Las crónicas de Narnia
Clive Staples Lewis (1898-1963) fue un gran pensador y escritor británico. Después de su notable conversión del ateísmo al cristianismo –fue un anglicano muy cercano al catolicismo–, publicó varios libros de espiritualidad cristiana que han impulsado a muchos lectores hacia procesos de conversión semejantes al suyo.
Su obra más conocida es el conjunto de siete libros de literatura fantástica infantil y juvenil llamado “Las crónicas de Narnia”, donde narra la historia de Narnia, un mundo paralelo al nuestro. “Las crónicas de Narnia” están llenas de símbolos cristianos bastante evidentes (1), pero creo que se puede establecer la siguiente correspondencia básica:
• El libro 1 (El sobrino del mago) es una alegoría de la Creación.
• El libro 2 (El león, la bruja y el armario) es una alegoría de la Redención.
• El libro 3 (El caballo y el muchacho) es una alegoría sobre la Providencia.
• El libro 4 (El príncipe Caspian) es una alegoría sobre la Fe.
• El libro 5 (La travesía del Viajero del Alba) es una alegoría sobre la Esperanza.
• El libro 6 (La silla de plata) es una alegoría sobre la Misión.
• El libro 7 (La última batalla) es una alegoría de la Parusía.
El personaje principal de toda la serie es el león Aslan, que claramente simboliza a Jesucristo. Los siete libros narran historias relacionadas entre sí, pero cada uno de ellos puede ser comprendido y disfrutado sin necesidad de leer los demás.
Recomiendo a los padres cristianos que regalen libros de “Las crónicas de Narnia” a sus hijos menores de edad, porque no sólo les proporcionarán una lectura muy amena y de alta calidad literaria, sino también un buen apoyo para su formación religiosa y moral. También me parecen recomendables las películas filmadas sobre los libros 2, 4 y 5, aunque éstas hacen mucho más hincapié en los episodios bélicos que los libros respectivos.
Daniel Iglesias Grèzes
1) Su transparente alegorización de las verdades de la fe cristiana es la razón por la cual a J. R. R. Tolkien, otro gran escritor británico del siglo XX, católico y amigo de C. S. Lewis, no le gustaron “Las crónicas de Narnia”. Tolkien es conocido sobre todo por su trilogía “El señor de los anillos”, que también tiene un significado cristiano, pero mucho más difícil de captar que el de “Las crónicas de Narnia”, porque no se basa en sencillas alegorías.
5 comentarios
Un saludo
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Ahora bien, The Lord of the rings no trata "alegóricamente" de nada, y si trata de algo, como dijo su autor, no es ciertamente sobre el Bien y el Mal, sino sobre la Muerte y la Inmortalidad, sobre el paso de el tiempo y la pertenencia.
En el libro de Pearce: Tolkien, señor de la Tierra Media, hay un artículo maravilloso sobre "El sentido del tiempo en la obra de Tolkien" (no recuerdo bien el título) en el que se puede apreciar hasta qué punto, la obra de Tolkien es "fundamentalmente cristiana y católica", como él mismo dijo.
El libro quinto ("La travesía del Viajero del Alba") trata, sí, sobre la esperanza, pero cuando lo leí me pareció una fabulosa "teología de la Gracia".
También son muy buenos los libros de la "Trilogía Cósmica", si bien ya son directamente pensados para "adultos".
Sin embargo, «La travesía del Viajero del Alba» (creo recordar que es el tercero que se publicó; el orden de aparición creo que es: 2,4,5,3,6,1,7) es el que, narrativamente, más ladrillo me pareció de toda la serie.
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