Ladaria vs Gómez: omne regnum divisum contra se...
Los Obispos de EEUU, bastante más unidos de lo que pueda parecer, o de lo que se quiera mostrar, están -o estaban-, por decirle a Biden, y a los “católicos a lo idem” -algunos ya se lo han dicho motu proprio-, que lo de ir de católico y, a la vez y como bandera, ir de lo más como abortista, pues como que NO.
Que elija: o una cosa u otra. Porque en la Iglesia hay la libertad como no la hay en ningún otro sitio: la que Cristo nos ha ganado. Para que quede claro. Y que nadie nos la da ni nos la respeta como Él.
De hecho, estaban preparando un documento conjunto -“La dignidad de los políticos católicos para recibir la Comunión”-, para hacer público su pronunciamiento ante lo que está haciendo este señor, recordando de paso la doctrina católica sobre el aborto, y subrayando la plena incompatibilidad, para un católico, de ser partidario -menos aún promover- el tema del aborto.
Pero, y a la vez -honradamente, lealmente-, comunicaron al Vaticano su decisión. “¡Para qué quieres más, Blasa!”.
¡Cómo se han puesto! ¡Se han removido hasta sus cimientos! (si es que aún quedaba alguno en su sitio). Y claro, “han puesto el grito en el cielo” (caso de que aún cuenten por allí con el cielo; que empieza a parecer que no: ni eso, ni otras muchas cosas).