Advertimos que se trata de un video de unas dos horas de duración, es claro que es posible verlo por partes o de corrido según la disponibilidad de tiempo y las ganas que se tenga.
Comienza con una cena, la del Jueves Santo, y termina con otra cena, en Emaús.
Debemos un agradecimiento especial a “Verbum Gloriae” (verbumgloriae.es) por la excelente música gregoriana, exhortamos a visitar su página web y su sitio de Youtube.
Es toda una experiencia hilvanar las diversas facetas del acontecimiento central de la historia humana tal como las imaginaron los grandes príncipes de la pintura.
Al hacerlo, dejaron la huella de la presencia de la fe cristiana y católica a lo largo de estos dos mil años.
Hay aquí también algunos autores protestantes, entre ellos, genios como Rembrandt.
La música occidental nace del canto gregoriano, canto de Iglesia, y la pintura occidental no se concibe sin los encargos que la misma Iglesia hizo a los más grandes artistas, como Miguel Ángel, Rafael, y tantísimos otros.
Es necesario, entiendo, que la suma fealdad de nuestra época experimente el choque con la inaudita belleza del mejor arte cristiano.
La belleza no sustituye a la verdad ni es argumento concluyente a favor de la misma. Pero la verdad es bella, y la irradiación de la verdad, a lo largo de los siglos en el cristianismo, tuvo que dar lugar necesariamente a la irradiación de la belleza.
Que la sed inmensa que nuestro tiempo tiene por la verdad, el bien y la belleza, por el contraste brutal con la realidad cotidiana, pueda, por la gracia de Dios, calmarse en el torrente inagotable que brota del costado abierto de Cristo Crucificado y que los grandes pintores han representado más de una vez en sus obras, ejemplos de los cuales pueden verse aquí mismo.
Buena Semana Santa.