"...gritarían las piedras" (Lc 19, 40)
Desde que llevo escribiendo en el blog, en Infocatólica, he recibido algunos comentarios que, reunidos y resumidos, suenan así: “ante la situación creada por las influmables declaraciones de algunos -altos, medios, bajos- miembros de la jerarquía católica, lo más católico frente a tales barrabasadas -según estos comentaristas- es ‘oír, ver y callar". Esta actitud, ciertamente, se puede y debe complementar con ‘rezar’, que siempre es muy bueno y es muy católico también. Si no haces estas cosas, si te atreves a denunciar que esas declaradas -deseos, afirmaciones, proyectos- de esos personajes -por muy de la jerarquía que sean, y más aún por eso mismo-, no casan con ‘lo católico’, entonces eres malo porque incitas y provocas inquietudes, dudas y zozobras gratuitas en las almas buenas e inocentes; y, por tanto, el malo eres tú, además de ser un rebelde y un soberbio".