Un sabroso saber: el conocimiento de Dios en Santo Tomás
Ayer (9.II.2009) tuve que impartir una conferencia sobre el conocimiento de Dios en Santo Tomás. La titulé “Un sabroso saber". Ofrezco a los lectores del blog un fragmento del texto de la conferencia:
Más allá de la filosofía y de la teología, sin negarlas, se encuentra la experiencia de Dios; el conocimiento por connanturalidad, en el que entran en juego los actos de conocimiento propiamente dichos y el amor, puestos ambos bajo una donación gratuita que proviene del Padre y que se dirige al hombre que se encuentra en una actitud de disponibilidad creyente .
Es interesante, a este respecto, un texto de la cuestión 43 de la Primera parte de la Summa:
“Por la gracia el alma se asemeja a Dios. Por eso, para que alguna persona divina sea enviada a alguien por la gracia, es necesario que se verifique su asimilación a la persona que es enviada por algún don de la gracia. Y porque el Espíritu Santo es amor, el alma es asimilada al Espíritu Santo por el don del amor. Por eso, la misión del Espíritu Santo es considerada en razón del don del amor. Por su parte, el Hijo, es la Palabra, pero no una palabra cualquiera, sino la que espira amor. Por eso, Agustín en IX de Trin. dice: La palabra que intentamos comprender es conocimiento con amor. Así, pues, el Hijo no es enviado para formar el entendimiento, sino para que, por la formación de dicho entendimiento, el entendimiento se transforme en amor, como se dice en Jn 6,45: Todo el que oye a mi Padre y le acepta, viene a Mí. Y en el Salmo 38,4 se dice: Meditándose se encenderá el fuego. Por eso, Agustín dice señaladamente que el Hijo es enviado cuando es conocido y percibido por alguien, puesto que la percepción indica cierto conocimiento o vivencia. Esto es propiamente lo que se llama sabiduría, esto es, un sabroso saber, según aquello de Ecl 6,23: La sabiduría de la doctrina justifica su nombre” .