltiples huecos no han sido resueltos satisfactoriamente.
1. Es una hipótesis plausible que ya en vida de Jesús, los 12 apóstoles llevarán, como mínimo, un dietario único con los hechos suyos y de Jesús, quizás redactado por Mateo que sabía escribir y componer. No es plausible que, nunca jamás, nadie del colegio apostólico, en vida de Jesús, no escribiera nada en absoluto de lo que pasaba durante los tres años de vida pública de Jesús.
2. El dietario se completaba con explicaciones de Jesus, los apóstoles y los discípulos.
3. Lucas llevó un labor investigativa, hablando con María, entre otros. Cada apóstol llevaba sus propias fichas, y redactó según sus conveniencias.
4. Los evangelistas de antes de la destrucción de Jerusalén ocultaron la crisis real del judaísmo para no desanimar a los nuevos proselitos ni recibir represalias del judaísmo oficial. Destruida Jerusalén, ya no habían represalias, los intervinientes de la era de Jesús ya habían muerto, y los proselitos ya estaban maduros para conocer el grado de decadencia del Pueblo Elegido, el judaísmo. Los evangelistas ocultaron, todo lo que pudieron, el grado de bajeza moral de la era de Jesús, por razones prácticas de represalias y desánimos.
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