¿Es mejor morir que vivir? Parte II
El Koldo Martínez, portavoz de Geroa Bai en el Parlamento navarro, ha resucitado nuevamente, como no podía ser de otra manera ya que el tema es un tic psico-psiquiátrico permanente e incurable de la progrez, el tema del “suicidio asistido", como primer paso -necesario- para acabar imponiendo la “eutanasia activa”, que es a lo que van: van de caza al hombre.
Es una pena lo de estos chicos -"pijos malcriados", o así, según Alfonso Guerra, que sabe mucho de todos estos: al menos tanto como de los galápagos sureños- que, empezando bien el discurso lógico -"la vida es un don maravilloso que se nos ha dado"-, se les trabuca enseguida, y pierden el hilo, por el peso aplastante y triturador de las IDEOLOGÏAS. En este caso concreto, ideología marxista, materialista y atea, como no puede ser de otra manera.
Por eso al Koldo, portavoz del grupillo ese, y médico para más señas, “se le va la olla", y “se tira en plancha” además, como se diría coloquialmente; y por eso añade: la vida humana necesita de unas condiciones para poder ser vivida y “cuando se pierden… es más digno morir que vivir”. Con esta rajada, inmediatamente deja de estar en el mundo del intelecto para pasarse al mundo mendaz, trasnochado, demente, onírico, falso, inhumano y cruel… que desarrollan los sujetos que se dejan tragar por las ideologías.
Porque vamos a ver, alma de cántaro. ¿Es lo mismo “morir” -o morirse- que “matar” y “ser matado"? Porque, al menos como médico -como político todo es distinto, ya lo sé-, lo sabrás distinguir. Seguramente, si alguna vez te has encontrado un cadáver con signos de violencia, has alertado inmediatamente a la policía; no te has limitado a decir “se ha muerto” ni, mucho menos, lo habrás certificado con tu firma, cuando las evidencias físicas te indicaban con claridad -mínimo, con sospechas de peso- que “se lo han cargado". Por la cuenta que te traía.
Pues, “eutanasiar” -que yo sepa- es “matar", mucho antes y mejor que “morirse”. Porque la eutanasia es “el uso de procedimientos médicos… que provocan la muerte”, según Blecua, el Presidente de la RAE. Y en los sitios donde se aprueba, se establecen los protocolos pertinentes para ello, y que “provocan la muerte”. Da igual que sea por acción o por omisión: las dos son POSTURAS ACTIVAS que conducen a la muerte a la persona a la que se aplican. Y se hace precisamente con esa intención. Como cuando se ejecuta un aborto en un quirófano o en un paritorio se busca matar al crío que viene. Y ¡vaya si se le mata! ¡Y vaya si se queda frita la persona a la que se la eutanasia! Vamos, que se la da el certificado de defunción, y se la entierra.
Y el suicidio “asistido", como su mismo calificativo señala y define, es exactamente lo mismo: poner en marcha un procedimiento para que una persona “se suicide": o sea, ayudar positivamente a que una persona “se mate a sí misma”, no a que “se muera", porque no se moría: si se muriese, no se le “asistiría". Como nadie que tenga un mínimo de sentido moral, cuando ve a una persona que se va a tirar por la ventana, le dice: “espera que te doy un empujoncito; que llegarás antes abajo".
En estas condiciones, y con estas clarificaciones necesarias, ¿se puede afirmar que “es más digno morir que vivir"? O sea: ¿es más digno “que te maten” respecto a “que te mueras” cuando te toque"?
Lo dejamos para la próxima.