26.06.10

El camino, el seguimiento, la libertad

Homilía para el XIII Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo C)

El Señor inicia el camino de Jerusalén, un itinerario que conduce a la cruz. El rechazo de los samaritanos, como, antes, el rechazo de los de Nazaret (cf Lc 4,16-30), muestra la dificultad de su tarea: “No lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén” (Lc 9,53). La repulsa de los samaritanos se convierte, de algún modo, en un preludio de la repulsa de la cruz.

La respuesta de Jesús ante el rechazo es la paciencia y la mansedumbre. Una actitud que debemos hacer nuestra, cuando, también hoy, la Buena Noticia del Evangelio, la novedad que proviene de Dios, es rechazada en la medida en que se contrapone a la lógica de este mundo. El Evangelio, como un visitante inoportuno, no es recibido, ya que la dirección a la que apunta – la entrega absoluta de la cruz – contrasta con el impulso dominante de la búsqueda de uno mismo, con la instalación cómoda en el egoísmo y la autosatisfacción.

En un discurso dirigido a los jóvenes en Malta, el Papa Benedicto XVI mostraba, en continuidad con la respuesta que Jesús dio a Santiago y a Juan, partidarios de mandar bajar “fuego del cielo”, la necesidad de no asustarse ante el rechazo y la urgencia de no dejarse arrastrar por un espíritu de venganza: “Encontraréis ciertamente oposición al mensaje del Evangelio. La cultura de hoy, como cualquier cultura, promueve ideas y valores que contrastan en ocasiones con las que vivía y predicaba nuestro Señor Jesucristo. A veces, estas ideas son presentadas con un gran poder de persuasión, reforzadas por los medios y por las presiones sociales de grupos hostiles a la fe cristiana”.

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25.06.10

El joven San Pelayo

San Pelayo, mártirNacido en Albeos (Crecente, Pontevedra), en el año 911 o 912, Pelayo era sobrino del Obispo de Tui, Hermoigio – quien también es contado como santo -. Cuentan los hagiógrafos que en la escuela de la catedral aprendió gramática y se inició en la Liturgia, actuando como monaguillo.

España sentía sobre sí el peso de la dominación musulmana. El que se proclamaría, en 929, primer califa de Córdoba, Abderramán III, unificador del al-Andalus, venció en el 920 a los leoneses y navarros en la batalla de Valdejunquera.

Un éxito militar que repercutió directamente en la vida del joven Pelayo. Su tío, el obispo, fue apresado y llevado a Córdoba. Pelayo era su rescate. En un principio, se trataba de un rescate provisional: el niño, como rehén, ocuparía la plaza del anciano, mientras éste conseguiría el oro necesario para, a su vez, liberarlo. Pero esta liberación no tuvo lugar, ya que el obispo, enfermo, murió antes de lograr su propósito.

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24.06.10

San Guillermo, un peregrino

San Guillermo nació en Vercelli, de una noble familia, hacia el año 1085. A los quince años se dedicó a recorrer los principales santuarios de Europa; entre ellos, Santiago de Compostela. Intentó, también, ir a Tierra Santa, pero fue disuadido por San Juan de Matera y por otra razón aun más contundente: una paliza propinada por unos ladrones.

A raíz de ese desagradable incidente, se dirigió a Montevergine. Buscaba la soledad, y en ese lugar fundó, en 1128, la congregación benedictina de Montevergine. La regla que impuso a los monjes era muy austera: “en las comidas no se permitía el vino, la carne, la leche y sus productos y, durante tres días a la semana, no había otro alimento que verduras y pan seco”.

Pero no fue éste el último destino de su peregrinación. Los monjes se sublevaron ante tanto rigor y San Guillermo eligió a un prior que gobernara la comunidad. Y así vivió, posteriormente, en el Monte Cognato y en la llanura de Goleto, en cuyo monasterio murió el 24 de junio de 1142. En 1807, su cuerpo fue trasladado a Montevergine.

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23.06.10

La Natividad de San Juan Bautista

La Natividad de San Juan Bautista

La Iglesia sólo celebra lo santo. En realidad, celebra al Santo de los santos, a Dios nuestro Señor. Celebra su grandeza, su majestad, su gloria, que se manifiesta en las obras de la creación y de la salvación. Los santos son, igualmente, obras de Dios, signos luminosos de su presencia en lo que, sin ellos, sería la plena oscuridad de la historia.

Por esta razón sólo figuran tres natividades en el calendario litúrgico. La primera, la que causa mayor admiración y maravilla, es la de Jesucristo, el Verbo encarnado, el Hijo de Dios hecho hombre, el Emmanuel, el Dios con nosotros nacido de la Virgen.

Figura también la festividad de la Natividad de la Virgen María; la criatura que siempre fue santa. En Ella, por el misterio de su Concepción Inmaculada, no se pueden separar la santidad y el ser. Muestra así que no sólo el origen, sino también la plenitud del ser es Dios. María es, desde el comienzo, toda de Dios y para Dios.

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22.06.10

El adorable conocimiento de Cristo

La segunda lectura del Oficio de lectura del martes de la XII semana del tiempo ordinario está tomada de un tratado de San Gregorio de Nisa “sobre el perfecto modelo del cristiano”. Es un autor del siglo IV, Gregorio de Nisa - hermano de San Basilio y contemporáneo de otro de los grandes capadocios, San Gregorio Nacianceno – , de gran interés. W. Jaeger le dedica unas luminosas reflexiones en su breve, pero profundo ensayo, “Cristianismo primitivo y paideia griega”.

También Benedicto XVI ha hablado de San Gregorio de Nisa; en concreto, en la “Audiencia” del 29 de agosto de 2007. El Papa lo describía como un “hombre de carácter meditativo, con gran capacidad de reflexión y una inteligencia despierta, abierta a la cultura de su tiempo. Se convirtió así en un pensador original y profundo de la historia del cristianismo”.

Su vida fue la de un intelectual, un asceta y un pastor de la Iglesia. Apasionado por la filosofía y por la retórica, se dedicó a la enseñanza y contrajo matrimonio. Luego, se concentró en la vida ascética y, finalmente, fue elegido Obispo de Nisa. No se le ahorraron problemas en esa sede. En plena disputa con los herejes que negaban la divinidad del Espíritu Santo, fue acusado de malversación de fondos y tuvo, temporalmente, que abandonar su obispado.

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