«Sacramento del adiós»
No lo ha podido definir mejor: es la pura realidad, en un 98% de los casos. Mínimo.
Porque, de hecho, la casi totalidad de los jóvenes que se confirman, NO vuelven a pisar una iglesia; excepto algún funeral, boda o así. Matemático.
No es de extrañar, pues, que lo haya calificado también como “la Última Unción": ni una más, porfa, que mancha.
De todos estos recién “confirmados y despedidos", muy poquitos se casarán por la Iglesia; y casi ninguno se ordenará Sacerdote.
Quizá, con suerte, algunos -pocos seguramente- se morirán con los Últimos Sacramentos. Eso sí: en las esquelas, si sus familiares van de católicos, pondrán que han muerto habiéndolos recibido; incluso la Bendición Apostólica: será por poner..!!!