«No sois vosotros los que me habéis elegido...»
No sois vosotros los que me habeis elegido, sino que soy Yo el que os ha elegido, para que vayáis, y deis fruto, y vuestro fruto permanezca (Jn 15, 16). Lo dice Jesucristo. Luego es Verdad.
Que después de más de dos mil años de Iglesia Católica, haya que recordar las palabras de Jesús…, tiene mérito. Pero hay que recordarlas porque se las ningunea: por decirlo suave y caritativamente…
Sucede que, en relación con el Sínodo, cada vez que habla el arzobispo Hollerich, la pringa. Y no sólo él: ahí están Grech y compañía, que no desmerecen. Desde luego, los que hayan recomendado estas eleciones -como Relator para el Sínodo de la Sinodalidad, el primero; y cargos diversos los demás-, se han cubierto de gloria: ni más a propósito para desprestigiarlo se hubiese conseguido mejor resultado. Ni a mayor velocidad.