Me ha emocionado oirlo. Sinceramente. Porque hacía muchísimos años que no se oía nada parecido en España. Ni nada tan sincero. Salía de los hondones más profundos del alma; de donde se rescata y se reconstruye uno a sí mismo, con deseos de cambiar y, muy especialmente, con la gracia de Dios, que nunca falta. Siempre hay sobreabundancia de gracia para lo verdaderamente bueno: para lo que viene de Dios, y a Dios lleva.
Me refiero al grito que por un lado “escupìan", y por otro, bramaban, muchos o muchísimos de los que se manifestaron más que ruidosamente, en un buen número de capitales y ciudades españolas hace unos pocos días.
Y no era para menos. Porque en España, el tema de la falta casi absoluta de LIBERTAD, es tan dolorosamente manifiesto que hace daño. Estamos esclavizados, sometidos, pisoteados y anulados como personas. Como borregos no tenemos precio.
Pero no se conforman con que lo seamos: ya lo han conseguido; pero el rojerío siempre quiere destruir más y más: gozan haciendo daño. Ahora quieren que nos convirtamos en habitantes de zoo: un simulacro de vida; no muy buena si los zoos no son de prestaciones especiales, cinco estrellas.
Por eso hay gente que se siente, con muchísima razón, asfixiada, silenciada e injuriada en este horizonte capital de la dignidad de la persona hsumana: sin libertad eres un pelele en manos ajenas; porque sin libertad la vida -tu vida- no es tuya: es suya. Y te lo demuestran cada día.
Avasalladas están, libertad y vida personales, sí o sí, y cada vez más -excepto los amiguetes del Poder-, como es patente, por la chulería, la prepotencia, la inmoralidad, la injusticia, la corrupción, el saqueo y la muerte programada que sufrimos, día sí y día también, en un crescendo imparable, por parte de los poderes públicos; que, más bien son privados y para privados; incluidos, faltaría más, los coleguillas del sector, es decir, los políticos todos.
Y la gente, harta de tanta desfachatez, chulería, burla, mentira, robo, corrupción, ignominia y muerte a granel por parte de esos rojos poderes, se lanza a la calle, y grita: ¡¡¡¡¡LIBERTAAAAD!!!!! No podían callar más.
Otra cosa son los que aprovechan el tema, empezando por tantos jovenzanos y maduritos, especialmente los bien untados por el rojerío, para montar cuanto más pollo mejor. Estos no gritan LIBERTAD, porque forman parte de los muchos componentes de los chiringuitos rojelios, que cobran de esos poderes y hacen todo lo que les mandan -¡a mandar, oiga!-, en la “mejor” tradición española.
Y viven muy bien: ¡si hasta les hacen las leyes a su favor y medida! Ahí están los okupas de profesión cuasi universitaria, como maligna evidencia para los dueños de tantos edificios, incluso oficiales; que, si fueran imbéciles, los del poder, tendrían disculpa; el problema es que son rematadamente infames y están contentos con dejar hacer, y protegerlos con las leyes adecuadas, para mayor burla del resto de personal, la buena gente.
La Colau es un paradigma. Y Pedro y Pablo; con las complicidades -tambien patentes- del PP y de C’s, sus colaboradores necesarios, que muy pronto serán totalmente innecesarios. Porque solo existirá un partido, el “partido único": el destino confesado de todo buen rojelio, y de todos los tontos útiles. ¡Fíjate en qué han quedado la Inés y el Pablito!
La gente con valor y hobría de bien, ha gritado ¡LIBERTAD! ¡Hermosísima palabra, cuando es verdadera!
Y la han gritado contra los impasibles “paladines” de los pobres, los marginados, los abandonados por los poderes, los eternamente ultrajados, los postergados, etc. Todo según la también “impasible” performance rojelia: los mayores generadores no solo de “internos a cuenta del Estado": los encarcelados, los deportados, los condenados a trabajos forzados; sino también los aniquiladores más implacables de cualquier ciudadano que sea señalado por los poderes públicos. Y los poderes judiciales, AMÉN, y a seguir soñando y firmando: cobrando, por supuesto.
No hay mejor muestra del fracaso de la kultureta y de los gobiernos rojelios -con la aquiesciencia, bien cobrada, del resto de los “supuestos” poderes del EStado-, que ese grito de la gente más que harta: ¡¡¡¡¡LIBERTAAAAD!!!!!
El problema, en España, está -entre otros sectores- en la prensa aborregada, doblada ante el Poder, que es el que paga. También les gustaría gritar ¡libertad!, pero “la pela es la pela", y “de algo hay que vivir". Sin contar, por supuesto, con la que está perfectametne alineada con el tal poder, sin disimulo alguno: sirven al Poder. Según ellos, “a mucha honra".
Y, en el sector judicial, ¿cómo se puede llegar a esos extremos de servilismo, siendo lo que son sus componentes, más lo que deberían representar, y serlo realmente? ¿Cómo se puede jurar -o prometer, que en todas partes hay gentes de c..o estrecho- un cargo ante las máximas autoridades del Pais -y ante sus ciudadanos, por tanto-, para venderse al Poder ese mismo día, tras esa obligada función? Que convierten en una obra “bufa".
Reconozco que hace falta mucho valor .mas cuanto más alto estás en el escalafón-, para ser y manifestarse verdaderamente libres, contra viento y marea. Mejor: contra el Poder. Pero es lo que deberían ser, porque es lo que representan: la cortapisa del Poder. Pero…, ya vemos que pasa lo que pasa.
Este clamor de LIBERTAD debe crecer. Y mucho. Y en muchos. Lo necesitamos para seguir siendo personas completas y al completo. Pero todo empieza siempre pequeño. Y, si no lo matan -si no lo abortan-, nace -ya ha nacido, de hecho-, y crece.
Por si alguien cree que exagero, ahí está el casi parido “ministerio de la verdad". ¡Las mascarillas las van a convertir, por decreto y mando, en MORDAZAS! Y no vamos a tener que esperar mucho.
Una frasecilla, salida del corazón de Salvador Allende, el que se tiroteó a sí mismo en Chile, puede ilustrar al que quiera ilustrarse: porque hay gentes que no quieren: “La objetividad no debería existir en el periodismo [ni en sanidad (ni siquiera con las pandemias y los muertos), ni en Hacienda, ni en ningún sitio, especialmente el gobierno], porque el deber supremo del periodista de izquierda [aquí y con esto se han congiados ya el 99% de los periodistas de este Pais; mismo porcentaje entre los funcionarios de cualquier sector], no es servir a la verdad, sino a la Revolución”.
¿A que se explican muchas cosas con este ejemplar referente? Tenemos el gobierno más enfermo, más podrido de mentira, de toda la historia española. Y mundial, casi. O sin casi.
¡Hay que lograr un auténtico TSUNAMI, que ayude a la gente a levantarse, para poder manifestarse y ser PERSONAS!
Ahí hay que estar. No se consigará sin luchar, por supuesto. Pero… ¡vale la pena!, porque nada nos es más necesario para dignificarnos y sobevivir que la ¡¡¡¡¡LIBERTAAAAD!!!!!,
Por cierto y como remate final: la Iglesia, por voz de sus jerarcas -con las excepciones acostumbradas-, tampoco lo grita. Bueno, ni LIBERTAD, ni casi nada. No solo no grita, es que casi ni habla: se acomoda a lo que haga falta… al Poder mundano, por supuesto.
Al parecer, la Iglesia solo se acordó de ella con Franco -a partir del CV II, y con Pablo VI al frente, más Dadaglio y Tarancón en suelo ibérico; y tras más de veinticinco años de que aquel la salvara de la persecución, la tortura y la muerte: ¡valientes, oigan!- y con el piñón del sistema de las seisenas, para proveer obispos en España; olvidando y aborreciendo todo lo demás.
Y jugando sucio tambien, como “buenos” mafiosos. Porque actuaron como tales.
Está todo muy bien explicado en algunos libros: lo digo por si alguien se pone nervioso por lo que digo, ya que no hago más que quedarme discreta y respetuosamente corto. Y puedo aportar algunos datos ilustrativos de lo que digo.