Lágrimas y lágrimas
Las “lágrimas” son las pesadumbres, las adversidades, los dolores. En un libro que, más de una vez, he citado en este blog (“El Espíritu Santo en la vida cristiana”), el P. Gardeil, relacionando los dones del Espíritu Santo y las bienaventuranzas, vincula el don de ciencia con “bienaventurados los que lloran”.
Hay, nos dice, “lágrimas benditas”. No se trata de llorar por llorar. No toda lágrima es, sin más, bendita. Llorar porque el amor propio ha sido herido o llorar por desesperación no nos convierte en bienaventurados.
Las lágrimas “meritorias” son aquellas inspiradas por el don de ciencia. ¿De qué ciencia se trata? De la “ciencia de la pequeñez, la insuficiencia y la corrupción de las criaturas”. Una ciencia que conduce a ver al Creador a través de las criaturas.
Se trata, en suma, de pasar de lo visible a lo invisible, de lo terreno a lo celestial, de lo mundano a lo divino. Las criaturas, en cuanto tales, no son malas, pero idolatrar lo finito, lo relativo, sí lo es. Los conversos lloran lágrimas benditas al percatarse de este error, de este encantamiento de dejarse seducir por lo pasajero, en lugar de por lo eterno.
También el pecador que se convierte derrama lágrimas. El fango se ve completamente fango cuando, por contraste, se atisba la belleza de Dios. Un momento de placer, la cuesta abajo de la inercia de nuestros vicios, la esclavitud de hacer lo que nos apetece en lugar de lo que debemos son motivos de lágrimas si se valora lo que, a cambio de estas tristes ganancias, se pierde.
La frivolidad ante lo serio. El apego a lo secundario frente a la fidelidad a lo principal genera, o puede generar, lágrimas. “Lloremos – dice el P. Gardeil – nuestras infidelidades, el tiempo perdido…”.
Lloramos al percibir nuestra nada, al percatarnos de la brevedad de la vida, de la insignificancia de lo que no es Dios: “Las lágrimas de los enlutados y de los desdichados son un fruto más de la ciencia que el Espíritu Santo nos inspira”.
Lágrimas benditas son las que brotan de la compasión, al comprender que las multitudes – como ovejas que no tienen pastor – buscan ansiosamente el vacío, la nada. Lágrimas de impotencia cuando no se logra hacer todo el bien que se quiere hacer: “Llora ahora por los pecados de los demás”, decía Santo Domingo a un compañero de Orden. Lágrimas que buscan consuelo, que ansían a Dios. Que sirven de purificación.
Pero incluso cuando las criaturas nos acercan a Dios, surge la angustia de no “ver” a Dios, a pesar de poder ver sus obras. Son las lágrimas del deseo, que no se conforman con el sucedáneo, sino que aspiran al original: “La Esposa busca a su Dios, como la Madre a su Hijo: llorando”. La noche es el terreno de las lágrimas. Dios se oculta incluso cuando se manifiesta. Dios, pese a su cercanía, sigue siendo Dios.
Las criaturas “nos permitían ver a Dios lo suficiente como para desearlo, pero no lo bastante para entregárnoslo”; “las criaturas nos revelan a Dios y nos lo velan”. Las lágrimas que surgen de este contraste son lágrimas de búsqueda, sostenidas por la esperanza.
“Aquellas lágrimas fueron buenas para mí”, dice en un momento de su vida San Agustín. Pero estas lágrimas que buscan a Dios encontrarán su consuelo. Así nos lo ha asegurado Jesús.
Guillermo Juan Morado.
78 comentarios
El "nosotros" es por los otros chicos del Oratorio de Don Bosco.
Nuestras miserias y las miserias de los demás son un excelente tema de meditación. Estos pensamientos son el comienzo; nos introducirán en la oración y las lágrimas se convertirán en gozo. Son lágrimas saludables que nos acercan a Dios porque brotan de un corazón que siente hasta el dolor la miseria de las criaturas..." (p. 122)
Es que, al verlo cira, he recordado que ese libro me lo regaló un párroco mío, hace unos siete años, y lo leí con verdadero gusto.
A los tres años antiguamente en nuestra iglesia(hablo de tradiciones del rural) se acababa el luto por los familiares difuntos(a no ser que se tratara de los padres,esposo o hijos), los parrocos mui inteligetes ellos marcaban en los libros de difuntos los funerales solemnes que la familia pedia para rezar por el alma del finado
Hoy he llorado,pero de alegria, alegria que reconoce la esperanza de la resurecion...........
Os habeis parado a pensar en las lagrimas de alegria? no creeis que el dia de la ascension de nuestro señor algunos lloraron pero de alegria?
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http://books.google.es/books?id=UTFwnyWVZ7UC&printsec=frontcover&dq=El+Esp%C3%ADritu+Santo+en+la+vida+cristiana++Gardeil&source=bl&ots=6RWuzLZyH3&sig=M_HasB2i5saoTrYZmGXdSDmv3Z0&hl=es&ei=
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Aquí lo tiene para leer un poco, no entero.
Miguel: Yo sí he visto a una persona romper a llorar intensamente, abundantemente y decirme, ante mi pasmo y asombro, que ese enorme llanto era de felicidad por la cercanía de Dios.
Si, a veces se llora de alegría. A mí me ha ocurrido.
Nuevo libro sobre el papa actual: Los cinco minutos de Benedicto XVI. Publicaciones Claretianas. 480 páginas, 13 euros.
Y ya que el jueves 25 de este mes no habrá post, quisiera anunciar que es la fiesta de los protomártires salesianos Luis Versiglia, obispo y Calixto Caravario, presbítero, beatificados en 1983 y canonizados en 2000 por Juan Pablo II. Ambos eran misioneros en China.
Mañana será otro día. Buenas noches a todas y a todos.
Me han enseñado esa ciudad desde el autocar, de paso, y es uno de mis sueños: parar y acercarme a la ciudad por aquel camino... Actualmente, parece un pueblo, no me pareció grande.
Buenas noche, ahora que veo, hace media hora que te has ido.
Pienso como tú, que luego lloraría de alegría. ¡ Qué detalle el de Jesús ! Alabarla y curarla, a una mujer considerada impura por estar enferma... Y que acudió sola, el evangelista no nos dice que la acompañase nadie. Era " impura " y todo cuanto tocase quedaba impuro. Y Jesús la alaba. Maravilloso Jesús, Dios y Hombre.
Yo me voy a retirar. Se va acumulando el cansancio de la semana.
Ciao.
Buenas noches pater, que descanse bien.
Un cordial saludo.
Filología y mística: San Juan de la Cruz, llama de amor viva
http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000001.nsf/%28voAnexos%29/arch0963A77E29E746BFC1257148003AF53F/$FILE/Gconcha.htm
Salmo 56 (55), 9
a man has the greatest of courage, the courage to suffer.”
- Viktor Frankl
(que la traduzca Marcos, jeje)
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos (Sal 18)
“There is no need to be ashamed of tears, for tears bear witness that
a man has the greatest of courage, the courage to suffer.”
- Viktor Frankl
No hay de qué avergonzarse, las lágrimas dan testimonio de que un hombre tiene el mayor valor, el coraje de sufrir.
¡ Qué gran hombre era Viktor Frankl! Pasó calamidades por doquier, y aún así mantuvo la fe y esperanza de seguir sobreviviendo
" Si separas el oro de la escoria, serás mi portavoz. Que se vuelvan los otros a ti, no tú a ellos " ( Jer 15,19 ).
Para mi son lágrimas que me conmueven; -y que por lo que veo no se entienden-:
Son aquellas, las lágrimas que Jesús derrama cuando por las cicunstancias de no ser creido incluso por sus allegados. Él se ve obligado a resucitar a Lázaro. El hermano de Marta y María.
Él que más y mejor que nadie sabía que la verdadera vida estaba detrás de esta nuestra "muerte-vida" . A su amigo y pariente -contra natura- le hace volver a esta nuestra triste vida.
Y Cristo llora porque aquellos; los que Él tanto ama no le creen. Y como si pidiera a su Padre perdón y permiso por lo que va a hacer. -nunca antes lo había hecho- dice: "Padre te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que siempre me escuchas,.. (JN.11,42)
...porque me has escuchado; yo sé que siempre me escuchas, incluso ahora que estos no creen en mi; que tú me has enviado...
Hay lágrimas que merecen un cielo. Otras, todo lo más, un pañuelo. De ambas, he llorado mucho. Las primeras, cuando se anhela estar cerca del Señor; las segundas, cuando se le deja a un lado. La vida de cada persona debería medirse como se miden los tiempos históricos: antes de Cristo y después de Cristo. Cuando se le ha encontrado, aunque sea muy precaria y fragmentariamente, ya nada es igual, ni las lágrimas ni hasta el mismo pecado. Sabemos que está Él y ya sabemos lo que hacemos con respecto a Él.
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Y sólo lo notas si miras un calendario y compruebas que, en efecto, ha pasado un año.
Sin embargo, bien podría ser que Jesús no hubiera llorado por la muerte de Lázaro, ni por ver llorar a los demás –como da la impresión al leer el evangelio de San Juan.
Quizá Jesús lloró de emoción ante el milagro que iba a realizar en presencia de la gente - a juzgar por las palabras de Jesús cuando le hicieron saber que Lázaro estaba enfermo: “Esta enfermedad no es de muerte, sino para gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios sea glorificado en ella.” Y más tarde: “Lázaro ha muerto y me alegro por vosotros de no haber estado allí para que creáis.”
Y es que nada puede tocar el corazón tanto como glorificar a Dios y dar a conocer sus maravillas entre los hombres.
Y esas miradas atrás que nos asombran por lo rápido que ha pasado un año, y otro, y otro (sobre todo cuando ya se va cumpliendo cierta edad), nos sobrecogen pero nos ayudan a resituar personas, cosas y asuntos en sus respectivas justas medidas. La fugacidad del tiempo, esa tan barroca vanitas, ese sentimiento del tempus fugit estremece y, si somos lo que somos, cristianos, conduce a la conversión.
No otra cosa es contemplar, ante la fugacidad del tiempo, ante la inconsistencia de los bienes mundanos, ante la evanescencia de cuanto nos ata o de aquello a lo que nos aferramos, que cada uno de nosotros pulvis est et in pulverem reverterit
Buenas noches.
Bona nit.
Sólo descubrí verdaderamente quién era doce años después de su muerte, también por estos días, cuando estaba inmerso en mi psicoterapia. Ese descubrimiento del padre me llevó, desde entonces, a descubrir al Padre. Freud se equivocó de un modo total al pensar esta relación a la inversa, considerando que la figura de Dios era una mera proyección humana del padre de cada uno de nosotros. En absoluto, es el hombre convertido en padre quien es una proyección (una participación, por decirlo en lenguaje teológicamente más apropiado) del Padre que lo creó y que quiso que lo fuera.
"En el fondo, el duelo es un proceso de aprendizaje interior acerca de la pérdida de algo valioso. En efecto, las personas que pasan por tan difíciles circunstancias suelen convertirse, en muchos aspectos, en gente con una sabiduría especial, pues saben que hacer frente a su pérdida les ayudaría a dominar su sufrimiento. Es como si se les abrieran las puertas ed la comprensión, dando paso a un proceso de transformación interior"
Eduardo, ¿lo de "conocer" a tu padre 12 años depués es literal o metáfora?
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Qué interesante!
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Es importante esa experiencia, porque hay mucha freudiana voluntad de liberarse del padre (y, de paso, del Padre).
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Cuántas veces, con el paso de los años, los hijos redescubren a su padre. Bien porque cambian los hijos, o porque cambian los padres, o porque cambian las respectivas situaciones... Y, muchas veces, los unos son más indulgentes con los otros.
¡Cuánto suelen querer los padres a los hijos y cuánto pueden, incluso sin pretenderlo, hacerles sufrir!
Mañana intentaré comentar su último post, D. Guillermo. Ya va siendo tarde para mí.
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Vaya si lo es y ¿cómo suplirla o mitigar la pérdida?
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Porque un padre anticipa el ejemplo de vida que será el tuyo (aunque difiera algo por el aspecto generacional). Porque un varón se siente totalmente desamparado cuando fallece su padre. Porque representa el modelo másculino más cercano que puedas tener en tu vida.
Porque, de repente, te sientes solo y eres tú quien será modelo y referente para los demás, sin poder ni siquiera dudar si podrás serlo en comparación con tu padre.
Por mil cosas. Es indescriptible el dolor y el efecto de esa pérdida si ésta no es esperada (p.e. frente a los que sí la asumen a través de una larga enfermedad) y, sobre todo si ocurre a temprana edad.
Yolanda, suplir la muerte de un padre es sencillamente imposible. Mitigarla o sobrellevarla con dignidad no lo es. Para ello, se ha de cuidar siempre la imagen del padre en el recuerdo, respetarlo y seguir amándolo. Es mantener viva su presencia en un contexto de amor por su persona, por lo que hizo y por lo que representa para cada uno de los que le han sobrevivido. Sobre todo, para los hijos (varones o mujeres) no dejará de impactarles cuánto heredaron de él sin saberlo e irlo descubriendo en sí mismos.
Y, en efecto, Marcos, como diría Luis Aguilé en aquella famosa canción, "Por eso y muchas cosas más..."
si se trata de honrar constantemente su memoria, hablar de él con un amor desbordante y recordarle siempre que una ocasdión de realzar sus virtudes se presenta... Eduardo: no hago otra cosa. Y no como un programa premeditado: sale solo, él era realmete l mejr padre del mundo, el mejor esposo y la persona más extarordinaria que he conocido. No es porque sea mi marido ni porque se haya muerto: lo era, era así y no se le puede recordar de otra manera.
Hoy mismo, esta tarde, el pequeño tenía que calcar un mapa y usó un artilugio que su padre le hizo de pequeño, para calcar imágenes con un cristal y una bombilla, nada muy complicado, nda de tecnología punta, artesanal y amoraosamnet construido para su niño solamente; pero sacarlo y usarlo y recordar cuando se lo construyó, hablar de las habilidades de su padre del cariño con que lo hizo, de la disposición permanente hacia sus hijos...
Bueno, siempre es así.
Gracias Eduardo.
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