¿Por qué se enfadan?
Se han puesto – algunos sectores de la sociedad – ya no digo como linces, sino como basiliscos. En todo caso, como fieras. Todo por un cartel. Ya sabemos – y los enfadados también lo saben – que el lenguaje de los carteles no es el de las tesis doctorales, ni el de los discursos, ni el de las encíclicas; ni siquiera, el de las homilías.
No hace falta ser intelectualmente superdotado para caer en la cuenta de que un bebé no es un cachorro de lince, ni de que un cachorro de lince no es un bebé. Pero no es absurdo plantear una analogía, una comparación, en la cual, como en toda analogía, hay semejanza y desemejanza: Si una especie animal en peligro de extinción merece ser protegida, con más motivo debemos proteger a cada individuo de la especie humana – pequeño, grande, o más grande - . No sólo por ser un ser vivo, sino por ser un miembro de la especie “humana”; es decir, alguien que vale por sí mismo, independientemente del número total de miembros de la misma especie.

Lo copio de “Terra”, y juzguen ustedes mismos:
El lunes, 16 de marzo, comienza la novena de oración por la vida, en preparación de la solemnidad de la Anunciación del Señor, que se celebra – como es sabido – el 25 de marzo. Siempre es necesario rezar por la vida, pero este año esta necesidad reviste un carácter de urgencia. Se está “gestando” una nueva ley que, lamentablemente, no apuesta por la vida, sino por la muerte; no apuesta por el amor, sino por la destrucción del otro; no apuesta, tampoco, por la justicia, sino por la injusticia máxima de privar, con pretextos de diversa índole, al no nacido del derecho fundamental a vivir.
El templo de Jerusalén contaba con un edificio sagrado, el santuario, y con grandes atrios. En los atrios se realizaban diferentes actividades; no así en el santuario, que era un espacio sagrado al que no todos tenían acceso. El santuario incluía dos partes: el Santo y el Santo de los Santos. En el Santo sólo podían entrar los sacerdotes, y en el Santo de los Santos sólo podía entrar el sumo sacerdote una vez al año.












