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5.04.01

410 - CHILE: ENTREVISTA AL CARDENAL ALFONSO LÓPEZ TRUJILLO (I Parte)

CHILE: ENTREVISTA AL CARDENAL ALFONSO LÓPEZ TRUJILLO, SOBRE LA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS. (I Parte).

Fuente: El Mercurio, Santiago, 25-03-01. Por PILAR MOLINA A.

El domingo 25 de marzo, apareció en El Mercurio de Santiago de Chile una entrevista al Cardenal Alfonso López Trujillo, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia, sobre la llamada "píldora del día después". Reproducimos el reportaje, añadiendo delante de los párrafos del Cardenal, ALT.

Decía El Mercurio:

SEGURAMENTE ésta será recordada como la semana de la píldora, esa denominada "del día después" o "de emergencia", para atajar los embarazos no deseados que se pueden haber producido "ayer". La autoridad la aprobó el lunes, clausurando una discusión que estaba en auge y sorprendiendo incluso a los obispos, que se pronunciaron "un día después", como tituló "La Segunda". El vocero de la Conferencia Episcopal, Enrique Palet, sin embargo, hizo saber que era la ministra de Salud la que había anticipado su decisión y no los obispos los que habían llegado tarde.(…)

El caso es que la aprobación para comercializar este polémico fármaco se sumó a una serie de iniciativas relacionadas con la familia en las que el gobierno parece haber puesto mucho interés: el fin de la censura -que aunque inoperante en la práctica, ha sido levantada como un "hito" en las libertades individuales por el oficialismo-, el divorcio, proyecto al que el Ejecutivo le puso urgencia, y la esterilización voluntaria, que también decretó por decreto la autoridad de salud, durante el verano.

El mundo está cambiando rápido, sobre todo para la familia, en la que está de moda delegar toda la responsabilidad frente a lo que le toca enfrentar a los niños. Sea que los cambios los produzca la globalización o los induzca el gobierno. Pero los padres pueden resolver no introducir en sus hogares la pornografía y la violencia que trae consigo el Cable e Internet. No tienen la misma posibilidad de decidir, sin embargo, cuando es el Estado el que lidera iniciativas - utilizando los medios de comunicación, los colegios, los consultorios- para promover mayores libertades sexuales entre los menores.

De la "modernización" del entorno familiar es de lo que hablamos con el Cardenal Alfonso López Trujillo, quien tutela esta organización social en las esferas más altas del Vaticano, el Pontificio Consejo para la Familia que él preside desde 1990. Ya conocido en Chile, que ha visitado en varias ocasiones, quien presidiera antes el CELAM, es un hombre que trabaja muy cercano al Papa. Y como él, es un viajero infatigable, que no sólo promociona la familia por todo el mundo, sino que conoce lo que está pasando con ella, aquí y allá.

-Asistimos en Chile, desde hace algún tiempo, a toda una serie de presiones para que se legisle aquí respecto a la familia y a la vida en una manera más parecida a como se está legislando en otros países del mundo. ¿Cuál es el juicio de la Iglesia sobre este fenómeno internacional de "globalización"?

-ALT: No voy a entrar en cuestiones específicas de este país que no conozco en sus detalles concretos, pero los problemas que se presentan hoy en toda Latinoamérica son muy parecidos. Mis respuestas, en la medida en que reflejan el magisterio de la Iglesia, valen para América, Europa, África, para todas partes. No es una enseñanza mía, sino de la Iglesia, que tengo el deber de recordar.

Y después de este preámbulo, el Cardenal colombiano prosigue:

-ALT: En efecto, las presiones ejercidas a los legisladores para que hagan leyes contrarias a la familia y a la vida son una preocupante realidad. En la cultura (al menos aquella predominante en los grandes foros internacionales) hay una gran pobreza antropológica. No se pueden hacer leyes justas para el ordenamiento de la sociedad sin conocer y apreciar la dignidad de toda persona humana, y el valor social del matrimonio y la familia.

-Pero ¿no está la Iglesia como a la defensiva, como desconfiando del sentido del progreso?

-ALT: Todo lo contrario. La experiencia de la Iglesia durante estos últimos años empieza a ser reconocida por muchos legisladores que, años atrás, promovieron cambios cuyas consecuencias ahora lamentan. Algunos de ellos, incluso, empiezan ya a admitir errores en las políticas que diseñaron respecto a la familia y la vida. Y no se trata sólo de aquellos países de Europa (como Italia) que se enfrentan ahora a las gravísimas consecuencias del derrumbe de la natalidad, la inestabilidad matrimonial, la difusión del aborto, etc., que están a la vista de todos. En muchos otros países se lamenta ahora la degradación moral producida por la ausencia de una legislación verdaderamente atenta a la dignidad humana.

-Algunos critican que la Iglesia pretende poseer en exclusiva las verdades últimas y por tratar de imponerlas a toda la sociedad.

-ALT: La fuerza de la Iglesia es la fuerza de la verdad. En efecto, la Iglesia es "experta en humanidad", porque en Cristo tiene el más profundo conocimiento de la verdad del hombre, que conoce integralmente puesto que es hechura de sus manos. A aquellos que critican a la Iglesia por proclamar la verdad es preciso sugerirles la siguiente reflexión: ¿acaso la Iglesia puede hacer algo diferente? ¿Puede contribuir la Iglesia de otra forma al bien común que proclamando la verdad sobre el corazón del hombre, el matrimonio, la familia, el sentido último y profundo de su vida? Llevar adelante la culminación de la redención de Cristo supone el anuncio del Evangelio haciendo de la verdad, convicción. El servicio al hombre comporta ponerle frente a su responsabilidad, ante las cosas verdaderamente importantes: frente al amor limpio entre los esposos, la acogida de los hijos como regalo de Dios, el grave deber de cuidar con premura de la vida de los niños no nacidos.

-ALT: ¿Se puede servir de otra manera a un pueblo?, continúa con entusiasmo el purpurado. En recientes encuentros internacionales que hemos celebrado con muchos e influyentes políticos y legisladores de toda América Latina, en Río de Janeiro (1993), México (1996), y de América entera en Buenos Aires (1999), este espíritu de servicio en la proclamación de la verdad de Dios sobre el hombre, por parte de la Iglesia, ha sido apreciado y reconocido. Es mejor sufrir la incomprensión, que callar en la denuncia de todo aquello que contraría la dignidad del hombre y de los pueblos. Pero no se trata de una verdad sólo "católica". Es algo que vale para todo hombre y es base para un diálogo fundamental que no puede olvidar la naturaleza del hombre. La ley natural que Dios ha inscrito en el corazón de todos los hombres es la guía y el norte para los seres humanos que, sincera y rectamente, tratan de obrar el bien. Esto es lo que la fe profundiza.

Libertad: dimensión social

-La posibilidad de la esterilización voluntaria está siendo actualmente objeto de debate en Chile porque…

-ALT: Permítame que le diga que ha sido y está siendo objeto de debate en todo el mundo. La esterilidad no puede ser nunca entendida como un bien de la persona y, por tanto, la esterilización directa no es nunca una curación: los hijos no son una enfermedad. Otra razón: con ella se daña el bien ético de la persona, al privarla de un aspecto esencial de la actividad sexual, que en este caso es irreversible casi siempre. El cuerpo y la función procreadora son parte de la persona, no un simple complemento suyo; la persona humana es unidad de alma y cuerpo.

-ALT: Es necesario no ser ingenuos en esta materia: hay fuertes intereses ideológicos, y no sólo a nivel internacional. Toda América Latina está siendo objeto de presiones para promover la esterilización. El caso de Brasil es muy interesante. Según estudios muy serios, probablemente más del 30% de las mujeres en edad fértil fueron esterilizadas. Otro caso es el de Perú, donde es bien sabido que hubo gravísimos y notorios abusos, incluso con ausencia de información adecuada. Y no sólo son muy preocupantes las consideraciones éticas relativas a la justicia y a la lesión de derechos, que estas campañas internacionales comportan. Hay una gravísima cuestión de fondo: ¿cuál es la visión de futuro que subyace en estos planteamientos? ¿Es la esterilización "solución" de futuro para un pueblo? La familia es un valor fundamental, sólidamente cimentado en la persona humana.

-Sin embargo, hay familias con más de cuatro hijos en que no se ve por qué la esterilización sería mala. Algunos expertos en bioética así lo consideran.

-ALT: Bueno, es que esto requiere un planteamiento diferente. Mire, hoy en día se tiende a valorar en exceso la opinión de ciertos expertos. A veces los expertos parecen tener licencia para todo, cuando, en ocasiones, el correcto enfoque de un problema supera la perspectiva "científica". En esta cuestión es preciso partir de una filosofía clara y sana de la persona humana, de lo que es la procreación, y de lo que es la familia. Un hijo es siempre una bendición de Dios, una llamada a la acogida. La paternidad responsable no tiene nada que ver con la anticoncepción, ni con la esterilización. La doctrina de la Iglesia sobre este punto, con la luz de la fe, es clarísima.

-Hoy está en boga decir que cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera.

-ALT: Sí, es cierto que esta ideología ha calado en mucha gente. La vida es un bien precioso a custodiar, a proteger, a desarrollar. No somos dueños, sino custodios de nuestra propia vida. Y todos debemos ser solidarios en ello. No nos damos a nosotros mismos la vida; no elegimos a nuestros padres, ni siquiera el lugar donde hemos nacido. Los recibimos. La vida humana es un don de Dios que debemos custodiar, administrar, proteger. Sí, tenemos un dominio sobre nuestro cuerpo, pero no es un dominio absoluto.

-¿Por qué se critica que la sociedad legisle en materia de esterilización y de sexualidad cuando se trata de ámbitos privados donde la persona debiera poder elegir?

-ALT: Sólo en cierto sentido. La sociedad no puede permanecer indiferente ante su propia supervivencia y no preocuparse de la sucesión de las generaciones. La familia es la célula vital de la sociedad. La esterilización, en la práctica, compromete el futuro de un pueblo, y no sólo la moralidad del individuo. Por poner un ejemplo, ¿acaso no está el cónyuge afectado por la esterilización del otro? ¿No lo están los hijos? Por lo que se refiere a la sexualidad, ¿qué duda cabe que tiene una dimensión social y pública importante?

-Y la pornografía, verla o no, ¿no es una decisión libre de los adultos?

-ALT: No, porque la postración moral a la que se ha llegado en muchas sociedades tiene en la pornografía su raíz. ¿Y qué decir de esa horrible aberración que es la pornografía infantil? A finales de año tendrá lugar en Yokohama -Japón- un importante encuentro internacional convocado por Naciones Unidas -al que la Santa Sede presta gran atención y en el que participa activamente-, donde se abordará este problema, en el contexto del abuso sexual contra los niños. ¿No es en este caso clara la dimensión pública y no sólo privada de la sexualidad? En materia de sexualidad, la rotura del vínculo natural entre sexualidad y procreación ha desembocado en una negación de los valores de la familia y de la vida. Aparece como un dique roto, en que el tumulto desordenado del aluvión va arrasando a su paso todo: la dignidad de la mujer, de los niños. La persona es manipulada, instrumentalizada, reducida a objeto en una búsqueda desenfrenada de un placer que sólo genera frustración. ¡Cuán grande es la honestidad, la belleza, el honor del amor matrimonial abierto a la vida, la grandeza de la familia!. Continúa. FIN, 05-04-01

3.04.01

409 - CHILE: FRENAN VENTA DE PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS

CHILE: FRENAN VENTA DE PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS. Corte de Apelaciones acogió orden de no innovar solicitada por grupos antiaborto

FUENTE: Página web de El Mercurio, Santiago, 02/03-04-2001. Noticias Globales 162, 198, 217, 218, 226, 229, 231, 234, 263, 386, 392, 408 entre otros.

Por Elena Brañas

Un fuerte traspié jurídico sufrió ayer la "píldora del día después", luego que la Octava Sala de la Corte de Apelaciones acogiera el recurso de protección interpuesto por las ONG's, Desarrollo para la Investigación Formación y Estudio sobre la Mujer (ISFEM), el Centro Internacional para el Estudio de la Vida Humana, el Movimiento Mundial de Madres y el grupo cívico Frente por la Vida y la Acción Solidaria. Estas organizaciones recurrieron la medida administrativa del gobierno chileno, autorizando la venta de ese abortivo.

En la práctica, la medida de no innovar obliga a la paralización del proceso de venta de la píldora abortiva, por lo menos hasta después del 14 de mayo, fecha en que la Corte de Apelaciones escuchará los alegatos de ambas partes. La discutida píldora, cuyo uso fue aprobado el 19 de marzo, iba a ser comercializada por el Laboratorio Silesia, entidad que obtuvo la autorización del Instituto de Salud Pública (ISP).

La decisión de los tribunales encontró desprevenido al Gobierno, el cual instruyó al Instituto de Salud Pública para actuar como vocero respecto de los pasos a seguir. Su director, doctor Gonzalo Navarrete, explicó que al tratarse de una orden de no innovar, no puede ser apelada por la contraparte, por lo que al Gobierno sólo le resta aguardar hasta que concluyan los alegatos, que comenzarán en mayo.

Un mes antes que el Gobierno autorizara oficialmente la comercialización de la píldora, diversas entidades contrarias al aborto interpusieron acciones legales ante la justicia para evitar la venta de ese fármaco. Cuando la ministra de Salud, Michelle Bachelet, anunció formalmente la autorización para comercializarlo bajo receta retenida (archivada), las iniciativas para paralizar esta decisión se intensificaron. El Presidente Ricardo Lagos explicó en su momento que las razones para autorizar la venta de la "píldora del día después", tienen relación con la prevención del embarazo "no deseado". "Cada uno tiene que tener la mayor cantidad de información para poder elegir en libertad", declaró Lagos.

Para el Gobierno -que sigue las definiciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- el embarazo se inicia sólo una vez que el óvulo fecundado se implanta en el útero. Justamente, la polémica pastilla provoca cambios en el endometrio que impiden la implantación del óvulo fecundado, produciéndose así un aborto por medios químicos. FIN, 03-04-01.

31.03.01

408 - CHILE: EL CARDENAL ERRÁZURIZ Y LA "PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS"

CHILE: DECLARACIÓN DEL CARDENAL ERRÁZURIZ SOBRE LA "PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS". La Iglesia con la misma energía con que intervino en favor de las víctimas de los derechos humanos en el pasado, defiende hoy el derecho a la vida de todo ser humano desde la concepción.

Fuente: El Mercurio, Santiago de Chile, 27-03-01

A pesar de sus promesas a los representantes de la Iglesia, en el sentido que no aprobaría la "píldora del día después" en el mes de marzo, y que se abriría una consulta con todos los sectores interesados, durante al menos tres meses, el gobierno del presidente Lagos, usando la conocida táctica de los hechos consumados, aprobó por vía administrativa el abortivo llamado "píldora del día después", utilizado en la llamada "anticoncepción de emergencia" (aborto). El Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago, lamentando esta decisión del gobierno, dio a conocer la siguiente declaración:

"El Derecho a la vida; también hoy", (los subtítulos son de "El Mercurio"):

"Una de las tareas más importantes de nuestra generación consiste en construir una sociedad que valora y respeta el derecho a la vida, reconociendo en él la piedra angular de todos los derechos humanos. A lo largo de la historia, nunca tuvo la humanidad tantas razones para admirar el misterio de la vida humana y el horizonte de su progreso, como así mismo las aportaciones técnicas, científicas, culturales y religiosas con las que el ser humano puede enriquecer a la sociedad.

Un país como el nuestro, que aún no se repone de las heridas causadas por muy graves violaciones de los derechos humanos, sobre todo del derecho a la vida, quiere construir su futuro con clara conciencia de aquellas actitudes y acciones del pasado que nunca más deben darse entre nosotros. Por eso, con la mayor coherencia y decisión, quiere optar por la vida. Nuestra Patria necesita la alegría de ser, toda ella, un espacio propicio a la vida, en el cual las instituciones, las comunidades, las leyes y las familias favorecen cuanto acoge, respeta, alienta y apoya a la vida; y cuanto es expresión de solidaridad con ella.

El respeto a la vida humana no admite discriminaciones. Ya tenemos dolorosas experiencias del pasado, como si unas vidas fuesen respetables y otras no merecieran respeto alguno. No podemos caer en esa intolerancia. Hemos de respetar la vida del hombre y de la mujer, del recién concebido, del niño y del anciano, del pobre y del enfermo, del inmigrante, del enemigo y del encarcelado. Todas ellas son don de Dios; todas están llamadas a experimentar e incrementar el respeto y el amor; todas ellas tienen la vocación más asombrosa: la de participar con gozo de la vida y de la felicidad de Dios.

Por la causa de la vida, el Santo Padre no se cansa de proponernos que construyamos la familia como un santuario de la vida, que plasmemos relaciones más justas en la sociedad, que evitemos las guerras, que son un medio indigno del ser humano para solucionar sus conflictos, y que nos preocupemos de construir y animar un mundo favorable a la vida, promoviendo una auténtica "ecología humana". Por la causa de la vida, la Iglesia promueve al mismo tiempo la abolición de la pena de muerte y el respeto irrestricto a la vida de quienes aún no han nacido, pero ya gozan de la existencia.

El derecho al ejercicio de la propia libertad tiene un límite infranqueable: el derecho a la vida de los demás. No es el único, pero es un límite absoluto. Vulnera este principio esa corriente impulsada por una de las ramas del feminismo, que pretende justificar el aborto como un derecho de la mujer a tomar decisiones sobre su propio cuerpo. El ser que viene en camino es una vida nueva llamada a nacer, que espera respeto y cariño. Ya no es "su cuerpo", es una vida humana distinta a la suya, que por una maravillosa disposición del Creador de la naturaleza, le ha sido confiada para ayudarla a nacer. Ni siquiera en el caso estremecedor de la violación, el justo rechazo del agresor justifica la eliminación de una vida nueva e inocente que quiere nacer.

Alteraciones en el lenguaje

En nuestro país, como en muchos otros países del mundo en estos mismos meses, ha surgido la polémica acerca de la así llamada "píldora del día después". El problema puede ser analizado desde diferentes puntos de vista, tales como el daño que puede producir a la mujer, la igualdad de oportunidades, las distintas posturas valóricas en una sociedad plural, etc. Sin embargo, la pregunta más relevante es otra: ¿elimina o no elimina una vida humana? Si la elimina, poco importa la relativa ausencia de contraindicaciones para la salud de la mujer y la igualdad de oportunidades…, para eliminar seres humanos con fondos del Estado; ni el respeto a consideraciones valóricas que exaltan la libertad individual hasta el extremo de aceptar lo inaceptable: el presunto "derecho" a suprimir vidas humanas.

Son tales los intereses económicos y políticos que están en juego a nivel internacional, que en esta materia se han introducido alteraciones en el lenguaje, en todas las latitudes, para hacer aceptable lo que no lo es. El concepto de embarazo fue alterado: ya no es definido como el proceso que comienza con la concepción de un nuevo ser, sino con la anidación en el útero de su madre del óvulo fecundado. Además no faltan quienes sostienen que la vida comienza recién con dicha anidación. Por otra parte, se llega al extremo de que ciertos Estados resuelven negarle todo derecho a la vida al niño en gestación, mientras no haya nacido. Son palabras y conceptos que tienen una finalidad: lograr que la cultura y los legisladores le abran las puertas al aborto.

Precisamente la disparidad de pareceres y estudios en una materia tan delicada y grave como es la vida humana requería proceder con mucha prudencia y sin precipitaciones, confrontando las investigaciones, pidiendo el parecer del mayor número de instancias de relevancia científica y ética. La pregunta más relevante y decisiva, acerca del inicio de la vida humana, no podía ser dejada para más tarde. También este procedimiento cuestiona el ordenamiento jurídico, al dejar una pregunta de tal gravitación sobre el derecho a la vida y sobre la cultura de un país en manos de una sola persona, por capaz y bien intencionada que ella sea.

Defensa de los Derechos Humanos

La Iglesia Católica no tiene sobre estas materias una doctrina arbitraria. Las investigaciones científicas más serias, también la indicación del protocolo del mismo fármaco conocido como la "píldora del día después" (Levonorgelstrel), concluyen que uno de los mecanismos por los cuales actúa esta píldora es impidiendo la anidación del óvulo ya fecundado, produciendo la pérdida de una vida humana ya iniciada. En este sentido afirma que uno de los efectos de la "píldora del día después" es abortivo. El respeto irrestricto a la vida humana la lleva a confiar en la conciencia de cada uno, que lo impulsará a cumplir el mandamiento de Dios, que es camino hacia la vida y la felicidad, que prohíbe matar. Con la misma energía con que intervino en favor de las víctimas de los derechos humanos en el pasado, hoy señala que es hora de abolir la pena de muerte, por ser innecesaria e inhumana, como también la necesidad de defender el derecho a la vida de todo ser humano, desde sus inicios.

Quisiera concluir esta reflexión con unas palabras del Santo Padre sobre un fenómeno que acompaña a la globalización, ante el cual debemos ser vigilantes: "Con el tiempo, las amenazas contra la vida no disminuyen. No se trata sólo de amenazas procedentes del exterior, de las fuerzas de la naturaleza o de los 'Caínes' que asesinan a los 'Abeles'; no, se trata de amenazas programadas de manera científica y sistemática. El siglo XX será considerado una época de ataques masivos contra la vida, una serie interminable de guerras y una destrucción permanente de vidas humanas inocentes. Más allá de las intenciones, que pueden ser diversas y presentar tal vez aspectos convincentes incluso en nombre de la solidaridad, estamos en realidad ante una objetiva 'conjura contra la vida', que ve implicadas incluso a Instituciones internacionales, dedicadas a alentar y programar auténticas campañas de difusión de la anticoncepción, la esterilización y el aborto". El problema "está también en el plano cultural, social y político, donde presenta su aspecto más subversivo e inquietante en la tendencia, cada vez más frecuente, a interpretar estos delitos contra la vida como legítimas expresiones de la libertad individual, que deben reconocerse y ser protegidos como verdaderos y propios derechos". (Evangelium Vitae 17s).

Hay que recorrer un largo camino que atañe sobre todo a la educación al amor, a la sexualidad, a la familia, a la paternidad y maternidad responsables, a la cultura de la vida. La disociación de la sexualidad del amor conyugal y de la apertura a la vida va generando una mentalidad anticonceptiva y abortista, que inclina a considerar la vida recién concebida como una amenaza a la felicidad, y no como un maravilloso don.

Que el Señor nos dé su sabiduría y su gracia para valorar el asombroso don de la vida. Así se lo pido por intercesión de María Santísima, Madre de Jesús, que es nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida". FIN, 31-03-01.

30.03.01

407 - JUAN PABLO II: A LA VII ASAMBLEA DE LA ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDA

JUAN PABLO II: DISCURSO A LOS PARTICIPANTES EN LA VII ASAMBLEA GENERAL DE LA ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDA. Sábado 3 de marzo 2001

1. Me alegra siempre encontrarme con vosotros, ilustres miembros de la Academia pontificia para la vida. Hoy el motivo que me brinda la ocasión es vuestra asamblea general anual, por la que habéis acudido a Roma procedentes de diversos países. Os dirijo mi más cordial saludo a cada uno de vosotros, beneméritos amigos que formáis la familia de esta Academia, tan querida para mí. En particular, dirijo un saludo deferente a vuestro presidente, el profesor Juan de Dios Vial Correa, a quien agradezco las amables palabras con las que ha interpretado vuestros sentimientos. Extiendo mi saludo al vicepresidente, monseñor Elio Sgreccia, a los miembros del consejo de dirección, a los colaboradores y a los bienhechores.

2. Habéis elegido como tema para la reflexión de vuestra asamblea un asunto de gran interés: La cultura de la vida: fundamentos y dimensiones. Ya en su misma formulación el tema manifiesta el propósito de prestar atención al aspecto positivo y constructivo de la defensa de la vida humana. Durante estos días os habéis preguntado de qué fundamentos es preciso partir para promover o reactivar una cultura de la vida y con qué contenidos hay que proponerla a una sociedad caracterizada -como recordé en la encíclica Evangelium vitae- por una cultura de la muerte cada vez más difundida y alarmante (cf. nn. 7 y 17).

El mejor modo para superar y vencer la peligrosa cultura de la muerte consiste precisamente en dar sólidos fundamentos y luminosos contenidos a una cultura de la vida que se contraponga a ella con vigor. No basta, aunque sea necesario y debido, limitarse a exponer y denunciar los efectos letales de la cultura de la muerte. Es preciso, más bien, regenerar continuamente el entramado interior de la cultura contemporánea, entendida como mentalidad vivida, como convicciones y comportamientos, y como estructuras sociales que la sostienen.

Esta reflexión resulta mucho más valiosa si se tiene en cuenta que sobre la cultura no sólo influye la conducta individual, sino también las opciones legislativas y políticas, las cuales, a su vez, producen movimientos culturales que, por desgracia, a menudo obstaculizan la auténtica renovación de la sociedad.

Por otra parte, la cultura orienta las estrategias de la investigación científica que, hoy más que nunca, es capaz de ofrecer medios potentes, desafortunadamente no siempre empleados para el verdadero bien del hombre. Más aún, a veces se tiene la impresión de que la investigación, en muchos campos, va contra el hombre.

3. Por tanto, oportunamente habéis querido precisar los fundamentos y las dimensiones de la cultura de la vida. Desde esta perspectiva, habéis puesto de relieve los grandes temas de la creación, mostrando que la vida humana debe percibirse como don de Dios. El hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, está llamado a ser su colaborador libre y, al mismo tiempo, responsable de la "gestión" de la creación.

Asimismo, habéis querido reafirmar el valor inalienable de la dignidad de la persona, que distingue a todo hombre, desde la concepción hasta la muerte natural; habéis examinado el tema de la corporeidad y su significado personalista; y habéis prestado atención a la familia como comunidad de amor y de vida. Habéis considerado la importancia de los medios de comunicación para una mayor difusión de la cultura de la vida, y la necesidad de comprometerse en el testimonio personal en su favor. Habéis recordado, además, que en este ámbito es preciso recorrer todos los caminos que favorezcan el diálogo, con la convicción de que la verdad plena sobre el hombre apoya la vida. En este cometido, al creyente lo sostiene el entusiasmo arraigado en la fe. La vida vencerá: esta es para nosotros una esperanza segura.

Sí, la vida vencerá, puesto que la verdad, el bien, la alegría y el verdadero progreso están de parte de la vida. Y de parte de la vida está también Dios, que ama la vida y la da con generosidad.

4. Como sucede siempre en la relación entre reflexión filosófica y meditación teológica, también en este caso constituyen una ayuda imprescindible la palabra y el ejemplo de Jesús, que dio su vida para vencer nuestra muerte y asociar al hombre a su resurrección. Cristo es la "resurrección y la vida" (Jn 11, 25).

Razonando desde esa perspectiva, escribí en la encíclica Evangelium vitae: "El evangelio de la vida no es una mera reflexión, aunque original y profunda, sobre la vida humana; ni sólo un mandamiento destinado a sensibilizar la conciencia y a causar cambios significativos en la sociedad; menos aún una promesa ilusoria de un futuro mejor. El evangelio de la vida es una realidad concreta y personal, porque consiste en el anuncio de la persona misma de Jesús, el cual se presenta al apóstol Tomás, y en él a todo hombre, con estas palabras: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn 14, 6)" (n. 29).

Se trata de una verdad fundamental que la comunidad de creyentes, hoy más que nunca, está llamada a defender y propagar. El mensaje cristiano sobre la vida está "escrito de algún modo en el corazón mismo de cada hombre y mujer, resuena en cada conciencia desde el principio, o sea, desde la misma creación, de modo que, a pesar de los condicionamientos negativos del pecado, también puede ser conocido por la razón humana en sus aspectos esenciales" (ib.).

El concepto de creación no es sólo un anuncio espléndido de la Revelación, sino también una especie de presentimiento profundo del espíritu humano. De igual modo, la dignidad de la persona no es sólo una noción deducible de la afirmación bíblica según la cual el hombre es creado "a imagen y semejanza" del Creador; es un concepto basado en su ser espiritual, gracias al cual se manifiesta como ser trascendente con respecto al mundo que lo rodea. La reivindicación de la dignidad del cuerpo como "sujeto", y no simplemente como "objeto" material, constituye la consecuencia lógica de la concepción bíblica de la persona. Se trata de una concepción unitaria del ser humano, que han enseñado muchas corrientes de pensamiento, desde la filosofía medieval hasta nuestro tiempo.

5. El compromiso en favor del diálogo entre la fe y la razón no puede por menos de fortalecer la cultura de la vida, conjugando dignidad y sacralidad, libertad y responsabilidad de toda persona, como componentes imprescindibles de su misma existencia. Junto con la defensa de la vida personal, se garantizará también la tutela del ambiente, ambos creados y ordenados por Dios, como lo demuestra la misma estructura natural del universo visible.

Las grandes cuestiones relativas al derecho a la vida de todo ser humano desde la concepción hasta la muerte, el empeño en la promoción de la familia según el designio originario de Dios y la necesidad urgente, que ya sienten todos, de tutelar el ambiente en el que vivimos representan para la ética y el derecho un terreno de interés común. Sobre todo en este campo, que concierne a los derechos fundamentales de la convivencia humana, vale cuanto escribí en la encíclica Fides et ratio: "La Iglesia está profundamente convencida de que fe y razón se ayudan mutuamente, ejerciendo recíprocamente una función tanto de examen crítico y purificador, como de estímulo para progresar en la búsqueda y en la profundización" (n. 100).

El radicalismo de los desafíos que plantean hoy a la humanidad, por una parte, el progreso de la ciencia y de la tecnología y, por otra, los procesos de laicización de la sociedad, exige un esfuerzo intenso de profundización de la reflexión sobre el hombre y sobre su ser en el mundo y en la historia. Es necesario dar prueba de una gran capacidad de diálogo, de escucha y de propuesta, con vistas a la formación de las conciencias. Sólo así se podrá fomentar una cultura fundada en la esperanza y abierta al progreso integral de cada persona en los diversos países, de modo justo y solidario. Sin una cultura que mantenga firme el derecho a la vida y promueva los valores fundamentales de cada persona, no puede existir una sociedad sana ni la garantía de paz y justicia.

6. Ruego a Dios que ilumine las conciencias y guíe a cuantos están comprometidos, en diferentes niveles, en la construcción de la sociedad del futuro. Ojalá que busquen siempre como objetivo primario la tutela y la defensa de la vida.

A vosotros, ilustres miembros de la Academia pontificia para la vida, que gastáis vuestras energías al servicio de un ideal tan noble y exigente, os expreso mi más profunda estima y gratitud. El Señor os sostenga en el trabajo que estáis realizando y os ayude a cumplir la misión que se os ha confiado. La Virgen santísima os conforte con su protección materna.

La Iglesia os agradece el alto servicio que prestáis a la vida. Yo, por mi parte, deseo acompañaros con mi constante aliento, confirmado con una bendición especial. Fin, 29-03-01

19.03.01

406 - ARGENTINA: COMUNICADO EPISCOPAL POR EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

ARGENTINA: COMUNICADO EPISCOPAL POR EL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, dio a conocer el comunicado que trascribimos a continuación. Ese mismo día la Cámara de Diputados de la Nación votaba el tratamiento preferencial del proyecto de ley nacional de salud sexual y procreación responsable (salud reproductiva-aborto encubierto). El tratamiento quedó fijado para el miércoles 21 de marzo.

"La Comisión Permanente del Episcopado Argentino quiere hacer llegar a todas las mujeres de nuestra patria, en el Día Internacional de la Mujer, su palabra de reconocimiento y afecto, como así también, elevar su voz por la defensa de su dignidad en todos los ámbitos de la vida y la sociedad.

"Sabemos que este justo reconocimiento choca aún escandalosamente con la frecuente realidad de su marginación, de los peligros a que se somete su dignidad de la violencia de la que es objeto muchas veces. A aquella que da y defiende la vida, le es negada una vida digna. La Iglesia se siente llamada a estar del lado de la vida y defenderla en la mujer.

"Pedimos a Dios que en las diversas sedes legislativas de nuestro país, donde se están tratando temas referidos a la condición procreativa de la mujer, se tenga en cuenta una visión integral de su ser y vocación, y no se acepte, por lo mismo, aquello que sea un atentado al don de la vida, su dignidad maternal y a la educación para el amor de la cual ella es una causa principal y garantía social.

"Ponemos bajo el amparo de María Santísima todos los trabajos y acciones que en bien de la mujer y su dignidad se están realizando en nuestra patria". FIN, 19-03-01